La multitud guardó un minuto de silencio; exigen la renuncia del presidente Lahoud
Conmemoran más de 500 mil libaneses el primer aniversario del asesinato de Hariri
Ampliar la imagen Centenares de miles de libaneses rinden homenaje al ex primer ministro asesinado el año pasado, ayer en la Plaza de los Mártires de Beirut Foto: Ap
Beirut, 14 de febrero. Más de 500 mil libaneses se concentraron este martes en el centro de Beirut al conmemorarse el primer aniversario del atentado que costó la vida al ex primer ministro Rafiq Hariri, acto en que pidieron la destitución del presidente de Líbano, Emile Lahoud.
"Al estar presentes aquí hoy, hacen fracasar la conspiración (...) contra Líbano, contra Rafik Hariri, contra la libertad, independencia y dignidad de Líbano", afirmó su hijo y heredero político, Saad Hariri, a la multitud desde un cristal blindado.
Ante el temor de que también pueda ser asesinado, Saad ha pasado más de seis meses en el extranjero, pero volvió para asistir a este aniversario.
Los manifestantes agitaron banderas libanesas y exhibieron retratos de Rafiq Hariri, y a las 12:55, hora de la explosión junto al paseo marítimo que dio de lleno al convoy que llevaba al ex dirigente, la multitud mantuvo un minuto de silencio, seguido de cánticos de "Siria fuera".
Durante el último año, la coalición de partidos musulmanes sunitas, cristianos y drusos que organizaron la manifestación ha pedido la dimisión de Lahoud y una investigación del atentado, del que culpa a Damasco. No obstante, el presidente libanés ha dicho que permanecerá en el poder hasta el fin de su mandato.
El líder druso Walid Jumblatt manifestó durante el acto que "el tirano terrorista Bashar Assad (presidente sirio) te trajo, Lahoud, pero los libaneses te haremos marchar".
En Washington, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, dijo que Estados Unidos sigue comprometido con el pueblo de Líbano para llevar a los responsables de la muerte de Hariri ante la justicia.
En Damasco, en cambio, algunos sirios señalaron que la muerte de Hariri se ha convertido en una campaña apoyada por Estados Unidos dirigida a la desestabilización de Siria, y la responsabilizaron de las divisiones entre los libaneses.
La gran asistencia a esta manifestación recordó las grandes protestas que se registraron tras el atentado contra el ex primer ministro, el 14 de febrero de 2005 en Beirut, en que murieron otras 22 personas.
Esas protestas, junto con la presión internacional, forzaron a Siria a acabar con sus 29 años de presencia militar en Líbano, aunque negó cualquier papel en el asesinato.
Siria, que retiró sus tropas de Líbano el 26 de abril de 2005, está acusada por una comisión de Naciones Unidas de haber participado en el asesinato del ex gobernante.
Sin embargo, los musulmanes chiítas, dirigidos por la milicia Hezbollah, apoyados por Siria e Irán, no participaron en las protestas que siguieron al asesinato del ex primer ministro, pero indicaron que una representación estaría presente en la conmemoración de este día.