El candidato del PRI considera que el solo crecimiento económico es insuficiente
Sin apuesta social, estallidos: Madrazo
Defiende a Chuayffet ante las presuntas amenazas panistas por el caso de los Bribiesca
Ampliar la imagen Roberto Madrazo durante un acto en la plaza Jorge Ranchero Aguilar Foto: José Antonio López
Tlaxcala, Tlax., 8 de febrero. De visita en esta tierra gobernada por el panismo, el candidato de la Alianza por México, Roberto Madrazo Pintado, advirtió ante medio centenar de empresarios: "No basta con crecimiento económico -que apenas ronda 2.8 por ciento-; se requiere una apuesta social, porque si no los estallidos están a la vuelta de la esquina".
No fue la única descalificación abierta de Madrazo al presidente Vicente Fox; lo hizo también respecto a su "errática" política exterior, cuyos vaivenes, aseguró, colocan al país en una situación muy vulnerable, como lo muestra la aplicación extraterritorial de la ley en el caso de la expulsión de cubanos del hotel María Isabel Sheraton.
Cauteloso, Madrazo aludió asimismo a los hijos de Marta Sahagún y las veladas amenazas panistas denunciadas la víspera por el coordinador de la bancada del PRI, Emilio Chuayffet. "El está cumpliendo con su responsabilidad y lo va a seguir haciendo", sentenció el candidato, y agregó: "En mi gobierno no vamos a aceptar la corrupción, del color que sea".
El tradicional acarreo no alcanzó para saciar las expectativas cenecistas, con cuyas bases sostuvo Madrazo el primer encuentro del día. El candidato llegó deliberadamente retrasado en busca de juntar más gente y llenar el auditorio ad hoc para escuchar su oferta agraria. Las lonas y las pantallas colocadas en el exterior fueron mera infraestructura inutilizada.
Su llegada no entusiasmó más que al orador, que no paraba en elogios para el que, dijo, "será el hombre que conduzca a la nación al bienestar del mañana", mientras que un fondo musical a ritmo de cumbia tocó al máximo de decibeles. Empero, nada conmovió los entumecidos ánimos campesinos. Cero aplausos, cero porras. Fue en la tarde, en la plaza Jorge Ranchero Aguilar, cuando pudo reunir a 3 mil priístas y ecologistas.
Pero el candidato no perdió la sonrisa e iba disparando saludos y abrazos mientras cruzaba el auditorio de la Confederación Nacional Campesina (CNC). Desde ahí, su líder nacional, Heladio Ramírez, resumió un desastroso panorama del agro nacional: "ocho de cada 10 habitantes que viven en el área rural son pobres, y seis de ellos, miserables".
Habló de los riesgos de la soberanía alimentaria, de la amenaza que representa 2008 como plazo para la apertura total de productos agrícolas, y remató con una frase estridente: "no queremos en el campo la violencia de los miserables ni la insurrección de la injusticia social".
Siguió el líder de los cebaderos, Julio González, quien actualizó ofrecimientos corporativistas de otros años, pero matizados: "en el país somos unos 300 mil cebaderos; ponga usted que la mitad sean priístas, ya tiene usted asegurados unos 150 mil votos".
Y llegó el tiempo del candidato, ya cuando el auditorio se empezaba a inquietar por la prolongada espera y el tiempo consumido en la participación de 10 oradores que le recordaron de formas diversas miserias y necesidades.
"¿Qué va a pasar con la leche? Que ya no tendrá arancel. ¿Y con el frijol? ¿Con la carne de cerdo? ¿Con la de res?" Les recordó que el foxismo quiere terminar con el Procampo, que no hay financiamiento, que el sector está olvidado, que falta mecanización y que no hay políticas de protección.
Les habló de construir tres centrales de maquinaria, de preservar el Procampo, de crear con recursos federales un fondo nacional para el migrante, "de su amigo Roberto", de los estados y de las remesas para fortalecer el sector.
Sólo entonces comenzó a cosechar aplausos, casi al final del encuentro campesino, a cuyo término habló en entrevista del caso Sheraton: "Esta política exterior, muy débil, ha colocado a México en una posición de riesgo por los permanentes conflictos. Y nadie habla de sumisión, pero sí de entendimiento". Del acto con los campesinos Madrazo se fue a visitar al obispo tlaxcalteca, Jacinto Guerrero, para sostener un encuentro privado.
Más tarde, los empresarios escucharon críticas a la falta de rumbo del gobierno federal, a su incapacidad de hacer rentables y productivos los excedentes petroleros. "Recursos que no serán por mucho tiempo, porque México vivirá una crisis petrolera entre 2010 y 2011, o sea, en el próximo gobierno", vaticinó.
De ahí la necesidad de cambios energéticos de fondo, expuso a empresarios que le demandaron definiciones sobre las reformas estructurales. Se requieren modificaciones hacendarias para facilitar el pago de impuestos y económicas con el fin de favorecer la competitividad, dijo.
Madrazo habló asimismo del amenazante panorama para la industria ante la apertura comercial. Expresó que el crecimiento económico debe ir aparejado con un apuesta social que evite conflictos, y reiteró que su política no comulga con el neoliberalismo, que tanta pobreza ha provocado, ni con el populismo.
En la tarde, en la plaza Jorge Ranchero Aguilar, Madrazo tuvo su mitin más concurrido de la jornada. Tres mil priístas y ecologistas saturaron el escenario, que sirvió de recinto alterno ante la negativa del gobierno panista de prestar el Centro de Convenciones. Sin embargo, el tiempo de espera motivó que muchos ya no escucharan la oferta social del priísta.