Luis Castro Obregón pasó de supuesto empleado de Notimex a delegado del Cisen
Funcionario foxista realizó espionaje en España encubierto como periodista
Madrid, 17 de febrero. La sospecha se convirtió en certeza. Luis Castro Obregón, quien fungió durante más de un lustro como supuesto periodista al frente de la corresponsalía de Notimex en Europa, fue nombrado recientemente delegado en España del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), desde donde realiza, ahora de manera "oficial", sus habituales tareas de espionaje y contraespionaje.
El despacho de Castro Obregón en España se encuentra en la propia sede de la embajada de México en Madrid, a pesar de que tanto las directrices de sus actividades como la partida presupuestaria para cubrir su salario dependen directamente y de la Secretaría de Gobernación.
Castro Obregón, de 42 años y de nacionalidad mexicana, tiene a sus espaldas una oscura trayectoria profesional, en la que se entremezclan su condición de "policía político", sus nexos con la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo -de quien fue secretario personal durante varios años- y su estrecha vinculación con el régimen priísta.
Desde su llegada a Madrid, en 1999, Castro Obregón se presentó como periodista; primero como corresponsal en España de Radio y Televisión de Veracruz y, posteriormente, como delegado de Notimex para Europa, un cargo que le atribuía la facultad de coordinar a los distintos corresponsales de la agencia de noticias diseminados en el viejo continente.
Castro Obregón se sirvió de sus credenciales de corresponsal de Notimex para infiltrarse en todo tipo de actividades políticas, universitarias o de carácter civil relacionadas con México, con particular énfasis en los movimientos europeos vinculados al zapatismo y a la defensa de los derechos humanos.
El ahora agente de espionaje en España siempre se sirvió de su condición de representante de la agencia pública de noticias para acercarse a movimientos sociales, de los que posteriormente realizaba sendos informes que, a su vez, remitía directamente al anterior delegado del Cisen en España, Eduardo Cano. Siempre de forma clandestina.
Castro Obregón también utilizó la tarjeta de presentación de Notimex para participar en coloquios universitarios y de profesionales de información, además de lograr ocupar la presidencia de la Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera -la de menor importancia de las dos organizaciones de este tipo en el país-, desde donde entabló relación directa con representantes del poder público español, como la Secretaría de Comunicación de la presidencia del gobierno español, el ayuntamiento de la capital hispana y la Universidad Complutense de Madrid. Todo ello desde su doble condición de supuesto periodista de Notimex y agente, informante u "oreja" de los servicios de espionaje mexicanos.
Una estampa habitual de las actividades de este personaje era verle asistir, con cámara y libreta en la mano, a concentraciones o coloquios relacionados con las redes de apoyo zapatista o de movimientos críticos al gobierno mexicano. Tras tomar nota y captar numerosas fotografías de los asistentes, nunca se tuvo noticia de que ese material formara parte de la oferta informativa de Notimex.
El caso de Castro Obregón representa el primer hallazgo del sexenio de Vicente Fox en el que acredita la utilización de la agencia pública Notimex para actividades ajenas a lo estrictamente periodístico, tal como ocurría de forma sistemática en los años más oscuros del régimen priísta, en los que eran puestos en cuestión la independencia de la agencia en función del poder político, así como la transparencia y ética profesional de sus actividades.
Pero las tareas del ahora delegado del Cisen en España durante su etapa de corresponsal acreditado ante el gobierno español no se limitaban a la elaboración de informes, sino que también se preocupó de tejer una red de contactos para la dirigente del SNTE, su "madrina" política y quien habría sido determinante para sus respectivos nombramientos de corresponsal de Notimex y ahora delegado del Cisen.
Castro Obregón fue informado de su cese como delegado de Notimex para Europa en la anterior Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en Salamanca.
En enero pasado inició sus actividades de espionaje y contraespionaje desde la embajada de México en Madrid, un cargo por el que recibe del erario entre 40 mil y 80 mil pesos mensuales, según la tabla oficial de remuneración del personal del Cisen.