Sólo 7% fueron capturados por Washington: informe
De los presos en Guantánamo, 55% no cometió ningún acto hostil contra EU
Ampliar la imagen Vigilancia en la prisión de la base militar estadunidense en Guantánamo, Cuba, donde hay unos 500 detenidos sin cargos formales desde la invasión a Afganistán en 2001 luego del 11-S Foto: Reuters
Washington, 8 de febrero. Más de la mitad (55 por ciento) de los cerca de 500 prisioneros detenidos en Guantánamo (Cuba) no ha cometido ningún "acto hostil" contra Estados Unidos, y 93 por ciento, en principio, no fue capturado por las fuerzas estadunidenses o aliadas, según un informe publicado este miércoles por dos abogados de los prisioneros.
El informe se desprende del análisis detallado de documentos del gobierno estadunidense con base en los elementos de prueba contra los "combatientes enemigos" detenidos en la base estadunidense.
Los documentos fueron difundidos por el Pentágono a comienzos de 2005 y están disponibles en Internet.
Al analizarlos Mark y Joshua Denbeaux concluyeron que 55 por ciento de los prisioneros no cometió ningún "acto hostil contra Estados Unidos o sus aliados de la coalición".
Además, según los documentos oficiales, solamente 8 por ciento es presentado como "combatiente de Al Qaeda".
Los otros son calificados como "miembros" o personas "afiliadas" a la organización o al movimiento talibán, o a otras organizaciones, algunas de las cuales no figuran en las listas oficiales de organizaciones terroristas.
De ellos, sólo 7 por ciento fue directamente capturado por las fuerzas estadunidenses o de la coalición, 36 por ciento fue detenido por autoridades paquistaníes en Pakistán, 11 por ciento por la Alianza del Norte (coalición opositora a los talibán) y respecto al otro 44 por ciento, el gobierno estadunidense no precisa quién los capturó.
Fuentes de seguridad informaron por otra parte que tres prisioneros marroquíes de Guantánamo fueron entregados por Estados Unidos a las autoridades del país norafricano.
Los prisioneros son Najib Lahcini, Mohamed Suleymani Laalami y Mohamed Al Uali, detenidos tras el derrocamiento de los talibanes, al amparo de una ofensiva bélica estadunidense a finales de 2002.