El gobernante de Chechenia, indignado por las viñetas del profeta Mahoma
Proscribe Kadyrov a ONG danesa que ayuda a unos 250 mil chechenos
Se extralimita en sus funciones; esa decisión la debe tomar una corte: analistas políticos
Moscú, 8 de febrero. Un cuarto de millón de chechenos puede dejar de recibir parte importante de la ayuda humanitaria foránea, indispensable para su penosa subsistencia, como consecuencia de la indignación que provocaron en Ramzán Kadyrov, el gobernante de facto de esa república norcaucásica, los 12 cartones de Mahoma publicados por el diario danés Jyllands-Posten.
Kadyrov, jefe de gobierno en funciones y cuya influencia reduce a figura nominal al presidente de Chechenia, Alu Aljanov, no se limitó a condenar la blasfemia contra el profeta del Islam, contenida en esas viñetas y, sobre todo, en las tres caricaturas inéditas, especialmente insultantes, que detonaron la actual ola de protestas de los musulmanes en el mundo, después de que una mano misteriosa las distribuyera en las mezquitas de Medio Oriente.
En su afán de identificarse con los países agraviados, cuyas élites en el poder desconfían del régimen pro ruso de Chechenia, Kadyrov anunció en Moscú, donde se encuentra para ser ungido líder de la filial chechena de "Rusia Unida", el partido creado por y para el Kremlin, haber tomado la decisión de "prohibir todo lo que viene de ahí (de Dinamarca), de tal modo que ya no podrá tener ninguna presencia en nuestra república".
Las palabras de Kadyrov causaron cierto revuelo en los corredores políticos de esta capital, por cuanto el dirigente checheno se extralimitó en sus facultades al instrumentar una decisión que, de acuerdo con la legislación de Rusia, corresponde tomar sólo a una corte.
La jerarquía partidaria de "Rusia Unida" dio la cara por el Kremlin y trató de minimizar el dislate de su flamante representante en Chechenia, por medio de su número uno, Boris Gryzlov, quien también preside la Duma o Cámara de Diputados. Para Gryzlov, lo que dijo Kadyrov "es más bien una opinión personal, que habría que debatir en las respectivas instancias".
Pero no había terminado de matizar Gryzlov, cuando llegó de Grozny la confirmación de que el gobierno de Chechenia, pasándose por alto el procedimiento legal, proscribió la actividad del Consejo Danés para Refugiados (CDR), organización no gubernamental que, en estrecha colaboración con la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) y junto con otras ONG, llevaba años facilitando alimentos, ropa, medicinas y otro tipo de ayuda humanitaria a cerca de 250 mil personas tanto en territorio checheno como en los campamentos instalados en la vecina Ingushetia.
El viceprimer ministro, Halid Vaijanov, subordinado de Kadyrov, afirmó que la orden de expulsar de Chechenia al CDR es "definitiva e irrevocable".
No obstante que elogió la labor desarrollada por esta ONG, que en su momento salvó de morir de hambre y frío a los 120 mil chechenos que se refugiaron en Ingushetia huyendo de la guerra, Vaijanov reiteró las razones manejadas por su jefe: "La publicación de esas caricaturas generó una reacción negativa en el mundo musulmán y en Chechenia también", agregando a modo de excusa que, en ese contexto, "no podemos garantizar la seguridad de los cooperantes del Consejo Danés", que deben cesar toda actividad sin demora.
El director del departamento internacional del CDR, Arne Vaagen, lamentó que las autoridades chechenas pretendan condicionar la actividad de la ONG al contenido editorial de un medio de comunicación danés. El funcionario recordó que la presencia del CDR en Chechenia "obedece sólo a las necesidades de asistencia humanitaria de la región".
No es claro si el CDR apelará por la vía legal para intentar revocar la prohibición, que es una decisión política con la cual Kadyrov busca el aplauso de los creyentes chechenos adentrándose en un terreno -la defensa del Islam- que los separatistas han reivindicado como suyo.
Hasta el momento tampoco se ha pronunciado el gobierno de Ingushetia, donde aún permanecen 80 mil refugiados chechenos. Por lo pronto, en territorio de Chechenia, los afectados inmediatos son los 40 mil desplazados internos y los casi 120 mil habitantes que recibían asistencia humanitaria a través del Consejo Danés, al formar parte del "estrato vulnerable", acorde con el criterio de ACNUR.