Drucker y Aboites: no se abren plazas para los locales ni para los graduados fuera
México prepara doctores, pero los desaprovecha
René Drucker, coordinador de Investigación Científica de la UNAM, afirmó que México prepara doctores y maestros en distintas disciplinas, pero carece de un sistema de repatriación de científicos radicados en países como Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. Este programa está prácticamente cancelado porque no se han abierto nuevas plazas para los investigadores.
El gasto en educación se ha estancado, expresó por su parte Hugo Aboites, investigador de la UAM-Xochimilco, y aseguró que hay señales de retroceso y fuerte deterioro del tejido institucional en escuelas. En materia educativa, recalcó, el Presupuesto de Egresos refleja de manera puntual los compromisos establecidos con el gobierno de Estados Unidos y con las cúpulas empresariales de México.
Así, subrayó Aboites, en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte el gobierno salinista se comprometió a que el gasto e iniciativa de la educación pública, no habrían de inhibir el libre paso de servicios privados educativos y la certificación de profesionales foráneos, a través de las fronteras.
Drucker señaló que el presupuesto para ciencia y tecnología no ha variado mucho desde 1981, cuando se hablaba de una inversión de 0.41 por ciento del producto interno bruto (PIB). Desde entonces ha habido fluctuaciones y el peor momento se vivió en el gobierno de Miguel de la Madrid, cuando cayó a 0.27 por ciento del PIB.
Posteriormente creció, dijo, pero no ha rebasado 0.4 por ciento del PIB, y en este gobierno el presidente Vicente Fox prometió llegar a uno por ciento, meta difícil de alcanzar, porque significaría una erogación de al menos 60 mil millones de pesos.
Drucker, al igual que Aboites, habló en el foro sobre El Presupuesto de Egresos de 2006 y sus implicaciones sociales, organizado por La Jornada y el centro cultural Casa Lamm. Se refirió a las becas y destacó que el problema es que México no tiene un mecanismo eficiente de incorporación de todos estos jóvenes a quienes se les ha becado para formarse en diferentes disciplinas.
México invierte una importante suma de dinero para preparar jóvenes, pero una vez que terminan no tienen ocupación en las universidades. No hay oportunidades para que se incorporen al trabajo y, fuera de la zona metropolitana, las universidades no tienen plazas de profesor o investigador de tiempo completo dedicado a la investigación científica.
Además, agregó, a las universidades privadas, de los cuales la mayor parte son patito, pero aun aquellas con cierta categoría, no les interesa la investigación y no contratan jóvenes con doctorado. En caso de que lo decidieran, buscan a quienes están en la rama de la economía o administración.
El país, precisó Drucker, produce alrededor de mil 200 doctores al año, cifra que es muy baja comparada con la de Estados Unidos, donde al año alcanzan ese nivel unos 50 mil jóvenes. Estamos por debajo de Brasil y España, pero aun con esa cifra tan baja, tampoco hay estrategias para utilizar la capacidad de esos jóvenes.
Nunca ha habido una visión de cómo relacionar a la ciencia y la tecnología, pero lo cierto es que es el motor del desarrollo, dijo, y propuso fortalecer las pequeñas y medianas empresas para que ahí puedan aplicar sus conocimientos y hacerlas competitivas. Necesitamos -dijo- entrarle al campo a los recursos marinos y no equivocar la discusión de los transgénicos.
"A mi juicio, no es que sean buenos o malos para la salud. El problema es que están en manos de empresas extranjeras y si no le entramos pronto estaremos fuera, como ocurre con los medicamentos." Por ejemplo, dijo, el Seguro Social en su cuadro básico no tiene un solo medicamento que provenga de una empresa farmacéutica mexicana.
Aboites, investigador de la UAM Xochimilco, señaló que el objetivo fundamental del ejercicio del gasto ya no es crear escuelas y universidades para una educación de amplios horizontes. Ahora interesa construir un aparato educativo público que se defina básicamente como centros y escuelas de capacitación para el trabajo.
El país, indicó, mantiene desde el decenio pasado la cifra de más de un millón de niños que no tienen acceso a la educación primaria. Casi 40 por ciento de las 100 mil escuelas primarias del país no tienen todos los seis grados completos y tenemos también más de 32 millones de personas mayores de 15 años que no terminaron la educación básica.