Profeco, incapaz para enfrentar el aumento de tarifas en escuelas particulares
Paterfamilias, indefensos ante cuotas por reinscripción
La cuesta económica de principios de año se extiende hasta febrero para miles de familias que, apenas repuestas de gastos y deudas por la temporada navideña, deben hacer otro desembolso para "apartar" un servicio que comenzarán a recibir seis meses después. Se trata de las preinscripciones y reinscripciones en escuelas particulares, cuyo monto varía de acuerdo a la institución, pero que en promedio equivale al pago de dos colegiaturas, pero puede aumentar si los padres no lo hacen en los plazos establecidos, con el riesgo de que sus hijos pierdan el lugar o bien ser sometidos a exámenes que tienen un costo adicional para determinar si son aceptados nuevamente.
Un plantel en Cuajimalpa, por ejemplo, cuyas clases en primaria y secundaria se imparten en 80 por ciento en lengua inglesa, cobra entre 11 mil 360 y 13 mil 906 pesos de reinscripción, según el grado, en tanto que un plantel de Lindavista exige 4 mil 844 pesos por el mismo concepto, pero que pueden incrementarse a 5 mil 344 pesos si los papás no pagan entre el 7 de febrero y el 3 de mayo.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) sólo tiene facultades en cuanto al servicio que prestan las escuelas particulares, pero no sobre la calidad educativa ni en las tarifas que imponen, según el Acuerdo que establece las bases mínimas de información para la comercialización de los servicios educativos que prestan los particulares, publicado en 1992, explicó Noreli Domínguez Acosta, directora general de Quejas y Conciliación de la dependencia.
La única forma de que las escuelas no aumenten de manera excesiva sus tarifas cada año es por la competencia en el mercado, ya que si un plantel sube mucho sus precios, "lo paga con la pérdida de alumnos y eso le sale muy caro", aseguró Guillermo Bustamante Marilla, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF).
"Lo que regula que no sean tan altas (las tarifas) es la petición que hacemos los padres de familia y el mercado. Los incrementos están muy ligados a la inflación y el alza anual se ha ubicado en 5 por ciento en promedio", agregó.
Dada la heterogeneidad de las escuelas particulares de nivel básico (de secundaria existen 6 mil 954 planteles, de acuerdo con la SEP), resulta difícil determinar qué porcentaje de los ingresos de una familia representa el pago de la reinscripción. "Hay escuelas particulares hasta en la sierra Tarahumara, donde pueden cobrar 10 pesos de colegiatura, pero podemos decir que el pago de preincripción o reinscripción equivale a dos mensualidades; aunque el padre taxista o el que tiene un puesto en un mercado pague mucho menos de colegiatura que un profesionista, el esfuerzo es mayor para el primero", anotó Bustamante Marilla.
Estadísticas de la Confederación Nacional de Escuelas Particulares indican que 72 por ciento de los padres que inscriben a sus hijos en escuelas privadas son de nivel socioeconómico medio, 10 por ciento, alto, 16 por ciento, bajo y 2 por ciento muy bajo. Así que el pago de la preinscripción o reinscripción de uno de sus hijos puede equivaler al salario de un mes entero por lo menos.
Así, el pago de las preincripciones y reinscripciones en estas fechas ocasiona que "la cuesta de enero se prolongue hasta febrero", señaló el dirigente de la UNPF, por lo que insistió en que las escuelas sólo cobren a los alumnos de primer ingreso, mientras que aquellos ya son alumnos del plantel paguen hasta mediados de año.
Profeco, ante la falta de atribuciones sobre el control de tarifas, lanza una campaña informativa para que los padres de familia tomen sus precauciones antes de inscribir a sus hijos y exija conocer de antemano los costos de inscripción, colegiatura pero también los extraordinarios como útiles y uniformes que exigen muchas instituciones, y que llega a equivaler a colegiatura y media.