Cumplen 20 días en huelga; demandan el pago de $80 millones en prestaciones
Pretenden "quebrar" textilera para evadir adeudos, denuncian obreros en Veracruz
Durante ocho meses sólo han recibido 50 por ciento de sus salarios, aseguran
Ciudad Mendoza, Ver, 14 de febrero. Los 347 obreros de la Compañía Industrial Veracruzana, SA (CIVSA) cumplieron 20 días en huelga, en demanda del pago de un adeudo de 80 millones de pesos por diversas prestaciones laborales; señalaron que durante varios varios meses sólo han cobrado 50 por ciento de sus salarios.
El representante de los trabajadores, José Torres Serrano, sostuvo que el propietario de la factoría, Manuel del Valle Ruiz, pretende declarar en quiebra a la compañía, para evadir el pago de sus compromisos.
CIVSA, conocida originalmente como Fábrica Santa Rosa, es el último de los siete complejos textiles instalados a finales del siglo XIX en el corredor Orizaba-Río Blanco-Ciudad Mendoza, cuna del movimiento obrero del país. Las otras fábricas eran Cocolapam, San Lorenzo, Cerritos, Río Blanco, Santa Gertrudis y Mirafuentes, que en su momento conformaron la Compañía Industrial de Orizaba Sociedad Anónima (CIDOSA), ya desmantelada.
La actividad laboral en la región también es reconocida por su contribución a los cambios políticos del país, y se recuerda la represión del gobierno porfirista contra obreros, el 7 de enero de 1907, preludio de la Revolución que comenzó tres años más tarde. Desde entonces, a los obreros fusilados se les conoce como los Mártires de Río Blanco, y la fecha del ajusticiamiento es referencia del patriotismo mexicano.
La crisis de la industria textilera en Veracruz se agudizó tanto que durante los últimos 20 años cerraron las siete empresas que en su momento tuvieron liderazgo nacional en producción, y la última, CIVSA, detuvo actividades el 25 de enero pasado.
Los trabajadores de CIVSA paralizaron la fábrica en julio de 2003, para exigir un aumento salarial de 5 por ciento y el pago de adeudos acumulados por diversas prestaciones, como vivienda, bonos vacacionales y cuotas al Seguro Social.
A mediados de 2005 los obreros representados por José Torres Serrano, enviaron solicitudes de audiencia al presidente Vicente Fox Quesada para solicitar su intervención y evitar el cierre de la empresa. No hubo respuesta, y tampoco fueron atendidos los oficios remitidos a Carlos Abascal Carranza, en su momento titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, hoy secretario de Gobernación.
En una acción ilegal, los directivos de la empresa se negaron a revisar los salarios, y durante ocho meses pagaron sólo la mitad de sus salarios a los 347 obreros, además de que acumularon un adeudo de 80 millones en diversos rubros, entre ellos pagos al Seguro Social, Infonavit y al fisco.
Ante la negativa de los propietarios a atender las peticiones, y la indiferencia de las autoridades federales, los obreros decidieron iniciar una huelga el 25 de enero pasado.
Al cabo de 20 días, la respuesta de los abogados del propietario Del Valle Ruiz fue el anuncio de que la empresa será declarada en quiebra ante las autoridades fiscales, con intención de evadir los pasivos millonarios con sus trabajadores.
Torres Serrano recordó que se le anunció sobre la quiebra de CIVSA el fin de semana pasado, y no descartó que la maniobra prospere.
Acotó que se espera un fallo oficial que beneficie a los propietarios de CIVSA, y por lo pronto se notificó a los obreros que la fábrica quedó a cargo el juzgado octavo del Distrito Federal, que nombró a Jorge Espíndola López comisionado especial para el caso.
Al momento de estallar la huelga, CIVSA operaba a 70 por ciento de su capacidad, produciendo entre 8 mil y 10 mil metros cuadrados de tela diariamente, cuando su capacidad original superaba 40 mil metros por jornada, dividida en tres turnos laborales.