Pablo Salazar se deslinda del lío de la señora Cacho con Kamel Nacif

RODOLFO VILLALBA SANCHEZ CORRESPONSAL

Tapachula, Chis., 16 de febrero. El gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, calificó de "preocupante" el espionaje telefónico, días después de que se vio involucrado en una serie de conversaciones relacionadas con la confabulación para encarcelar a la periodista Lydia Cacho, divulgadas por La Jornada.

Entrevistado al salir de una reunión con alcaldes de la región y funcionarios federales, en la que se analizaron temas relacionados con la reconstrucción de los daños que dejó el huracán Stan, el titular del Ejecutivo estatal negó tener vínculos con la detención irregular y hostigamiento a Cacho.

Sin embargo, reconoció: "Entre las llamadas divulgadas hay una mía con Kamel Nacif, y la explicación es que él posee empresas en Chiapas, y estaba planeando nuevas inversiones".

Recordó que el empresario le dijo ser acosado injustamente, y le pidió intervenir para que La Jornada le diera derecho de réplica.

"Yo acepté, hablé al periódico a plena luz del día, al más alto nivel, y le dije al coordinador editorial que sin prejuzgar si el señor era inocente o culpable, todo lo que yo le pedía es que le diera derecho de réplica.

"Se lo dio La Jornada, y no tengo nada que ver ni con las causas ni con los efectos ni con la persecución ni con los líos de la señora Cacho con Nacif; absolutamente con nada."

La gente "habla como habla" por teléfono

Salazar Mendiguchía hizo énfasis en que "la responsabilidad de informar, de comunicar, de tratarnos con libertad responsable es un tema de todos".

Además se quejó de "la vulnerabilidad de todos los ciudadanos al estar intervenidos telefónicamente, ya que la gente habla como habla en un teléfono, porque sabe que nadie lo está escuchando; creen que solamente están hablando con otra persona, y esto muestra la fragilidad que tenemos todos con las intervenciones".