De ellos, 8 mil 500 millones corresponden al tráfico de mariguana: zar antinarcóticos
Cárteles mexicanos obtienen 13 mil 800 mdd por ventas de drogas en EU
Tibio reconocimiento de Washington al trabajo realizado por el gobierno de Vicente Fox
Ampliar la imagen Sembradíos de amapola en Guerrero Foto: Luis Humberto González
Los cárteles mexicanos obtienen anualmente más de 13 mil 800 millones de dólares por la venta de droga en Estados Unidos, y de ellos 8 mil 500 millones corresponden directamente al tráfico de mariguana a esa nación. Lo anterior, a pesar de que el gobierno de Vicente Fox Quesada ha mostrado importantes avances en la erradicación de cultivos de cannabis y amapola, destruyendo 80 por ciento de las hectáreas sembradas con esos enervantes, señala la Oficina Nacional para el Control de Drogas de Estados Unidos, dependiente de la Casa Blanca.
No obstante el reconocimiento al trabajo realizado, las autoridades antinarcóticos estadunidenses señalan que el gobierno de Vicente Fox aún tiene retos pendientes, como el hecho de que ''las organizaciones (delictivas) mexicanas han generado violencia sin precedente, especialmente en las ciudades fronterizas''.
Informe al Congreso
En el informe presentado al Congreso de ese país por John P. Walters, zar antidrogas de Estados Unidos, se reconoce que durante el mandato de Fox Quesada las instituciones mexicanas de combate al narcotráfico -especialmente el Ejército y la Procuraduría General de la República (PGR)- han mejorado su capacidad de análisis e investigación, lo que permitió, en el año 2004, la captura de cinco importantes capos, entre ellos el guatemalteco Otto Roberto Herrera García (quien se fugó del Reclusorio Sur, en mayo de 2005).
El documento de la Casa Blanca, titulado National Drug Control Strategy (Estrategia Nacional de Control de Drogas), elaborado hace unos días, del cual posee copia La Jornada, menciona que el compromiso asumido por las entidades mexicanas contra el narcotráfico ha sido ''tan efectivo que en el año 2004 se reflejó en una reducción de 27 por ciento en los cultivos de amapola y 23 por ciento en los de mariguana''.
Asimismo se puntualiza que la producción potencial de heroína disminuyó, según las estimaciones del órgano que dirige John P. Walters, de 12 a 9 toneladas métricas entre los años 2003 y 2004; mientras que en materia de mariguana descendió de 13 mil 400 a 10 mil 400 toneladas en el mismo periodo.
En el capítulo ''México y el desafío de la frontera'' se menciona que ''el clima áspero, la geografía extensa y la población escasa del sureste estadunidense han propiciado que se desafíe la aplicación de ley'' en esa zona.
Indica que ''además de los 33 puntos de cruce legítimo, la frontera incluye centenares de kilómetros de desierto abierto, montañas y el río Bravo, lo que proporciona un ambiente ideal para la actividad criminal fronteriza''. Por ello menciona que ''los traficantes de droga explotan la zona en dos formas: pasando drogas de México a Estados Unidos y movilizando miles de millones de dólares hacia México''.
Según el informe de John P. Walters, ''la droga que se trafica es llevada a Estados Unidos usando compartimentos ocultos en coches y camiones a través de túneles y acueductos, o mochilas, que son transportadas a pie'', aunque también son llevados a territorio estadunidense en avionetas o planeadores ligeros, así como vehículos ''todo terreno'', servicios de paquetería y lanchas motorizadas.
Ante ese panorama, refiere el informe, ''en febrero de 2005 el consejero de Seguridad de Estados Unidos (Stephen Hadley) ordenó el desarrollo de una estrategia para enfrentar la amenaza de la droga en la frontera, y los esfuerzos están culminando en la coordinación de diversas agencias para identificar objetivos estratégicos y que se puedan elaborar recomendaciones específicas contra la amenaza del narcotráfico''.
El documento menciona que la mayoría de las drogas ilícitas que llegan a Estados Unidos ''pasan de contrabando a través de la frontera con México'', y refiere que el país ''produce la mayor parte de la heroína y de la mariguana del hemisferio occidental, además de ser la ruta primaria del tránsito de cocaína''.
Sin embargo, asegura que ''las organizaciones (delictivas) mexicanas están cada vez más implicadas en la producción de drogas sintéticas que se consumen en Estados Unidos''; por ello, Walters señala en su informe que ''responder a este desafío requiere un esfuerzo intenso'' de ambas naciones.
En ese contexto, se menciona que durante el mandato de Vicente Fox Quesada México ha manifestado su interés por reducir la amenaza del narcotráfico mediante la aplicación de amplios programas de erradicación de amapola y mariguana.
''El Ejército Mexicano y la Procuraduría General de la República conducen las operaciones de erradicación, cuyo programa consiste en destruir al menos en 80 por ciento los campos de cultivo de amapola y mariguana.''
En ese contexto, ''los esfuerzos de México contra el narcotráfico han dañado un negocio extremadamente provechoso. El gobierno de Estados Unidos estima que los traficantes mexicanos reciben más de 13 mil 800 millones de dólares en ganancias por las ventas ilícitas de droga, de los cuales 8 mil 500 millones son directamente por la venta de mariguana''.
La autoridades antinarcóticos estadunidenses consideran que la mariguana se ha convertido en la fuente primaria de utilidades para las organizaciones criminales mexicanas, ''eclipsando las ganancias potenciales que obtienen del tráfico de cocaína, heroína y drogas sintéticas, de manera combinada''.
Una de las cosas que preocupan al gobierno estadunidense, según el informe, es que ''durante los años recientes se ha incrementado la producción de metanfetaminas en territorio mexicano'', a consecuencia del creciente número de ''laboratorios'' clandestinos dedicados a la fabricación de drogas sintéticas que se han establecido en México.
El informe menciona que ''esto constituye una amenaza significativa, y cada vez mayor'', aunque reconoce que México ''ha tomado algunas medidas importantes''.
Entre ellas destaca que ''por conducto de su Comisión Federal para la Protección contra los Riesgos Sanitarios, México ha puesto controles en coordinación con la industria farmacéutica para la importación de seudoefedrina, y ha ordenado que la importación de sustancias se limite a los fabricantes de medicamentos. Además, los importadores no pueden captar envíos mayores a 3 mil kilogramos en cada pedimento.
Esto, como parte de las medidas aplicadas para que no se superen ''las necesidades nacionales, toda vez que un estudio reveló que había un exceso significativo de importaciones de seudoefedrina, en relación con las necesidades legales estimadas de México''.
Finalmente, se reconoce que las autoridades mexicanas han incautado casi 50 millones de píldoras con precursores químicos, desde diciembre de 2000.