Enlace Civil atribuye al gobierno del estado el nuevo "atentado político" en su contra
Cancela HSBC cuentas bancarias a ONG que ayuda a comunidades de Chiapas
"Por así convenir a sus intereses" y sin más explicación, el banco HSBC decidió cancelar dos cuentas de depósitos de Enlace Civil, organización no gubernamental que funciona como puente entre las comunidades indígenas de Chiapas y la sociedad nacional e internacional que las apoya en sus proyectos para mejorar sus condiciones de vida.
Paulina Fernández y Gloria Elisa Benavides dieron ayer una conferencia de prensa para informar de este nuevo "atentado político", el segundo en menos de un año, que discrimina a los pueblos indígenas, en particular a las bases de apoyo zapatistas que trabajan en la construcción de un proyecto alternativo de nación.
Esta es la única manera de entender la decisión de la institución financiera que desde el 26 de enero, en que comunicó a Enlace Civil que a partir del 11 de febrero se cancelarían dos cuentas de depósito, no ha presentado una justificación lógica y razonada sobre el particular, señaló Fernández, quien también aseguró que desde que fueron abiertas dichas cuentas, a mediados de 2005, y como en todas las operaciones financieras que realizan, no existe ninguna irregularidad ni mal manejo.
Por el contrario, los movimientos de los recursos, así como las actividades de la asociación civil están bajo un constante escrutinio de la autoridades políticas del país y de Chiapas, indicó.
Consultadas al respecto, fuentes oficiales de HSBC en la ciudad de México dijeron a La Jornada que no tenían noticia de la cancelación de dichas cuentas bancarias.
Enlace Civil sólo recibió una notificación en sus oficinas ubicadas en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en la que Edmundo Rivero Sánchez, apoderado legal de HSBC México, informó que "por así convenir a los intereses" del banco se daban por terminados dos contratos de depósito bancario a nombre de María Gloria Benavides Guevara y María del Rosario Villa Quintero, respectivamente. Ambas son colaboradoras de Enlace Civil.
Esta es la segunda vez que esto ocurre. La primera fue el 19 de mayo de 2005, cuando BBVA Bancomer, con el mismo argumento, canceló las cuentas bancarias de la organización civil. Después, comentó Benavides, los representantes de Bancomer pretendieron justificarse y entregar una compensación en la forma de un donativo "o algo así", pero las comunidades indígenas decidieron romper todo vínculo con dicho banco.
Respecto a este nuevo incidente, Paulina Fernández resaltó que desde su apertura, los ejecutivos de HSBC tuvieron conocimiento de quiénes eran los titulares, el objetivo y destino de los recursos económicos que se depositarían en los instrumentos financieros.
"Así que pensamos que existe una política que trasciende al banco, pero cuyo principal objetivo es obstaculizar" el progreso de las comunidades indígenas. Señaló al gobierno del estado como el principal responsable de presionar a la institución bancaria para que cancelara las cuentas.
"Es la misma guerra de baja intensidad que en febrero de 1995 se tradujo en el avance del Ejército en las comunidades zapatistas para detener a Gloria Benavides y buscar la desintegración de las organizaciones indígenas", afirmó.
Una de las cuentas bancarias canceladas por HSBC estaba a nombre de Gloria Benavides. Servía para depósitos nacionales e internacionales que apoyan la ampliación de la red de agua potable de San Andrés Sacamch'en de los Pobres, la cual es muy pequeña y no alcanza para abastecer a las aproximadamente 15 mil personas que viven en esa localidad, explicó Benavides.
También servía como fondo de ahorro para la compra de un camión cisterna con el que se proveerá de agua a las bases de apoyo zapatistas que habitan en el municipio de Zinacantán. Con este proyecto, los indígenas quieren evitar nuevos problemas con las autoridades locales que en diciembre de 2003 les negaron el acceso al líquido.
Los recursos de esta misma cuenta bancaria también se han utilizado para apoyar los proyectos productivos a cargo de las mujeres de las comunidades, así como para colaborar con los damnificados del huracán Stan, informó la activista.
Explicó que la segunda cuenta, a nombre de María del Rosario Villa Quintero, recibía cooperación de ciudadanos de Dinamarca para gastos relacionados con obras de mantenimiento de escuelas en los caracoles de La Garrucha, La Realidad y Roberto Barrios.