Con organizaciones de artistas y académicos preparan el segundo Parlamento Alterno
Trabajadores reiteran su rechazo al intento del PRI-AN por resucitar la ley Bermúdez
Mientras los grupos parlamentarios del PRI y PAN en la Cámara de Diputados promueven la elaboración de un nuevo proyecto de iniciativa de ley de cultura, investigadores y trabajadores del sector reiteraron su rechazo a la misma y criticaron el silencio que al respecto ha mantenido Reyes Tamez Guerra, secretario de Educación Pública, a la cual pertenecen las instituciones culturales.
Paralelamente, organizaciones de artistas, académicos y los mismos trabajadores de la cultura ya se encuentran preparando los trabajos del segundo Parlamento Alterno de Cultura y Educación a efectuarse en los primeros días de marzo.
Una de las razones para la realización de este segundo parlamento alterno son los intentos por ''hacer aprobar al vapor una iniciativa de ley contraria a los intereses de la nación".
Lourdes Garzón, secretaria general de la delegación sindical de Radio Educación (D-III-57), señaló como una ''agresión" la restricción de presupuestos para la cultura y el impulso a una ley ''que no conviene de ninguna manera a las instituciones".
Eduardo Flores, secretario de conflictos de la delegación D XXI A I, de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), apoyó la posición de su compañera y criticó el bajo perfil de los titulares de las distintas direcciones en que están divididas las principales instituciones culturales: ''hay una falta de capacidad técnica y teórica que es lo que ha frenado muchos de los proyectos; no tienen una visión del problema.
''Hasta cierto punto les parece banal y al propio Presidente de la República la cultura le resulta algo frívolo."
Manuel Figueroa, de la delegación de arquitectos del INAH, insistió en la cuestión de los recortes y el retraso en la entrega de presupuestos, y en cómo se está modificando la estructura de las instituciones: ''a las direcciones las convierten en coordinaciones, y el currículum de los funcionarios que ingresan es bajo en relación con lo que para nosotros representan instituciones como el INAH".
Recordó que las autoridades suelen atribuir el déficit de recursos al gasto en salarios: ''El director del INAH, Luciano Cedillo, dice que hay más de 8 mil trabajadores, pero en el INAH sólo 4 mil somos de base: ¿quiénes son los otros 4 mil, qué salarios devengan y a qué están dedicados?"
Por un diagnóstico nacional
Javier Lucio, de la delegación de trabajadores del Instituto Nacional de Bellas Artes, sostuvo que no hay razón de ser del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: ''Es un elefante blanco que nació acéfalo y lo único que ha hecho al paso de los años es cobijar a la burocracia más recalcitrante y los intereses generados en viejos periodos presidenciales; son intereses muy oscuros que no pretenden el fortalecimiento de las instituciones culturales".
Lo que ''pedimos es el fortalecimiento de las instituciones a partir del diagnóstico nacional de cultura que es un trabajo a mediano y largo plazos". Por lo mismo, se manifestó en contra de iniciativas de ley que ''lo único que pretenden es crear una secretaría de cultura disfrazada".
Iván Franco, secretario general de investigadores del INAH, recordó el compromiso establecido por la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados en diciembre pasado, respecto de promover la realización de dicho diagnóstico.
Ricardo Maisen, secretario general de la D III 24 del INAH, calificó como una ''burla" el apoyo del PRI y el PAN a un nuevo proyecto de iniciativa de ley cultural que ''por lo que leemos y sabemos es otro clon de la Ley de Fomento y Difusión de la Cultura" enviada por el Ejecutivo a la Cámara en septiembre pasado, la llamada ley Bermúdez.
Rosa María Vanegas aprovechó para desmentir las afirmaciones del titular del INAH, Luciano Cedillo, en el sentido de que existen acuerdos y una muy buena relación entre las autoridades del instituto y su representación sindical.
''Una cosa es tener reuniones informativas de las que en su momento daremos cuenta a la asamblea y otra muy diferente es llegar a acuerdos. Nunca los hemos tenido y eso quisiera remarcarlo."
Todos los representantes sindicales entrevistados reiteraron su posición de que no se legisle al vapor y que antes de aprobar cualquier ley se elabore un diagnóstico nacional en la materia.
Finalmente cuestionaron el ''grave silencio" del secretario de Educación frente a este debate de vital importancia para el futuro del país.