Usted está aquí: domingo 26 de febrero de 2006 Economía Egresadas del IPN comercializan néctar de maguey producido por otomíes

El dulce cuenta con certificados internacionales; lo pueden consumir diabéticos

Egresadas del IPN comercializan néctar de maguey producido por otomíes

Se exporta a la Unión Europea, Canadá y EU; el endulzante está libre de pesticidas

SUSANA GONZALEZ G.

Un par de jóvenes recién egresadas del Instituto Politécnico Nacional se han convertido en las principales distribuidores en el país del néctar de maguey o miel del agave que desde hace 15 años producen nueve comunidades de la etnia otomí o hñahñu del estado de Hidalgo y que es más conocido en países de la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá donde se exporta desde 2002, avalado con certificaciones internacionales.

Fuente natural de nutrientes y endulzante tradicional en las culturas prehispánicas hasta que fue desplazado por la miel de abeja y la caña de azúcar con la llegada de los españoles, el néctar de maguey, desarrollado por la Cooperativa de Productores de Maguey del Valle del Cardonal ha tenido tal éxito que a la fecha se exportan mensualmente unas cuatro toneladas a granel a Alemania, Suiza, Corea, Inglaterra, Holanda, Estados Unidos y Canadá, y próximamente a Japón.

La cooperativa otomí, cuya planta de producción está asentada en el pueblo de San Andrés Daboxtha, emplea a mil 500 indígenas de aproximadamente 150 familias, y aunque ha extraído la miel del maguey desde hace 15 años, apenas se constituyó legalmente en 2002 para obtener el apoyo del programa Fonais de la Secretaría de Economía.

Sin embargo, hasta mediados 2004 el producto -denominado también como Uh Fhi que en lengua otomí significa "dulce agua miel"-, no se comercializaba en México pese a sus bondades nutricionales y de prevención de enfermedades digestivas, respiratorias, de la osteoporosis y en la nivelación de colesterol y trigliceridos, además de que por su bajo nivel glicémico y de calorías es recomendado para pacientes diabéticos, y puede ser utilizado en productos cosmetológicos.

A partir de un proyecto escolar, que luego ganó el segundo lugar en un concurso organizado en 2004 por la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), María Magdalena Amiera Soberanes y Ana Claudia Trujano Arce, de 21 y 23 años, respectivamente y pasantes de la carrera de Relaciones Comerciales del IPN, conocieron a la cooperativa otomí y comenzaron a comercializar el néctar de maguey en la ciudad de México, pues lo mismo sirve como endulzante de café, té, frutas, raspados que como aderezo de ensaladas, guisos y carnes.

Casi al mismo tiempo que terminaban su carrera, las jóvenes constituyeron la empresa Promotora Mexicana de Innovaciones, en el seno del Programa Institucional de Formación de Emprendedores y Promoción de Empresas Innovadoras (PRIFE-PEI) del IPN, e integraron a un tercer socio, Hiram Velverde, administrador de 30 años egresado de la UNAM.

De entre 20 y 50 botellas de 690 gramos de néctar de maguey que inicialmente el incipiente trío empresarial lograba vender por semana, pasaron a 500 unidades en un mes y a la fecha comercializan mensualmente un millón y medio de toneladas, con la expectativa de llegar hasta las 4 toneladas mensuales a finales de este año, manifestó Amiera Soberanes.

Sumesa y tiendas naturistas, entre los distribuidores en el DF y área metropolitana

Hasta ahora la empresa, que cuenta con tres colaboradores y genera empleos indirectos, ha comercializado el néctar de maguey en el Distrito Federal y área metropolitana, tanto al menudeo como al mayoreo y sus principales clientes son la cadena de supermercados Sumesa, las tiendas orgánicas, el sitio Fórmulas Herbolarias del doctor Erick Estrada de la Universidad de Chapingo, en Productos Pharma y entre una red de médicos naturistas, pero ya comienza a incursionar en los estados circunvecinos como Morelos, Querétaro y Puebla.

No obstante, la mayor parte de la producción del néctar de maguey de la Cooperativa del Valle del Cardonal se sigue exportando a través de Necutli, empresa del señor Manuel Cruz, (a la fecha se venden cuatro toneladas al mes y se espera duplicar la cifra este año) y gracias a que es un endulzante orgánico, es decir que su producción está libre de herbicidas y plaguicidas, ha sido certificado y reconocido por la Federación Internacional de Agricultura Orgánica; obtuvo el Premio Internacional de la Corona a la Calidad de Londres 2004 la Certificación Kosher Pareve, aplicada a productos naturales.

 
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