EU y Naciones Unidas envían equipos de auxilio

Filipinas: autoridades temen 3 mil desapariciones por alud de lodo

AFP Y DPA

Tacloban, 18 de febrero. Se teme que unas 3 mil personas hayan muerto o se encuentren desaparecidas tras una avalancha de lodo que sepultó este viernes la aldea de Guinsaugón, en el sur de la isla filipina de Leyte, informaron fuentes oficiales este sábado.

El anterior balance, facilitado por el jefe de la Cruz Roja filipina, Richard Gordon, hablaba de mil 700 desaparecidos o muertos.

María Lim -alcaldesa de un pueblo vecino de Guinsaugón, Saint Bernard-, y Roger Mercado, legislador que representa al distrito afectado en la Cámara, indicaron que el número de desaparecidos ascendió a 3 mil. Testigos afirmaron que sólo quedaron en pie pocas casas después de esta catástrofe.

Mercado declaró después de ocurrir la tragedia que la aldea tenía una población de 3 mil a 4 mil personas, y manifestó el temor de que unas 2 mil personas hubieran quedado sepultadas.

El deslizamiento de tierra fue ocasionado por las fuertes lluvias que azotan desde hace dos semanas la provincia filipina de Leyte del Sur. Los trabajos de rescate fueron suspendidos al llegar la noche por falta de luz. Al momento del desastre, 276 alumnos y siete docentes se encontraban en una escuela primaria que fue literalmente tragada por el lodo. También un centro de salud se encuentra ahora enterrado en el fango.

El coronel Raul Parnacio, cuyo equipo de rescate fue uno de los primeros en llegar en helicóptero al lugar, aseveró que en el lugar donde antes se encontraba la aldea no hay ahora más que lodo.

Parnacio señaló que su equipo aún no ha podido localizar la escuela primaria, al tiempo que un miembro de la Cruz Roja afirmó que más de 100 personas pudieron ser rescatadas con vida hasta el momento.

Como medida de precaución fueron evacuadas mil 500 personas de localidades cercanas al lugar del desastre.

Los soldados enviados al lugar de la tragedia comenzaron a cavar con sus manos y algunas palas en las masas de lodo para buscar con más supervivientes.

Antes del deslizamiento la región sufrió durante dos semanas intensas lluvias; además, un terremoto de 2.6 grados en la escala de Richter sacudió la zona esta misma mañana, lo que en opinión de las autoridades desató el desprendimiento de tierra.

La presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, ordenó que se haga llegar toda la maquinaria necesaria al lugar del siniestro para facilitar las tareas de rescate. "Ordené a guardacostas y a toda nuestra fuerza naval en la región de Visayas que se dirijan a esa zona", indicó.

Por lo pronto, Estados Unidos aportará ayuda inmediata y dos buques militares ya están en camino hacia la zona, informó la Casa Blanca. La Organización de Naciones Unidas (ONU) enviará un equipo de evaluación y de coordinación a Filipinas.

El equipo, encargado de medir las consecuencias de la catástrofe y de pedir los socorros necesarios a la comunidad internacional, debe llegar este sábado, indicó la ONU en un comunicado.

El papa Benedicto XVI solicitó ayuda "rápida y generosa" para los sobrevivientes de la catástrofe y envió sus condolencias al arzobispo de la diócesis filipina de Maasin, el padre Cantillas. Sin embargo, el gobierno de Filipinas no ha hecho ninguna petición de auxilio internacional.