Denodados esfuerzos de los priístas por impedirlo
Separarse del cargo, piden diputados al gobernador y su procuradora
La Cámara de Diputados -con el voto del PRI en contra- exhortó ayer al gobernador de Puebla, Mario Marín, y a la procuradora de Justicia del estado, Blanca Laura Villeda, a separarse de sus cargos mientras se investiga la violación a los derechos humanos de la periodista Lydia Cacho, y garantizar con ello la imparcialidad y la transparencia del proceso.
En la sesión, donde se aprobó el exhorto y una solicitud para que la PGR deslinde responsabilidades e imponer sanciones contra los funcionarios involucrados en la conjura, los priístas buscaron eludir la discusión. El punto de la Junta de Coordinación Política se aprobó al inicio de los trabajos, y durante casi cinco horas el tricolor intentó negociar el silencio de los diputados.
El coordinador priísta, Emilio Chuayffet, fue a sentarse junto a la curul del coordinador del PRD, Pablo Gómez, para convencerlo de que el tema no se tocara en tribuna. A la presión se sumó el diputado Jesús Morales Flores, hermano del ex gobernador de Puebla Melquiades Morales, y operador de la campaña de Roberto Madrazo.
La intentona no fructificó y los diputados de PRI, PAN y PRD entraron a un largo debate. El regiomontano Héctor Gutiérrez se enfrascó en una disputa verbal con Pablo Gómez, para defender al subsecretario de Seguridad Pública, Miguel Angel Yunes, a quien el perredista se refirió como uno de los señalados de participar en la red de pederastas de Jean Succar Kuri y Kamel Nacif. ''¡No vengan a esta tribuna como cobardes a pretender acusar a alguien, cuando no tuvieron la hombría para de frente acusarlo!'', exclamó Gutiérrez.
El poblano José Porfirio Alarcón le dio a Cacho la calidad de ''indiciada'' y dijo que en la cárcel de Puebla a la periodista le hicieron ''comerse un pollito'' y hasta le dieron ''Tesalón para quitarse la tosecita''.
El panista Pablo Alejo Núñez dijo desde la tribuna que también debía investigarse el presunto vínculo del senador del PRI Emilio Gamboa en la red de pederastas construida en Cancún por Succar Kuri. ''Yo me pregunto por qué el PRD, que está haciendo el trabajo sucio al PRI, no mencionó que en la obra de la periodista también se hace alusión al senador Emilio Gamboa.''
La sesión de ayer se inició con la aprobación por mayoría del punto de acuerdo en el que la Cámara de Diputados ''se pronuncia en contra de los actos presuntamente realizados por el gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, en relación con la violación de los derechos humanos en el caso de la periodista Lydia Cacho Ribeiro'' y, al mismo tiempo, condena el espionaje y llama a las autoridades competentes para investigar las intervenciones telefónicas en esa entidad.
Sin embargo, no se previó un debate en tribuna, y los panistas percibieron que se intentaba dejar pasar el tema. Así se lo reclamó José Antonio de la Vega al vicecoordinador perredista, Eduardo Espinoza, a quien atribuyeron la negativa de ventilar nuevamente las conversaciones de Marín con Kamel Nacif.
La percepción fue tal que la diputada poblana Myriam Arabian expresó así su molestia: ''¡Estoy muy encabronada!''
Los priístas insistían en callar. Cada quien por sus motivos. Héctor Gutiérrez de la Garza, para evitar la andanada contra su amigo Yunes, porque para esa hora Emilio Chuayffet había deslizado la instrucción entre las curules priístas, y hasta las perredistas, de "darle con todo". Ante ello, Gutiérrez de la Garza exclamó: ''Quieren hacer escarnio de Miguel Angel. No lo hicieron cuando estaba aquí. ¡Esas son chingaderas!''
Ante la intención de frenar el debate, el perredista José Luis Medina Lizalde reclamó desde su curul el ''intento desesperado por airear un asunto de tanta trascendencia para el país''.
A pesar de ello, PRD, PAN, PT, PVEM y Convergencia hicieron mayoría para que cada grupo parlamentario fijara su posición. El primero en subir fue Jesús González Schmal, quien consideró que al instruir un proceso contra Lydia Cacho por solicitud de Kamel Nacif, el gobernador Marín rompió el orden constitucional, por lo cual el Senado está en la posibilidad de plantear la desaparición de poderes en el estado. La misma tesis fue compartida por la diputada Arabian Couttolenc.
Luego, el petista Joel Padilla Peña reclamó que si el mandatario estatal ''confía en su inocencia debe separarse de sus funciones y ser sujeto de proceso penal por violaciones a la Constitución de la República y de Puebla''.
El PVEM, aliado con el PRI para las elecciones presidenciales, hizo mutis.
Pablo Gómez delineó que como en Cancún se construyó una de las bases del sistema internacional de turismo sexual infantil, ''se han confabulado poderes empresariales, autoridades y gobernantes'', y afirmó que en el libro Los demonios del Edén Lydia Cacho se refiere a Miguel Angel Yunes ''como una persona que intervino a favor de quien ahora está detenido en Arizona (Jean Succar Kuri) esperando una extradición a México, acusado por este delito''.
Dijo que incluso en declaraciones ministeriales ''se menciona al señor Yunes por parte de dos menores de edad víctimas de esta industria de la prostitución infantil. Sin embargo, fue (nombrado) subsecretario de Seguridad Pública y no parece que haya sido sometido a un control de confianza''.
Y así como al presidente Vicente Fox hay que pedirle una explicación de por qué lo designó funcionario, también debe exigirse al gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, explicaciones por los nexos con Succar y Nacif, expresó.
''Porque la cámara y los partidos no pueden ser tapaderas de nadie, y exigimos al PRI que tampoco sea tapadera del gobernador de Puebla.''