La falta de reconocimiento legal aumenta el riesgo del VIH, alerta el Censida
Contrajeron nupcias 800 parejas homosexuales
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Lesbianas y homosexuales exigieron respeto a sus derechos durante la celebración del Día del Amor y la Amistad con una boda colectiva en el Hemiciclo a Juárez
Foto: Carlos Cisneros
"Somos un pinche país homofóbico, y mientras así sea seremos vergonzosamente mexicanos", sentenció ayer la actriz Jesusa Rodríguez ante decenas de homosexuales, lesbianas y transexuales que se dieron cita en el Hemiciclo a Juárez para celebrar "bodas" entre parejas del mismo sexo, aquellas que no son reconocidas por la ley, lo que para el director general del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH-sida (Censida), Jorge Saavedra, impide la fidelidad y, por lo tanto, hace más patente el contagio de esta enfermedad.
Si no les reconocen la unión, "¿a quién le van a ser fiel? -se preguntó. Está comprobado, así se nota en todas las encuestas que se han hecho sobre sexualidad, que para las parejas heterosexuales el mayor incentivo de ser fieles es el matrimonio. Alguien podría decir que es sólo un papel, pero no, es un compromiso escrito, firmado. Y si esto se analiza, aquellas uniones no tendrían por qué no reflejarse en parejas homosexuales".
Las muchas resistencias a ello, aseguró, vienen de creencias, prejuicios, valores mal entendidos que "mucha gente se aferra a seguirlos". Por eso es necesario, insistió Saavedra, "mayor involucramiento del Estado en su conjunto para que se aprueben leyes que incrementen la educación en sexualidad entre la población y se desechen temores o sustos infundados de que la orientación sexual o la homosexualidad se le va a pegar a la gente".
Discriminación, gran desastre, advierte Jesusa Rodríguez
Tras refrendarle amor a su pareja, Liliana, Jesusa Rodríguez mencionó, frente a lo que dijo fue rebautizado desde hace varios años como el "homociclo", que en México "tenemos un desastre, que es la gran discriminación". Por eso conminó a iniciar un trabajo fuerte contra la homofobia, porque ésta, a fin de cuentas, "siempre ha sido el caballito de batalla. ¿Porqué siempre hemos utilizado la homosexualidad como un delito para destruir a quienes no piensan como nosotros? Es hora de que esta situación cambie".
El ejemplo de los ataques fue el multihomicida Osiel Marroquín, "un producto desesperadamente maligno -definió la actriz-, que ni siquiera sabe lo que piensa o lo que siente", aunque mató a cuatro homosexuales. Sugirió que como parte de los festejos por los 200 años del natalicio de Benito Juárez, en el espacio vacío del Hemiciclo se ponga la frase que dijo el ex presidente, en una carta de 1863, a Manuel Doblado: "libertad en todo y para todos".
Jaime Vela, abogado, simulando ser Juárez, dijo que si éste viviera "permitiría las uniones entre personas del mismo sexo", y conminó a parejas, "como las nuestras, a crear nuestro propio conjunto de valores y reglas de acción para mostrarlas e imponerlas. Debemos determinar cómo deseamos integrarlas a nuestros núcleos de convivencia. Demostremos que nuestra capacidad de innovar es ilimitada. David, mi pareja, se une a mí para desear que muy pronto las uniones entre personas del mismo sexo en México sean una realidad jurídica, porque es necesario, porque tenemos derecho legítimo".
Ayer se prepararon 800 certificados de matrimonio, 300 más que el año pasado.