El caso Marín divide a priístas; unos lo respaldan, otros dicen ''que se defienda solo''

Senadores perredistas propondrán desaparición de poderes en Puebla

Manuel Espino llama a no involucrar a Yunes; ''el delincuente es el gobernador'', señala

El gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, siguió ayer en el centro del debate por haber participado en la conjura que llevó a la cárcel, de manera ilegal, a la periodista Lydia Cacho. Mientras la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado de la República propondrá la desaparición de poderes en aquel estado, algunos priístas se deslindaron del mandatario poblano por considerar que el I "no puede convertirse en cómplice de las mafias".

Otros, como el mandatario de Veracruz, Fidel Herrera, defendieron al poblano. Herrera refrendó su apoyo a Marín y también salió en defensa del secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Miguel Angel Yunes Linares.

Rechazó unirse a la petición de diputados federales del Partido Revolucionario Institucional para que sea destituido del cargo por aparecer mencionado en el libro Los demonios del Edén, como uno de los presuntos participantes en la red de pederastas. "La permanencia del funcionario es buena para Veracruz", sostuvo.

Pero también hubo quien aclaró su participación en el asunto. El gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, aceptó estar implicado en ''un asunto muy concreto'' y es haber gestionado el derecho de réplica en un diario nacional (La Jornada) a un empresario relacionado en el caso de la periodista.

''Un empresario (Kamel Nacif) me pide que gestione ante un medio nacional que le concedan su derecho de réplica, lo hice a plena luz de día y hablé con el director editorial. Hasta ahí fue mi participación. No hubo nada más'', respondió en entrevista.

Añadió que no tiene nada que ver en el delito del que está acusado el empresario, ''y en ese sentido, él tendrá que responder'', dijo el gobernador.

Por su parte, el coordinador de la bancada del PRD en el Senado, César Raúl Ojeda Zubieta, informó que la solicitud de desaparición de poderes en Puebla se presentará el próximo martes, pues existen suficientes elementos para llevarla a cabo.

Resaltó que la Constitución faculta al Senado para aplicar una medida de este tipo cuando se demuestra que hay quebrantamiento del orden legal; graves violaciones a las garantías individuales y a los derechos humanos que se consignan en los tratados internacionales suscritos por México, y abuso de poder.

El PRD buscará que a esa propuesta se sumen los panistas y priístas inconformes con lo que está pasando con el gobernador Marín, comentó el legislador.

De su lado, la secretaría de Derechos Humanos del PRD afirmó que ese partido no va a permitir que se cometan atrocidades al amparo de puestos de elección popular, que los designios ciudadanos se conduzcan a la sombra del poder y del dinero, y que los gobernantes se coludan con mafias explotadoras de niños, trabajadores e industrias destructoras del medio ambiente.

En contraposición, el dirigente nacional del PRI, Mariano Palacios Alcocer, dijo que su partido no participará de un linchamiento "sin pruebas" contra Marín Torres y pidió al gobierno federal que investigue el origen de las conversaciones "ilegales" que revelaron el contubernio del mandatario con el empresario Kamel Nacif en la persecución judicial contra Cacho.

Durante su visita a Cancún, Quintana Roo, el dirigente del tricolor mencionó que el propio presidente Vicente Fox debe aclarar cuál es su relación con el empresario Kamel Nacif, conocido como El rey de la mezclilla.

Consideró que los ataques a periodistas y la "escalada de violencia en el país" tienen que ver con el debilitamiento del estado de derecho durante la actual administración federal.

''Se debe investigar esta cochinada''

Sin embargo, no todos los priístas coinciden con esta postura. La senadora Noemí Guzmán Lagunes afirmó que el tricolor "no puede convertirse en cómplice de las mafias, ni de las personas que cometen agresiones contra los niños, ni de quienes atacan la libertad de expresión torciendo la ley", y pugnó porque el mandatario poblano sea sujeto a investigación judicial por esta "cochinada".

El gobernador de Sonora, Eduardo Bours Castelo, también priísta, declaró: "yo no defiendo a nadie, que se defienda solo", mientras que el del estado de México, Enrique Peña Nieto, se pronunció porque se investigue a fin de deslindar las responsabilidades de Marín Torres y del empresario Kamel Nacif, así como lo relacionado con el espionaje telefónico.

Resaltó la gravedad de la intervención de teléfonos por "manos invisibles, porque si se hicieran públicas las conversaciones de todos los mexicanos viviríamos en escandilandia".

En cuanto a la exigencia de diputados federales de que se inicie juicio político contra Marín Torres, el mandatario estatal mexiquense consideró que se trata de escandalizar aún más sobre este caso, que calificó como "penoso, grave y bochornoso".

Por su parte, el presidente nacional del PAN, Manuel Espino, llamó a "no ponerle pelos de disimulo" al caso del gobernador de Puebla, involucrando al subsecretario de Seguridad Pública federal, Miguel Angel Yunes, pues, enfatizó, el mandatario priísta "es el delincuente". Es él, agregó, el que debe renunciar y ser políticamente enjuiciado.

Lázaro Cárdenas Batel, gobernador de Michoacán, comentó que el caso de la periodista Lydia Cacho se debe investigar a fondo para llegar hasta las últimas consecuencias, porque es sumamente grave y no debe quedar en la impunidad, como ha ocurrido con otros asuntos en el país.

Además, opinó que este tema no debiera marcar el proceso electoral, sino que las propuestas y el proyecto han de predominar en las campañas.

Por separado, Alberto Núñez Esteva y José Luis Barraza González, presidentes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), reprobaron la actuación de Kamel Nacif, de quien aseguraron "faltó a los principios del sector empresarial mexicano".

Urge pacto de civilidad: Roque

En el Senado, Ojeda Zubieta, el priísta Humberto Roque Villanueva y el panista César Jáuregui lamentaron el nivel de debate que se registró entre el coordinador de los diputados federales priístas, Emilio Chuayffet, y el secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional, Miguel Angel Yunes. El duelo de insultos y descalificaciones entre los dos políticos se derivó del escándalo que suscitaron las grabaciones difundidas por este diario, en las que el gobernador de Puebla, Mario Marín, y el empresario Kamel Nacif muestran estar en contubernio para afectar a la periodista Lydia Cacho.

Roque Villanueva, ex presidente del PRI, previó una guerra sin cuartel entre los grupos políticos del país si no se serenan los ánimos. "Estamos en riesgo de que se pase a cosas más contundentes y letales, e inclusive de que se llegue a la violencia", puntualizó, al demandar que la Secretaría de Gobernación promueva ya la firma de un pacto de civilidad.

César Jáuregui consideró que el enfrentamiento entre Yunes y Chuayffet forma parte de un viejo conflicto, en el que estuvo involucrada la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo. Pero al margen de ello, "debemos buscar quién dice la verdad y quién no. Debemos buscar quién puede acreditar lo que está diciendo y quién está falseando".

Luego de señalar que Yunes no tiene por qué renunciar a su cargo, expuso que si el diputado priísta no acepta el reto de debatir con el funcionario, va a quedar como un "bocón".

El perredista César Raúl Ojeda manifestó que si los dos políticos ya abrieron sus diferencias, lo mejor sería que fijen claramente su posición ante la sociedad. Según el legislador, afectaría más al clima político del país el que la discusión se quedara inconclusa.

En tanto, los candidatos presidenciales de los partidos Alternativa Socialdemócrata, Patricia Mercado, y Nueva Alianza, Roberto Campa, lamentaron el duelo de insultos y descalificaciones en el que se enfrascaron Yunes y Chuayffet, e hicieron un llamado a la serenidad y a levantar la mira.

Georgina Saldierna, José Galán, Angel Bolaños, reporteros; y Ernesto Martínez, Hugo Martoccia, René Alberto López, Andrés T. Morales, Cristóbal García, Silvia Chávez, David Carrizales y Luis A. Boffil, corresponsales.