Whittington, el abogado lesionado, sufre "leve" ataque cardiaco por los perdigones
Cheney, blanco de bromas y críticas tras herir a un amigo en una cacería
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Imagen de archivo del vicepresidente estadunidense Dick Cheney en una cacería de codornices en Dakota del Sur
Foto: Reuters
Washington, 14 de febrero. El vipresidente Dick Cheney es blanco de críticas de la oposición demócrata, periodistas, humoristas y hasta de la Casa Blanca en Estados Unidos, luego que el sábado pasado hirió a su amigo, el abogado Harry Whittington, cuando ambos cazaban codornices.
Whittington, de 78 años, sufrió hoy un "leve" ataque cardiaco, según fuentes médicas, que explicaron que el hombre tiene perdigones alojados cerca del corazón, que no se han extirpado.
La senadora demócrata, Hillary Rodham Clinton, afirmó en conferencia de prensa que reaccionar con el silencio es característica del gobierno del presidente George W. Bush, al referirse a que el incidente fue informado a la opinión pública hasta el domingo.
"Una tendencia de esta administración -desde la cima hasta el nivel más bajo- es ocultar información significativa y relevante para los trabajos que todos ustedes hacen, y es del interés del pueblo estadunidense", dijo Rodham Clinton a periodistas.
"Uniendo todo, trasladándonos años atrás, existe un patrón y es un patrón problemático", señaló, y llamó a una respuesta más contundente al desastre del huracán Katrina, que en agosto pasado devastó la costa sur del país.
A su vez, el de la Casa Blanca, Scott McClellan, dijo a periodistas:"Si ustedes quieren dedicar su tiempo (al accidente de cacería de Cheney), está bien. Nosotros en adelante vamos a preocuparnos de las prioridades del pueblo estadunidense".
El vocero, sin embargo, bromeó sobre el tema al afirmar que decidió ponerse una corbata anaranjada para asegurarse de que Cheney no le disparara accidentalmente.
Las preguntas sobre Cheney han acosado a la Casa Blanca desde el domingo pasado, cuando trascendió el accidente. McClellan no ha podido responder satisfactoriamente, sin embargo, a la pregunta de por qué no se informó desde el sábado por la noche al público sobre el accidente. Los informes empezaron a filtrarse desde Texas hasta el domingo siguiente.
Quizá fue una forma de postergar la reacción de los humoristas estadunidenses, que han sido implacables ante los hechos.
"El vicepresidente defiende su decisión de dispararle a Harry Whittington. Según la mejor información de inteligencia disponible entonces, había indicios de codornices ocultas en los arbustos. A pesar de que lo que se escondía ahí era un hombre de 78 años, Cheney insiste en que fue correcto dispararle", esta broma fue hecha por Rob Corddry en el programa noticioso del canal Comedy Central.
"Resulta que Cheney torturó al hombre por media hora antes de dispararle", bromeó el comediante televisivo, Jay Leno.
"Pienso que Cheney se empieza a impacientar. Luego de que disparó al hombre, gritó: ¿Alguien más quiere decir que el espionaje doméstico es ilegal?", arremetió Leno.
El presentador David Letterman bromeó en su programa nocturno de televisión: "Buenos días, damas y caballeros, finalmente hemos encontrado un arma de destrucción masiva: Dick Cheney", dijo, invocando el argumento del gobierno de Bush para invadir Irak.
Una caricatura en la prensa mostraba el martes a Cheney en su despacho, delante de tres trofeos de caza colgados en la pared, que en lugar de ser cabezas de ciervo o jabalí, eran bustos humanos. "Les presento a mis amigos", decía la leyenda.
"Cheney reconoció que el hombre al que le disparó con perdigones el sábado no era Ayman Zawahiri (número dos de Al-Qaeda) y culpó por la confusión a 'una falla de inteligencia", escribió en su blog (sitio en Internet) político, el periodista Andy Borowitz.
En Hollywood, el actor y director George Clooney, notorio opositor al gobierno republicano de Bush, bromeó sobre el tema al afirmar que había declinado la invitación del vicepresidente a salir de caza.
De otro lado, los perdigones que tiene Whittington en el cuerpo "básicamente están alojados en cierta área causando inflamaciones. Cuando eso ocurre causa irritabilidad", dijo en una conferencia de prensa David Blanchard, jefe del servicio de urgencia del Christus Spohn Hospital Memorial en Corpus Christi, Texas.
"Por el momento no hay planes para operar y remover ese perdigón", dijo por su parte el vocero del hospital, Peter Banko". Algunos de los perdigones parecen haberse movido y se alojaron en parte del corazón, causando una fibrilación de la cavidad cardiaca en lo que diríamos es un ataque cardíaco menor", agregó el médico.
La oficina de Cheney aseguró que éste telefonéo a su compañero de cacería tras enterarse de su ataque cardiaco, y de paso aclaró que, efectivamente, el vicepresidente no tenía la licencia para cazar, que cuesta siete dólares, pero que el cheque para hacer el pago, sin duda, ya está en el correo.
Según fuentes del diario The Independent, esta es la segunda vez en la historia de Estados Unidos que un vicepresidente hiere a alguien. La primera vez ocurrió el 11 de julio de 1804, cuando el vicepresidente, Aaron Burr, mató al estadista Alexander Hamilton en un duelo en Weehawken, Nueva Jersey.