La medida, en represalia porque trabajadores se opusieron a ser reubicados
Acusan a autoridades educativas de marginar áreas de enseñanza indígena
A profesores bilingües les asignaron tareas que no son de su competencia
Trabajadores de la Dirección General de Educación Indígena (DGEI) denunciaron que a pesar de haber ganado el pasado 11 de noviembre un laudo definitivo contra su reubicación a las oficinas de Obrero Mundial 358, autoridades educativas mantienen "marginadas y en completo abandono" áreas de desarrollo e investigación de materiales didácticos en lenguas indígenas, lo cual ocasiona "un creciente deterioro de contenidos y de formación de capacitadores, pues desde hace tres años permanecemos sin material de trabajo".
Aseguraron que desde febrero de 2003, cuando comenzaron un movimiento de protesta contra su traslado, autoridades de la DGEI, integrada a la Subdirección de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública, empezaron un proceso de "desmantelamiento" de sus oficinas, vinculadas con el desarrollo de material didáctico, y "comenzaron a contratar empresas externas para elaborar los libros destinados a la educación bilingüe".
En entrevista, Joaquina Sandoval Acevedo y Miguel Pérez del Angel, trabajadores de la DGEI, señalaron que los continuos errores de contenido, ortográficos e inclusive de pertinencia lingüística "se deben a que los maestros bilingües que antes realizaban ese trabajo fueron relegados a actividades no vinculadas con sus competencias, como analizar encuestas de hace más de cinco años, pero sin ninguna aplicación real".
Indicaron que tras mantener, en febrero de 2003, un plantón de 35 días en la sede de Azafrán 486, colonia Granjas México, en el que denunciaron el traslado de todo el personal a las oficinas de Obrero Mundial, "alertamos sobre el deterioro del edificio al que pretendían llevarnos, la falta de espacio para acoger a todos los empleados y nuestro rechazo a cualquier mecanismo para desaparecer la DGEI".
Trabajadores de áreas responsables de elaborar libros, planes y programas de estudio, investigación y formación de capacitadores en educación indígena afirmaron: "desde que rechazamos trasladarnos a Obrero Mundial se inició un proceso de desmantelamiento que inclusive llegó al extremo de sustraer en septiembre pasado, sin autorización alguna, computadoras, escritorios, sillas, ventiladores. Además, nos cortaron la línea telefónica, Internet y la energía eléctrica, a pesar de que obtuvimos un amparo para someter a revisión un primer laudo favorable a la Secretaría de Educación".
Las autoridades de la DGEI, manifestaron, "han hecho todo lo posible para presionarnos. Inclusive, se ha llegado al extremo de contratar a personal sin experiencia y mantener a profesores bilingües, hablantes de varias lenguas indígenas, en completo abandono, llevando a cabo tareas que no corresponden con sus habilidades, a pesar de que con el laudo definitivo, otorgado por el Tribunal Superior de Conciliación y Arbitraje, se establece claramente que el edificio de Obrero Mundial no cuenta con las condiciones de seguridad para los trabajadores".
Sandoval Acevedo indicó que 120 trabajadores permanecen en las oficinas de Azafrán, a la espera de que la DGEI "reconozca nuestra materia de trabajo y no pretenda desaparecer las áreas donde se desarrolla el material didáctico para los maestros bilingües y, en particular, donde se cuenta con profesionales para ofrecer una capacitación acorde con las necesidades de cada grupo étnico".
Por su parte, Pérez del Angel calificó de "ficción" los discursos oficiales en materia de enseñanza indígena, pues "no se está trabajando correctamente en la elaboración de textos. Por ejemplo, en mi caso, que soy hablante de lenguas indígenas, llevo tres años sin aplicar mis conocimientos en la elaboración de nuevos materiales o en la capacitación de profesores".