Contactos telefónicos con abogados del detenido en Arizona
Nacif, pendiente de que no se extradite a Kuri
''Lo hubieran agarrado en California; ahí los maricones se pueden casar'', comenta en un telefonema el empresario
Ampliar la imagen Jean Succar Kuri Foto: Por Esto!
El empresario textilero Kamel Nacif mantiene contacto con los abogados que desde Estados Unidos intentan evitar la extradición del presunto pederasta Jean Succar Kuri, quien tiene una demanda de la PGR por violación de menores y pornografía infantil.
En un casete entregado de manera anónima a este diario, se escucha una llamada telefónica que Nacif recibió a fines de diciembre desde Estados Unidos, de un hombre que se identifica como Richard, de acento cubano, quien se refiere a la defensa del empresario de origen libanés preso en Arizona y requerido penalmente en Cancún. Richard solicita ayuda a Nacif para que, en caso de que Kuri sea extraditado, alguien lo proteja para no ser agredido en prisión.
En otra conversación, ésta con un hombre de acento argentino, intermediario entre los dos ex socios de origen libanés, Nacif monta en cólera al enterarse de que el otro hombre, Richard, no está al tanto de una diligencia realizada en San Diego, California, en la que abogados estadunidenses al servicio de Succar lograron que las niñas que lo demandaron en Cancún, y sus madres, se retractaran de sus declaraciones ministeriales. El interlocutor, en su defensa, le recuerda que el dinero que cobraron los despachos legales de Estados Unidos para realizar ese trámite le fue devuelto a Kuri después de que uno de ellos, Charles Goldberg, se retiró del caso.
Estas son partes de las conversaciones registradas en el casete.
Dice Richard:
-Oye, y dime una cosa, este... y no... escúchame porque soy ignorante y no me grites, pero dime una cosa: si tú puedes conseguir a alguien de la zona de allí de Cancún, simplemente si a él lo traen que no le vayan a hacer daño... eso sólo es...
-Mano, yo se lo dije al hijo de su reputamadre desde que estaba mi amigo el gobernador (de) antes (Joaquín Hendriks); ahora que chingue a su madre. Yo se lo dije, hubiera venido aquí, se hubiera arreglado el asunto.
-Es un idiota, mira, esto son ideas mías, ¿y ahora no está tu amigo ya allí?
-Ya no hay ni madre ahí.
-Ah, con razón aquí el hombre dice que el 2 de enero, no sé qué fecha le habrán puesto... quería ir a verlo, y ¡carajo!, aventar la bomba de la niña ésa... no hay puto juez en el mundo... que contigo forma un grupo y tú, pero tú tienes que ir, porque ese hijo de puta de Goldberg y toda la pandilla de sinvergüenzas...
-¡Todos los putos abogados en Estados Unidos son una pandilla! ¿Y los de Washington? ¿Y los de acá y los de acá...? ¡Hijo de puta!
-Los míos te devolvieron el dinero, y eso no lo encuentras en ningún lado del mundo, tú sabes que el hombre...
-¡Nada! ¡Que chingue a su madre! Los dos hijos de puta no movieron un dedo (...)
-No, él dice que si no lo hacen ellos en enero o febrero, no sé qué fecha le habrán puesto, él sin contrato, sin nada...
-¿Y por qué no lo hizo el hijo de la gran puta?
-Porque pensó que lo podía hacer sin vaselina, ¿me entiendes? Te lo he explicado cien veces...
-Andale, vete, ahi, déjame ir a trabajar, ¿si? Allí te hablo a la nui.
Antes había hablado en estos términos con el intermediario, de acento argentino:
-Richard me dijo que el estado de Arizona no podía ser el peor estado. Si lo agarran en California, puta, ahí los maricones se pueden casar. Me dio a entender, ¿no? Que a la chica la ayudó, la mandó al colegio.
-No, si la chica ya se retractó de todo. ¿Qué no lo sabe Richard?
-No, fíjate qué buen dato me estás dando.
-(Gritando) ¡Bueno, bueno, pero tú qué pendejo eres, carajo!
Luego de insultar a su interlocutor, le informa que los papeles de la retractación -se refiere a actas notariales emitidas en California, donde las menores que acusaron originalmente a Succar en Cancún se desdicen de sus declaraciones- los tiene Charles Goldberg, abogado de San Diego que después de trabajar un año en la defensa de Kuri se retiró del caso:
Gritando, Nacif le dice al argentino:
-Pues claro, si todos los papeles lo tiene Goldberg.
-Ese es un concha de su madre...