Hablar de la verdad, método catártico para curar heridas: la cineasta Jasmila Zbanic
Otorgan Oso de Oro a Grbavica, retrato del sufrimiento tras la guerra en la ex Yugoslavia
A soap, de la danesa Pernille Fischer, y Offside, del iraní Panahi, se llevaron el Oso de Plata
Ampliar la imagen La directora bosnia Jasmila Zbanic, ganadora del Oso de Oro de la Berlinale Foto: Ap
Berlín, 18 de febrero. El Oso de Oro de la versión 56 del Festival Internacional de Cine de Berlín se otorgó a una coproducción bosnio-alemana: Grbavica, de Jasmila Zbanic, en su primer largometraje. Al recibir el premio, esta joven realizadora (Sarajevo, 1974) habló de su película como un logro de dimensiones extraordinarias, pues en su país ni siquiera existen cámaras para filmar producciones de 35 milímetros y mucho menos laboratorios donde puedan ser trabajadas.
Austria y Croacia participaron también en la producción. La cinta, en palabras de la realizadora, toca el tema de la necesidad de enfrentar la verdad, hablar de ella como método catártico y así curar viejas heridas de guerra para los habitantes de aquella región. Grbavica es el nombre de un barrio de Sarajevo dividido en los tiempos de guerra por serbios y musulmanes, entonces conocido como un lugar donde la mafia realizaba intercambio de prisioneros entre uno y otro bandos.
Traumas de nuevas generaciones
La historia toca aspectos de los traumas y problemas de posguerra que viven las nuevas generaciones. Cuenta la problemática de una madre que cría sola a una niña de 12 años. La posibilidad de un viaje para escolares, hijos de héroes de guerra, intensifica los cuestionamiento de la pequeña Sara sobre la identidad de su padre.
En el clímax de la película, la madre, amenazada pistola en mano por su propia hija, revela que su nacimiento es producto de una violación en un campo de prisioneros. Jasmila Zbanic mencionó en su discurso de agradecimiento que aún hay dos importantes criminales de guerra de la antigua ex Yugoslavia que siguen libres: Ratko Mladic y Radovan Karadzic.
Por otro lado, el Oso de Plata se concedió en esta edición por partida doble: A soap, de la danesa Pernille Fischer Christensen (quien también ganó por mejor opera prima), y Offside, del iraní Jafar Panahi. A soap relata el desarrollo de una inusual historia de amor entre dos mujeres, una en realidad un transexual que sólo espera ver legalizada su nueva condición de género. Michael Winterbottom se llevó el Oso de Plata como mejor director por The road to Guantánamo.
El cine alemán, representado con cuatro películas en la competencia de este año, se adjudicó los dos premios a la mejor interpretación.
El Oso de Plata a la mejor actriz fue para Sandra Hueller, por su papel de una epiléptica exorcizada en Réquiem (un hecho real ocurrido en el sur del país), y como mejor actor ganó Moritz Bleibtreu por su interpretación en Partículas elementales, basada en la obra homónima del escritor francés Michel Houellebecq. El Oso de Plata por contribución artística fue otorgado a Jürgen Vögel.
Una película china, Isabella, se llevó el Oso de Plata a la mejor música, con la particularidad de que en la cinta predominan melancólicos fados portugueses.
El filme francés L'ivresse du pouvoir, de Claude Chabrol, no recibió ningún premio, pese a la excelente actuación de Isabelle Huppert en el papel de una jueza tenaz que procesa al directorio corrupto de una importante empresa industrial francesa.
La Berlinale reveló también por primera vez el palmarés en una ceremonia de gala realizada en el palacio del festival y transmitida en directo por la televisión alemana (3SAT), y no en una conferencia de prensa, como lo hizo en años anteriores.
La fiesta de la entrega de premios de la Berlinale, con la cual concluyeron 10 días de festival, fue animada por Nina Hagen, quien interpretó, acompañada de violines, piezas del Berlín de los años 30.
Con información de Afp