Morales plantea un equilibrio con iguales ganancias; Total y British, al margen
Petrobras y Repsol YPF apuntalan nueva relación de Bolivia con grandes petroleras
La Paz, 14 de febrero. La brasileña Petrobras y la española Repsol YPF anunciaron proyectos para el gas boliviano en el contexto de una nueva relación definida por el presidente Evo Morales como de equilibrio e iguales ganancias, mientras la francesa Total y la británica British Petroleum guardan distancia con el nuevo esquema.
Petrobras marca la pauta en el nuevo escenario de ''nacionalización'' de los recursos, planteado por el gobierno del izquierdista Morales, con un programa de 5 mil millones de dólares de inversión para los próximos cinco a seis años, cuyos detalles serán dados a conocer en breve.
La estatal brasileña está incluso dispuesta a asociarse con su par boliviana YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos), que por su estado residual no efectuará aportes de capital.
Se trata de una cifra récord en la historia de la inversión privada en el país andino, es decir, mil 500 millones de dólares más que el global de la inversión privada registrada en el sector entre 1997 y 2004, cuando regía una ley privatista.
Esa ley fue remplazada hace sólo 10 meses por otra que elevó a 50 por ciento los tributos y recuperó la propiedad estatal en punto de producción.
La posición de Petrobras, una de las 20 multinacionales petroleras que operan en el país hace nueve años, parece contener una fuerte dosis política de apoyo a Morales por parte del gobierno brasileño de Lula Da Silva, de acuerdo con analistas locales.
Petrobras controla los dos yacimientos más promisorios de gas natural en el sur de Bolivia, con 14.5 por ciento de las reservas bolivianas (las segundas más importantes de Sudamérica: 1.55 billones de metros cúbicos) así como el proceso de transformación y refinación de petróleo.
Repsol también apuntala la nueva relación de Bolivia con los consorcios petroleros. La firma española perfila la construcción de un ducto entre el sudeste y el oeste del país y una planta de extracción de gas doméstico, con una inversión de 150 millones dólares, de ejecución inmediata.
En medio de una honda crisis financiera, producto de la caída de sus acciones en el mercado bursátil, emergente de la reducción de las reservas gasíferas declaradas en Bolivia y Argentina, Repsol busca privilegiar el mercado boliviano, que en 2005 sufrió fuertes desabastos, según observadores locales.
El presidente de la petrolera hispana en Bolivia, Julio Gavito, pidió a la administración de Morales retirar las acusaciones de contrabando y falsedad ideológica levantadas en su contra, para consolidar una relación de mutua confianza.
La radicación de cargos en tribunales bolivianos o internacionales contra Repsol-YPF ''enturbiaría todo'', sobre la relación que se pretende renovar con Bolivia, advirtió Gavito. ''Entre socios es mejor no estar atacándose'', subrayó.
La petrolera española controla 25.7 por ciento de la reservas de gas bolivianas.