Sugiere fiscal general del Estado español que Batasuna podría ser legalizada
Marchan miles en Barcelona en demanda de mayor autonomía para Cataluña
Afirma ETA que está dipuesta "a dar pasos", pero no habla sobre un alto el fuego
Ampliar la imagen Bajo el lema "Somos una nación" se manifestaron miles de personas por las principales calles de Barcelona. La protesta fue convocada por líderes del partido Esquerra Republicana Foto: Reuters
Madrid, 18 de febrero. El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, sugirió hoy en declaraciones a la radio Cadena Ser, próxima al gobierno socialista, la posibilidad de legalizar al partido radical vasco Batasuna, en caso de que ETA abandonara la violencia.
En Barcelona, mientras tanto, unas 75 mil personas se manifestaron en demanda de mayor autonomía para Cataluña.
Explicó que actualmente existe una ley de partidos "que ilegaliza a aquellos partidos que apoyan la violencia", aunque añadió: "indudablemente puede haber una nueva fuerza política que, renunciando a la violencia y expresando claramente que su actividad política no acepta la violencia, solicite su legalización; eso puede ocurrir si la violencia ha desaparecido".
Conde-Pumpido, quien sugirió así que Batasuna se presente con otro nombre para su eventual legalización, aseveró que dicha posibilidad sólo era jurídicamente aplicable si ETA renunciaba antes a la violencia.
El partido independentista, considerado brazo político de ETA, hizo una oferta solemne el 14 de noviembre de 2004 en Anoeta, País Vasco, para solucionar el conflicto por medios exclusivamente políticos, a la cual se apuntó ETA.
La Audiencia Nacional renovó el 17 de enero, por dos años, la prohibición de toda actividad política de Batasuna, la cual fue proscrita por la justicia española en 2003.
En tanto, ETA se declaró dispuesta "a dar pasos", pero sin mencionar tregua ni alto el fuego, en un comunicado difundido este sábado por la radio pública del gobierno vasco Euskadi Irratia.
ETA estima que es momento "de dar pasos", pero sostuvo que la solución al conflicto no llegará a través de "pasos por una parte". La organización precisó que el diálogo y la negociación "son los únicos caminos para resolver el conflicto".
"Ha llegado el momento de tomar compromisos firmes y decisiones importantes sobre el futuro de Euskal Herria (pueblo vasco), pasando de las palabras a los hechos y mostrando audacia", añadió.
En una primera reacción al comunicado, el gobernante Partido Socialista Obrero Español consideró que (no cambiaba) "absolutamente nada" y que el partido esperaba todavía "la renuncia total y definitiva al uso de las armas", según medios que citaron fuentes gubernamentales.
El líder de la oposición conservadora española, Mariano Rajoy, acusó al gobierno socialista de cometer un "error gravísimo" al no asociarla con su política respecto de ETA, en relación con los rumores sobre la inminencia de un anuncio de alto el fuego por parte de ETA, que daría paso a un proceso de paz.
"¿A qué viene a decir que 'en esto no va contar con la oposición?'", afirmó Rajoy, presidente del opositor Partido Popular (PP), en respuesta a Rodríguez Zapatero, quien dijo el 10 de febrero no confiar en la oposición para compartir con ella las "informaciones" sobre ETA.
El presidente del PP reprochó firmemente al Partido Socialista Vasco (PSE) el haber permitido el viernes, con su abstención, la adopción en el Parlamento regional vasco de una resolución que invitaba a lograr una paz "sin vencedores ni vencidos" en el País Vasco. "¡No es justo, no es moral. Sí tiene que haber vencidos: los asesinos, los criminales, los terroristas! ¡Cómo no va a haberlos!"
Unas 75 mil personas, según la policía, o casi un millón, de acuerdo con los organizadores, participaron esta tarde en Barcelona en una manifestación convocada por Plataforma en favor del derecho a decidir. Unas 600 asociaciones, con el apoyo de 32 ayuntamientos, marcharon también bajo el lema "Somos una nación y tenemos derecho a decidir".
"Hemos salido a la calle para gritar que somos una nación", proclamó uno de los oradores en la céntrica Plaza de Cataluña, donde la multitud comenzó a corear "¡Somos una nación!, ¡somos una nación!", y a dar saltos mientras ondeaba banderas.