Usted está aquí: viernes 17 de febrero de 2006 Política "Evidente, el complot" contra Cacho: CNDH

Plantea Soberanes juicio político contra Marín Torres

"Evidente, el complot" contra Cacho: CNDH

"Debe la PGR garantizar la integridad física de Lydia"

CRISTOBAL GARCIA BERNAL CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Detractores del gobernador de Puebla manifestaron su repudio en el Congreso Foto: Pedro Pardo

Hermosillo, Son., 16 de febrero. El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes Fernández, consideró que el gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, y el empresario textil Kamel Nacif fraguaron "un complot" para incriminar de manera injusta a la periodista Lydia Cacho.

Al término de su participación en el Congreso Nacional Extraordinario de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos, dijo que la grabación telefónica divulgada por La Jornada empeora el riesgo que la comunicadora padece, por lo que la Procuraduría General de la República (PGR) debe garantizar su integridad física.

En conferencia de prensa, el ombudsman refirió que la CNDH atendió hace un año una queja por amenazas que la periodista presentó, y se solicitó a la PGR protegerla, "toda vez que en México en estos momentos el ejercicio periodístico es una profesión de alto riesgo".

Lydia Cacho fue detenida en Quintana Roo por autoridades de Puebla en diciembre anterior, a partir de una acusación por difamación y calumnia que Nacif presentó, ya que es mencionado en el libro sobre pederastia Los demonios del edén.

Agregó que la investigación que realiza la CNDH sobre el caso de Lydia dio un giro al quedar al descubierto el "complot", el cual "revela que en Puebla la justicia se aplica para fines inconfesables". Según Soberanes Fernández, "es evidente que existió una confabulación contra la comunicadora".

Soberanes reiteró su amistad con el gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, también involucrado en las cintas divulgadas por La Jornada, y por segundo día consecutivo se deslindó de cualquier imputación que pudiera implicarlo en las acciones para encarcelar a Cacho. "A mí nadie me habló, pero no puedo negar mi amistad", expuso.

Añadió: "El gobernador de Chiapas mencionó mi nombre y no voy a negar que somos amigos, pero a mí nunca me hablaron ni me pidieron nada, y me deslindo de cualquier vinculación que hubiera yo podido tener. Les puedo decir tranquilamente que para nada se me involucró en este asunto".

Soberanes destacó que la CNDH ha dado estricto seguimiento al caso de Lydia Cacho y desde los primeros momentos sostiene contacto permanente con ella para asegurar que sus derechos humanos sean respetados.

Recordó que "nadie puede estar por encima de la ley y aprovechar las relaciones personales para torcer la vara de la justicia", y se pronunció por que la fiscalía federal investigue el espionaje que dejó al descubierto la participación de la autoridad de Puebla y el empresario.

A pregunta expresa, el ombudsman nacional se declaró en contra de que el caso sea atraído por la PGR, lo que a su ver sólo tendería una cortina de humo, "como ha ocurrido con las investigaciones relacionadas con las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez y agresiones a periodistas, en las que hasta el momento no han resuelto nada".

Por último, el ombudsman nacional planteó que el caso podría resolverse si el Congreso de la Unión abre juicio político contra el gobernador de Puebla.

El secretario técnico de la Comisión de Derechos Humanos de Puebla, Héctor Reyes, aseguró a su vez que ese organismo en ningún momento trató de impedir que el caso fuera atraído por la CNDH.

 
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