Nuestra respuesta será muy inteligente, afirma

En El Mañana estamos en pie de lucha, dice su propietaria

La presidenta y directora general del periódico El Mañana de Nuevo Laredo, Ninfa Deándar Martínez, sostuvo ayer que a pesar de la situación que atraviesa el medio de comunicación "estamos en pie de lucha", y señaló que no hay temor, sino asombro por "tal capacidad de maldad".

Entrevistada en el noticiero De una a tres por Jacobo Zabludovsky, dos días después de la agresión a las instalaciones de El Mañana, donde resultó gravemente herido por cinco impactos de bala el reportero Jaime Orozco Tey, sostuvo que en este momento la sociedad civil está realmente atemorizada.

Agregó que el periódico "se ha atravesado para apoyar o proteger a la gente que ha sido afectada, que los secuestran, y es donde recibimos amenazas, porque no les agrada". Reconoció que "la situación es complicada" y recordó que hace unos días, en el seminario Narcotráfico: investigación y cobertura noticiosa, organizado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), aseveró que "las balas, si entran, que nos pesquen muy vivos y muy conscientes para seguir dando una lucha, inclusive hasta después de la muerte".

Asombra la capacidad de maldad de los criminales

Puntualizó que "no estamos atemorizados, estamos un poco asombrados de tal capacidad de maldad. Yo digo que se requiere de una concientización... no veo mucho deseo o voluntad política de proteger a la ciudadanía", dijo.

Abundó que el periódico a lo largo su historia se ha enfrentado a situaciones difíciles, como hace 30 años, cuando colocaron una bomba en sus instalaciones, pero en los tiempos actuales "se fueron empeorando las cosas, siento que está rebasado, rebasado".

A la pregunta de las causas que habrían provocado el atentado, Deándar Martínez respondió: "son tantas cosas, es una serie de circunstancias. No podemos ni siquiera hacer el bien o proteger a la gente porque hay conflictos". Relató que "hicimos campañas de seguridad para los dos Laredos, la ciudadanía y nosotros estábamos con las organizaciones no gubernamentales, y hemos estado denunciando actos de corrupción, en fin, haciendo la tarea. Después entramos en un estado de autocensura, que es peor que la censura, porque estábamos amenazados".

Indicó que luego del seminario realizado a finales de enero, en el que se anunció la creación de un equipo de periodistas investigadores de distintos medios que integrarían el Proyecto Fénix para estudiar los trabajos que realizaban reporteros asesinados o desaparecidos en México, "pensamos que iba a ser una protección, pero resultó todo lo contrario".

Consideró que "a grandes males, grandes remedios: que se legalicen las drogas, para que ya no sea negocio. Entonces terminamos con la violencia, pero no hay voluntad porque impera el dinero, el billete, esta locura del capitalismo feroz que está empañando la moral".

-Después de abolir tu autocensura dentro de tu propio periódico y haber alcanzado la libertad, cuya consecuencia fue el atentado del lunes, ¿seguirás manteniendo esta libertad en las columnas de El Mañana?

-Con mucho tacto, con mucha inteligencia. Tenemos que buscar las formas, porque primero está la vida humana, de la gente que trabaja en El Mañana -señaló.