Editorial Oceáno pone la obra a disposición del público esta semana
En libro póstumo, Del Villar atribuye a la corrupción la decadencia económica
Analiza el rescate bancario y el socavamiento de la Auditoría Superior de la Federación
El tema fue puesto a discusión nuevamente por BBVA Bancomer la semana pasada. El grupo financiero español reunió a cuatro candidatos a la presidencia de la República para consultar, entre otros puntos, su percepción sobre el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), el mecanismo usado por el anterior gobierno federal para operar el rescate financiero en 1995, cuyo costo actual es de un billón 300 mil millones de pesos, 20 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Con un sentido de la oportunidad por supuesto no premeditado, la editorial Océano pone a disposición del público, a partir de esta misma semana, la obra póstuma de Samuel I. del Villar Agravios nacionales en la hacienda pública mexicana, 1982-2005, en la que el ex procurador capitalino -fallecido el 20 de marzo de 2005- argumenta que la corrupción en casos como el del rescate bancario y la falta de apego a la legalidad de los últimos tres gobiernos "ha afectado el funcionamiento estructural de la economía y en particular de sus sistemas financieros".
Para reavivar un debate rescatado -quizá involuntariamente- por los propios banqueros, la obra de Samuel I. del Villar argumenta que "la corrupción del régimen en general, y de la función institucional de la hacienda pública en particular, ha estado en el centro de (la) decadencia económica y política de México. No sólo estranguló el crecimiento productivo de la economía nacional y atrofió las instituciones fiscales y financieras para sostenerlo; también institucionalizó la violación a la Constitución y a un gobierno al margen de la misma".
Del Villar, un abogado egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que cursó maestría y doctorado en Harvard, fue uno de los creadores, durante el gobierno del ex presidente Miguel de la Madrid, de gran parte del entramado legal para perseguir la corrupción en el sector público. Miembro del grupo de priistas que rompió con su partido para integrar la Corriente Renovadora, que dio paso a la formación del Frente Democrático Nacional y posteriormente del Partido de la Revolución Democrática, fue también un distinguido estudioso del Derecho y, en una faceta quizá menos conocida para el público general, de la estructuración y desempeño de la institución de la hacienda pública en el régimen económico y político del país.
De la miopía a la atrofia
En la obra que Océano pone a disposición del público esta semana, Del Villar defiende la tesis de que en el periodo que va de 1982, al inicio de las reformas de libre mercado en el país, y hasta 2005, cuando se comenzó a resentir con mayor peso la carga del rescate bancario sobre las finanzas públicas, "la corrupción de la hacienda pública descapitalizó los balances del Estado mexicano".
Esa corrupción, abunda, "sistematizó la transferencia ilícita de activos y recursos fiscales sin precedentes históricos, a partir de la privatización, en 1993, de activos productivos del Estado, principalmente la banca. Impidió participar a los banqueros mexicanos en la readquisición de sus bancos estatizados en 1982. Y con esto tiró al cesto de la basura la herencia y las bases institucional y profesional que desarrolló la banca mexicana y cuya eficacia fue decisiva para mover el ahorro nacional a los altos índices de inversión pública y privada que sustentaron el llamado 'milagro económico mexicano' de las décadas de los 50, 60 y 70".
No es un análisis sólo relativo al rescate bancario indiscriminado que emprendió el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo después de la devaluación de diciembre de 1994 y que mantuvo en sus términos la actual administración.
La miopía, plantea el texto, ha estado en que la imposición de este rescate ha atrofiado la raíz del régimen de gobierno, privilegiando la corrupción organizada institucionalmente desde la autoridad financiera-monetaria y dando al traste con el estado de derecho y la representación democrática.
Se detiene Del Villar en dos hechos que para el gobierno pasado y el actual no han merecido relevancia mayor. El primero, que la deuda bancaria fue contratada por la administración federal al margen de la constitución y, segundo, que los funcionarios responsables de ese colosal endeudamiento o prestan sus servicios al sector privado o encabezan las instituciones públicas del sistema financiero actualmente.
El texto olvidado
"El punto relevante es que el Fobaproa-IPAB y su deuda violaron la constitución. Tiraron por la borda la forma constitucional de gobierno, sustituyéndola por la más feroz dictadura de la corrupción...Se burló al Congreso, se falsificaron las auditorías ordenadas por él, se acabó con la independencia e integridad del Poder Judicial y se quitó los dientes a la Auditoría Superior de la Federación".
Hay distintos tipos de consecuencias de la corrupción asociada al rescate bancario. Dos de las que menciona Del Villar: la de alcance legal y político y la económica.
Sobre la primera: las ramificaciones del rescate bancario -expone en el texto el autor- no se restringirán al manejo del sector financiero o de la economía. Permean la raíz del régimen de gobierno del país en su conjunto. Quitaron el sustento fundamental a la vigencia del estado de derecho, "haciendo de la supuesta transición un mero reclamo demagógico". El Fobaproa-IPAB evidenció que el binomio Hacienda-Banco de México, y no el Congreso, es la base de la representación social en México, pero no de la mayoría de la población, sino de unos cuantos políticos, burócratas y banqueros y de sus intereses corruptos que estrangulan el bienestar de la población.