CIUDAD PERDIDA
Alvarez Icaza y su proselitismo en favor de Calderón
Ecos de una fiesta en Tlalpan
Montaje vestido de despedida
LA VERSION de lo que enseguida les vamos a contar sucedió a principios del mes pasado por los rumbos de Tlalpan, concretamente en San Fernando, en una casa cuya propietaria es la ex titular del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indeso), Cecilia Loria, quien convocó a un grupo no mayor de 25 personas para ofrecer una despedida, muy política, a la entonces todavía titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, quien estaba a punto de agregarse, oficialmente, a la campaña del Partido Acción Nacional por la Presidencia de la República.
HASTA AHI nada parecía extraño. A eso de las ocho de la noche, empezaron a llegar a la reunión representantes de organizaciones civiles. A fin de cuentas, muchos de los fondos que recibieron durante este sexenio, que ya vive su ocaso, provenían, precisamente, de esa secretaria, y en particular del Indeso.
TAMBIEN LLEGARON algún representante sindical de la UNT y el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Alvarez Icaza. La charla se inició con las preocupaciones de los líderes de las ONG por saber quién sustituiría a la señora Vázquez Mota; ya se hablaba, muy en serio, del mal tino y el desastre que significaría el nombramiento de la Presidencia de la República y del desazón que eso significaba para la que en uno días se convertiría en ex secretaria, pero de eso ya se ha hablado mucho.
LA COSA es que, a querer y no, el tema del futuro inmediato de Vázquez Mota saltó a la plática, al parecer también como una cuestión natural. Un par de los asistentes nos confirmó que, sin explicitarse, es decir, sin que se abrieran totalmente las cartas, hubo insinuaciones sobre la posibilidad de que las organizaciones civiles apoyaran la candidatura panista, dado que la hoy ex funcionaria sería el puente entre las ONG y el panismo en campaña.
EL TEMA, según nos cuentan, aunque no muy prolongado fue recurrente, como que nadie se atrevía a tocarlo sin tapujos, hasta que Mateo Lejarza, uno de los hombres más cercanos a Francisco Hernández Juárez en la UNT, se lanzó a hablar de ello. Aunque sus palabras no se tomaron muy en cuenta, hubo largos silencios y disimulo, que terminaron cuando Emilio Alvarez Icaza, el ombudsman de la capital, decidió tomar la palabra.
PARA ALGUNOS de los presentes el asunto parecía un montaje, una trampa en la que se les había hecho caer. Alvarez Icaza se comprometió, por fin, a respaldar a Felipe Calderón, con un discurso que pretendió hacer presión en el resto de los ahí reunidos, para que siguieran su ejemplo.
FUE ENTONCES que algunos de los convocados decidieron retirarse del lugar y la trampa no se cerró por completo. Otros decidieron quedarse, conscientes de lo que eso significaba.
NO HAY quien dé fe de cómo terminó la reunión de San Fernando, pero quedó claro que Alvarez Icaza se había convertido en el ariete de los panistas, es más, su compromiso se hizo patente unos días después, cuando dio empleo en la CDHDF a Ricardo Busio como secretario técnico del organismo.
BUSIO ERA, o es, un hombre clave. En el Indeso se desempeñó como director de Vinculación Social, es decir, con él trabajaban las organizaciones civiles, pero necesitaba, para seguir operando, un buen disfraz para no despertar sospechas sobre sus verdaderas intenciones.
EL COMPROMISO no quedó ahí, y desde entonces Alvarez Icaza arropa también en la comisión que encabeza a Daniel Ponce, director general adjunto de Financiación y Promoción de Organismos de la Sociedad Civil.
LOS FINES y el compromiso ahora resultan obvios, por más que se diga que no hay intenciones de usar las armas políticas que se crearon en la Sedeso de Vázquez Mota.
LO CURIOSO de todo este asunto es que no hace mucho tiempo el PRD impulsó y respaldó a Emilio Alvarez Icaza para que fuera relecto en la CDHDF, desde donde hoy le hace la guerra. No cabe duda.