El silencio del Estado mexicano valida el atropello contra la delegación cubana, dicen
''Aquiescencia del gobierno de Fox'' ante la actitud invasiva de EU, señalan académicos
El hecho cometido en el Sheraton puede repetirse sin posibilidades de defensa, advierten
El silencio del Estado mexicano ante el atropello en contra de una delegación de ciudadanos cubanos por parte de directivos de un hotel capitalino significa, en términos diplomáticos, que el gobierno de Vicente Fox validó la actitud estadunidense; es decir, otorgó aquiescencia a la actitud invasiva de la Casa Blanca en nuestro país, lo que en derecho internacional sienta precedente y significa ahora que ese lamentable hecho podrá volver a ocurrir sin posibilidades de defensa.
Coincidieron en lo anterior Manuel Becerra Ramírez y Jaime Cárdenas Gracia, miembros del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIJ-UNAM).
Becerra Ramírez, reconocido experto en derecho internacional, subrayó que en esta nueva crisis diplomática por parte del actual gobierno federal, se debe tomar en cuenta el concepto de soberanía, que está ''íntimamente ligado a la capacidad, el poder de un Estado para, precisamente, establecer un régimen jurídico''. Además, para cumplir la normatividad en el plano interno.
Agregó que, desde el punto de vista del derecho internacional, una de las manifestaciones más importantes de la soberanía es la capacidad de procurarse un sistema jurídico y hacerlo cumplir. Esto deriva en el tema de las normas extraterritoriales, que sólo son válidas siempre y cuando el Estado lo acepte.
En el terreno de las relaciones internacionales estos conceptos son muy importantes, añadió, debido al fenómeno que se llama aquiescencia, es decir, cuando una de las partes en una relación bilateral o multilateral se mantiene en silencio ante un hecho como el ocurrido en el hotel Sheraton María Isabel de la ciudad de México, es claro que ''está aceptando de alguna manera los actos de otro Estado que pueden comprometerlo''.
Por ello, agregó el académico, no sólo es cuestión de ''aplicar o no la normatividad interna, sino que, como Estado, es necesario tener una postura, porque en caso contrario se acepta un acto que es evidentemente violatorio de la soberanía'' nacional.
Por ello insistió en que lo necesario y urgente en estos momentos es una reacción del Estado mexicano, en términos de la cancillería, para presentar su rechazo a ese tipo de prácticas extraterritoriales. En caso contrario, se da el fenómeno de aquiesciencia, ''lo que resulta muy peligroso y es el meollo del asunto. Es decir: desde el Estado debe haber una reacción inmediata''.
Por su parte, Cárdenas Gracia, abogado constitucionalista, ex consejero del Instituto Federal Electoral -y uno de los principales impulsores de sanciones a los responsables por el caso de Amigos de Fox-, insistió en que el incidente no corresponde a ''un asunto entre particulares'', como insiste en definirlo el gobierno de Vicente Fox, sino que está relacionado con la postura, fortaleza o debilidad del Estado mexicano ante la aplicación extraterritorial de las leyes estadunidenses que, subrayó, ''sí violan la soberanía''.
Desmintió al secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, quien señaló que sólo se trató de un asunto entre particulares y que no hubo afectación a nuestra soberanía, y señaló que en estos momentos la soberanía del Estado, su integridad y el respeto a sus normas están en manos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que ''debe ya, aunque sea cuarto para las doce, empezar a actuar con seriedad, diplomacia y, sobre todo, con sentido nacionalista y soberano''.