La muestra inaugural del proyecto reúne 18 piezas de arte contemporáneo
Identidad, tema central en el recién creado museo público de Tlalpan
Una lámina montada sobre las losas con alambre de púas en la parte superior que simula la franja fronteriza o una caja de cartón con dos pequeñas bocinas adaptadas que repiten la única frase grabada "Yo cuando digo" son dos de las obras que integran la exposición del recién creado Museo Público de Arte Contemporáneo de Tlalpan (Mupact).
La noche del viernes en el Centro Histórico de esa demarcación, el proyecto surgido a iniciativa de Antonio Ortiz Gritón obligó a más de un transeúnte a detenerse frente al quiosco del jardín central del lugar, donde 18 obras de artistas y colectivos nacionales y extranjeros se apropiaron de espacios para mostrar al público sus creaciones, que versan sobre la identidad.
Fuera de todo convencionalismo, del rigor de los tradicionales museos y el glamour de las galerías, el Mupact fomentará la creación de nuevas obras para apropiarse de espacios abiertos y "eliminar el elitismo cultural", con el propósito de que las personas tengan la oportunidad de ver, conocer, contextualizar y reflexionar sobre la obra de 18 creadores.
La idea, dijeron los organizadores, es que los artistas dialoguen con el público mediante el arte vivo, el de las calles "para que encuentren un eco de las personas que no necesariamente buscan la obra de arte sino compartir a través de lo que el artista quiere decir".
La muestra de arte callejero, que permanecerá hasta el 15 de abril en diversos puntos del centro de Tlalpan, pretende, a decir de sus participantes, "provocar en el espectador una primera reflexión acerca de lo que nos define como personas y parte de un grupo, sociedad y país: nuestra identidad".
El simbólico corte de listón también causó expectativa entre los asistentes, cuando Eloy Tarcisio, uno de los invitados a la ceremonia de apertura, tomó unas tijeras y cortó una serie de hojas pegadas con cinta canela, tras lo cual quedó inaugurada la innovadora muestra.
Gritón, impulsor del museo público, expresó ante jóvenes y adultos antes de iniciar un recorrido de más de 45 minutos por las céntricas calles para conocer las obras: "En los museos tradicionales destaca la arquitectura, casi siempre la arquitectura del poder; paulatinamente esos recintos se van llenando de las imágenes y de los gustos de dicho poder".
El Mupact, continuó, "es lo que es el Centro Histórico de Tlalpan, razón por la cual es un museo humilde, pero no el sentido de los recursos".
"No hay museografía o grandes iluminaciones en torno de las obras; sólo se colocará una fichita en cada una de las obras, a ver si duran, a manera de una breve explicación sobre ese arte."
También cerca de las instalaciones delegacionales se distribuirán trípticos con un pequeño mapa para que quienes lo deseen recorran el museo abierto que exhibe las 18 obras dispersas en el jardín del centro y las avenidas Insurgentes, Tlalpan y San Fernando.
De tal manera las obras tituladas Yo cuando digo, Frontera, Hogar, Idem Corp buscan mostrar, entre otras 15, la identidad del pueblo mexicano.
Espejos, mantas, grabaciones, panales con cuadros de diversos colores, graffiti y otros lenguajes pictóricos propician además un aprendizaje lúdico e inusual entre quienes las observan.
No será raro ver a un joven de cabello rizado, con una especie de grabadora -que no es sino una caja con pequeñas bocinas- deambular por las avenidas mencionadas manipulando un reproductor de CD portátil que repite invariablemente "yo cuando digo yo cuando digo yo...." a todo volumen. A decir de su autor, Víctor Sulser, "es una reflexión sonora sobre la importancia del lenguaje como principio de la identidad". La idea, agregó, surgió de ver los vagoneros del Metro, "quienes traen cargando sobre los hombros sus grabadoras".