Usted está aquí: viernes 17 de febrero de 2006 Política Los amarres

Luis Javier Garrido

Los amarres

El país se halla inmerso en un desastre en todos los órdenes, y es por ello muy grave que en el actual marco político-electoral por sobre los derechos de los mexicanos se pretenda negociar y definir el futuro del país.

1. La campaña presidencial de México de 2006, considerada a nivel internacional como la más larga y costosa de la historia del mundo occidental, y que el gobierno saliente de Vicente Fox auguraba iba a ser la más competida, ha cumplido apenas uno de los seis meses de duración que tiene conforme al marco legal, y ya las cosas parecen decididas. La mayor parte de los observadores extranjeros y de los medios y encuestadoras del país, y sobre todo los miembros más prominentes de la clase dominante, han asumido ya que, salvo algún gravísimo imponderable, Andrés Manuel López Obrador (candidato de la Alianza Por el Bien de Todos) será el próximo presidente de México y que, en consecuencia, todos deben acomodarse a ese escenario.

2. La campaña de 2006 tuvo muy pronto un rasgo singular y es que conforme se empezó a desarrollar, los otros dos candidatos, Roberto Madrazo (de la Alianza por México) y Felipe Calderón (del PAN), lejos de crecer en posibilidades y acortar la ventaja que les llevaba desde meses atrás el perredista, se empequeñecieron muy rápidamente y han ido apareciendo con perfiles cada vez más tenebrosos.

3. La otra paradoja de una campaña que se quiso presentar como un modelo de democracia sin serlo, es que se lleva a cabo en un momento en que el país se halla inmerso en un desastre económico, que no logra ser encubierto por la propaganda oficial, y en una crisis moral y social sin precedentes, consecuencia directa del modelo económico, pero también del sistema político y de la impunidad con la que actúan los gobernantes tras la alternancia: con las mismas prácticas de siempre, que evidencian el contubernio de políticos y empresarios nacionales y extranjeros para hacer prevalecer intereses privados por sobre los derechos del pueblo.

4. La de Felipe Calderón está siendo una campaña "de Estado", a la manera tradicional en que se hacían las priístas, contando con todo el peso del aparato estatal y derroche desenfrenado de recursos públicos y privados que viola la ley y avergüenza a México, apostando a la ignorancia política de los mexicanos, que Fox y él piensan se dejarían embaucar de nuevo por un político de la ultraderecha, como en 2000, sosteniendo la tesis de que un cúmulo de regresiones constituyen "el cambio". A Felipillo, que no muestra capacidad alguna y sí clara vinculación con los más oscuros intereses de Washington, del capital trasnacional y del alto clero, le resulta muy difícil ocultar que es otro "cachorro del imperio", como se lo han dicho, y que no tiene más proyecto que el continuista de seguir entregando las riquezas estratégicas de México al capital trasnacional y, desde luego, encubrir los innumerables delitos cometidos tanto por Vicente Fox y su esposa como por sus familiares y amigos: por la red de complicidades e intereses creados que pretende seguir en el poder.

5. El activismo desenfrenado de Fox para hacer triunfar a Felipillo hace recordar que en 2000 se comportó también impunemente como delincuente electoral, aunque ahora las cosas no le estén saliendo y este apoyo ilegal, lejos de ser una ayuda para el candidato panista sólo evidencie tanto la tentativa de imposición como la inexistencia de un estado de derecho en el país, situación que es confirmada por la nula voluntad política del IFE para aplicar la ley y someter a Fox. El vocero presidencial Rubén Aguilar pretende cínicamente que el gobierno sólo violaría la ley con la propaganda (16 de febrero), en la que el sinvergüenza de Fox derrocha inmoral e ilegalmente recursos de la nación con los que se podrían haber edificado cientos de hospitales y escuelas, y pretende soslayar la simbiosis en la que están actuando en el 2006 PAN y gobierno foxista, tal como hizo el PRI en el pasado.

6. La campaña presidencial del PRI nació muerta por el perfil sórdido de su candidato Roberto Madrazo, quien no ha dejado de presentarse como personero de Carlos Salinas y de los narcointereses que han prevalecido en estos años. El escándalo nacional suscitado por la publicación que hizo La Jornada el martes 14 de la grabación de charlas telefónicas del gobernador priísta de Puebla, Mario Marín, con el empresario Kamel Nacif, en las que evidencian su complicidad para manipular al Poder Judicial poblano encubriendo al presunto empresario pederasta Jean Succar Kuri y encarcelando a la periodista Lydia Cacho, que puso en descubierto la red criminal de aquél, no podía sino incidir en la desastrosa campaña del PRI, pues el pueblo está asqueado hasta el límite de lo tolerable de que México esté gobernado por perdularios como Mario Marín y Vicente Fox.

7. El escenario está ya decidido, y los dos grandes orquestadores del mismo: Carlos Salinas de Gortari y Vicente Fox, junto con los grandes empresarios que se han enriquecido con ellos, al parecer han entendido que su mejor opción es dejar atado de manos al próximo gobierno, con nulo o escaso margen de maniobra, y negocian para ello. "Me quieren dejar como un florero", decía por ello López Obrador el miércoles 14.

8. El modelo económico -y político- neoliberal que se ha venido imponiendo en los últimos decenios se busca asegurar con diversas medidas para el sexenio 2006-2012: a) quitando al nuevo gobierno el manejo de las finanzas, pues tras "la autonomía" del Banco de México, que supuso su subordinación al Banco Mundial y al FMI a través de tecnócratas salinistas, se busca ahora una reforma constitucional para hacer lo mismo con el SAT, la Consar, la CNBV y la CNSF; b) dejando una ampliación ya apalabrada del NAFTA o TLC que propicie el control estratégico de Washington sobre fronteras, puertos y aduanas; c) imponiéndole como colaboradores a cuadros neoliberales vinculados al salinismo, como en el caso de Ramón de la Fuente; d) instaurando una inamovible burocracia de tecnócratas conservadores gracias al servicio civil de carrera; e) dejando suscritos megaproyectos como el del canal transístmico, que dejen importantísimos recursos económicos amarrados en beneficio de empresarios foxistas-salinistas; f) intentando mayores privatizaciones en sectores claves.

9. Y, como si fuera poco, ahora sí, como la cereza en el pastel, imponiendo la firma del llamado Acuerdo de Chapultepec, promovido por el empresario Carlos Slim, reiteradamente señalado como prestanombres de Carlos Salinas y de haber amasado enorme riqueza en el lavado de dinero, mismo que supone una obediencia al modelo neoliberal y el reconocimiento del papel de los capos empresariales que han mangoneado a México.

10. El escenario que se fragua es sórdido, y no es por éste por el que el pueblo ciudadano va a ir a votar el próximo 2 de julio.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.