Remozan la fachada del emblemático edificio por primera ocasión en 118 años
Quitan a la parroquia de San Miguel de Allende aspecto de "niño mugroso"
San Miguel de Allende, Gto., 18 de febrero. Por primera vez en 118 años la fachada de la parroquia de San Miguel, uno de los edificios históricos más emblemáticos e importantes del estado, es restaurada para evitar que el paso de los años continúe con el deterioro de la obra del artesano local Ceferino Gutiérrez.
Los trabajos de la parroquia -que forman parte de un programa de preservación de la ciudad con miras a que sea la segunda localidad de la entidad declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad- están a cargo del restaurador Enrique Carlos Greenwell Castillo, entre cuyos trabajos destaca la preservación y conservación de la Alhóndiga de Granaditas, el Teatro Juárez, el Museo Iconográfico del Quijote y, próximamente, del Cristo Rey en el cerro del Cubilete.
Con una inversión de 7 millones de pesos, el rescate de la fachada principal buscará recuperar el diseño original del trabajo concluido en 1888 por el artesano local Ceferino Gutiérrez quien, por cierto, no tuvo más estudios de arquitectura que la edificación de viviendas en la ciudad, "y no tuvo más modelo que una estampa postal que le llegó a sus manos", según cita el colectivo popular.
Entre los trabajos "más finos que se realizarán está la restauración de los pináculos, los chapiteles y las campanas de la parroquia, así como de las torres laterales, y un trabajo de restauración de la edificación central del edificio", comentó en entrevista Greenwell Castillo.
Además recuperará "el aspecto colorido que tenía, pues la percepción de la gente es que la portada de la parroquia ha sido siempre de color gris. Creo que generaciones de sanmiguelenses han crecido, nacido, se han desarrollado y muerto con la idea de que la parroquia era de un color y no es así; entre los trabajos que haremos será recuperar los colores originales; color tierra, terracota, algunos ocres, naranja, los colores populares de la época"
El restaurador afirma que luego de más de un siglo el monumento histórico, donde el 7 de febrero de 1853 fue sepultado en una de las criptas el ex presidente de México Anastasio Bustamante, tuvo riesgo de un daño grave en la estructura.
"Entre las obras que se realizarán también hemos colocado un pararrayos y se instalará un sistema de erradicación de aves de manera pacífica, pues, en el proceso de limpieza, hemos sacado el equivalente a más de 2 mil 800 litros de bosta de paloma que degrada la cantera por la composición del excremento", refirió Greenwell.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia ha revisado y supervisado las obras que se realizan en la actualidad y se busca que cada uno de las restauraciones, se realicen con material de la época, por lo que "actualmente realizamos análisis químicos para establecer los lugares precisos del origen de la piedra de la cantera para traerlos de ese sitio y se conserve, de manera original, el monumento".
Según el restaurador, la obra podría estar terminada en su totalidad en junio próximo, y se espera que otras obras que se realizan en la ciudad estén concluidas ese mismo mes, cuando habrá una celebración para "festejar que ese niño mugroso que recibimos, como hemos llamado a la ciudad, ya está en condiciones de presentar una mejor imagen a quienes viven aquí y para quienes nos visitan", sostuvo el alcalde Luis Alberto Villarreal.
Aunque la portada de la parroquia data de hace poco más de un siglo, el templo es ya un monumento histórico, pues en esa parroquia oficiaron misa los sacerdotes Miguel y José Joaquín Hidalgo en 1784.
Además el 21 de enero de 1769 recibió las aguas bautismales Ignacio Allende y Unzaga. El 21 de septiembre de 1803 Miguel Hidalgo y Costilla, entonces cura de San Felipe, Guanajuato, celebró el funeral de su hermano, Joaquín Hidalgo y Costilla, sepultado en el presbiterio, entre otros acontecimientos.