Pese a ideología de funcionarios, se ha podido cumplir con los proyectos, dice Zúñiga
La política de población mexicana no debe mezclarse con temas religiosos: Conapo
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Elena Zúñiga, secretaria general del Conapo, en imagen de archivo
Foto: Luis Humberto González
La política de población aplicada en México desde hace 30 años corresponde a un Estado laico y no debe mezclarse con ideas de tipo religioso, advirtió Elena Zúñiga, secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo), órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación.
La funcionaria aseveró que más allá de la ideología de los funcionarios de la administración pública federal, el Conapo ha podido cumplir su programa de actividades.
En especial, dijo, se ha mantenido el precepto de laicidad en la difusión de información y oferta de alternativas para que las personas opten, si así lo consideran conveniente, por el método anticonceptivo de su preferencia.
El Conapo ha hecho énfasis, por ejemplo, en la problemática de los embarazos en los adolescentes y en aquellos ocurridos antes del matrimonio (unos 400 mil al año, es decir, hasta 35 por ciento del total de nacimientos), así como de otras circunstancias que truncan las aspiraciones de vida de los jóvenes y, de manera frecuente, los vincula a situaciones de peligro como enfermedades sexualmente transmisibles.
Como se difundió en julio del año pasado, el titular de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, manifestó su "defensa irrestricta" de la vida, justo en momentos en que grupos conservadores como la jerarquía de la Iglesia católica protestaron por la inclusión de la píldora de anticoncepción de emergencia (PAE) en el cuadro básico de salud, por considerar este producto como abortivo.
Entonces, Zúñiga destacó que la PAE y otras alternativas para el control de la natalidad se hallan en el marco de normas oficiales, por lo que sólo un amplio debate en la sociedad podría modificar esa estructura legal.
La funcionaria se ha manifestado en favor de que el Estado amplíe la información respecto de todas las alternativas, principalmente con enfoque a los jóvenes, para evitar embarazos no deseados y, en particular, fortalecer la distribución de anticonceptivos por parte del Estado.
Sociedad madura
En entrevista, dejó en claro que las personas tienen el derecho de recibir información, conocer las opciones de las que disponen (métodos naturales y artificiales, temporales y definitivos) para que con base en sus propias convicciones tomen una decisión.
En ese ámbito, precisó, se ha hecho un trabajo importante en el sector educativo para que los jóvenes de secundaria e inclusive los niños que cursan la educación primaria reciban educación en torno a su sexualidad, que les permita conocer su cuerpo y asumir conductas responsables, informadas y libres.
Actualmente, indicó, más de 90 por ciento de la población mexicana reconoce que la planificación familiar es un derecho y que el gobierno debe proveer los métodos y toda la información disponible.
"La mexicana es una sociedad que puede tomar decisiones maduras en torno a las políticas públicas, sobre todo en lo que tiene que ver con la planificación familiar", señaló.
La opinión de la secretaria general del Conapo es que es muy difícil mezclar los temas referentes a la política de población con los religiosos.
"Lo importante en este aspecto ha sido la primacía del Estado laico y de una política totalmente laica, (porque) justamente lo que se busca es que esta política ofrezca alternativas, opciones para distintas personas que tienen posturas ideológicas y creencias diversas", agregó.
Respecto al debate relacionado con la PAE y la despenalización del aborto a escala nacional, comentó que esa discusión ha existido siempre, en particular desde 1974, luego de la creación de la Ley General de Población, la cual define una política de Estado para regular los fenómenos de esta área.
La postura religiosa participó en el debate y el punto común de acuerdo fue que el Estado ofrezca oferta de opciones, desde las correspondientes al Estado laico, así como la opción de los métodos naturales de regulación de la natalidad, también incluidos en la Norma Oficial Mexicana.