Si hay delitos en el Fobaproa, aplicaré la ley, dice
Calderón: prefiero perder votos a negar mi religión
Ofrece frío trato a diplomáticos en la sede del PAN
Ante consejeros y funcionarios del BBVA Bancomer, el candidato a la Presidencia de la República por el Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón Hinojosa, se comprometió a aplicar la ley si se comprueban ilícitos en el caso del Fobaproa, y enfatizó su rechazo al uso de la píldora del día siguiente, pero dijo que si llega a Los Pinos, sus valores y principios no tienen necesariamente que imponerse.
La agenda de Felipe Calderón incluyó una reunión con el cuerpo diplomático acreditado en México, en la que destacaron la ausencia del embajador de Estados Unidos, Tony Garza; la presencia del embajador de Cuba, Jorge Bolaños, y la frialdad del candidato con sus invitados.
Ante unos 40 embajadores y representantes diplomáticos, el michoacano declaró que los países comparten enemigos comunes en el "terrorismo y el fanatismo", y en los miles de millones que viven en pobreza en el mundo. Además, se pronunció por dejar atrás "atavismos y primitivismos".
La reunión nacional de consejeros de Bancomer sirvió de contexto para una pasarela de cuatro de los cinco presidenciables -no asistió Andrés Manuel López Obrador-, en la que Felipe Calderón recibió aplausos en tres ocasiones, por ejemplo, cuando dijo que aplicará mano firme a la inseguridad y manifestó que prefiere "perder votos que mentirle a la gente" en cuanto a su religión y sus valores.
El pago de pensiones al sector público fue uno de los temas que motivaron mayor interés de los inversionistas encabezados por Héctor Rangel Domene. Calderón ofreció "parar esa bola de nieve" mediante el establecimiento generalizado de un sistema de ahorro individualizado, el aumento de la edad de retiro y la aplicación de otras políticas de contratación.
Ganó los primeros aplausos del auditorio cuando recordó -sin mencionarlo por su nombre- cómo el ex secretario de Gobernación Santiago Creel no hizo nada para impedir que un grupo de braceros entrara por la fuerza a la casa del Presidente de la República. "Estén seguros ustedes de que si alguien entra a la casa, ya no digan del Presidente, a la casa más modesta de cualquier mexicano, o por grande que sea su rancho o su fábrica: tengan la seguridad, amigos, de que yo al agresor no le pienso hacer una mesa de negociación: yo lo voy a meter a la cárcel", expresó.
Antes se solidarizó con el periódico El Mañana (de Nuevo Laredo) y consideró que el periodismo que aborda temas delicados, como el del narcotráfico, debe gozar de protección especial.
En la reunión de Bancomer se hicieron las mismas preguntas a todos los candidatos. La más espinosa fue planteada así: De llegar a la Presidencia, ¿cuál sería la postura de su gestión frente al Fobaproa?
Calderón respondió que si hay actos que hayan violentado la ley, deben ser investigados y sancionados, pero si hay derechos que estén protegidos por la ley, "simple y sencillamente deben protegerse".
En la sesión de preguntas del público, surgió otra que lo puso en aprietos: "Con 20 por ciento de indecisos, la mayoría de ellos jóvenes, ¿por qué regresar al pasado en temas como la píldora del día anterior o el aborto, que tanto los afecta?"
Calderón se declaró "defensor de la vida" y recordó una frase de Carlos Castillo Peraza, el extinto presidente del PAN, quien fue su mentor en política: "En lo que nosotros debatimos este tema a mí me parece muy paradójico que el huevo de tortuga corra con más suerte en la opinión pública que el huevo de ser humano. El tomar un huevo de tortuga y destruirlo es un delito terrible, pero si es un huevo de ser humano, ah bueno, total".
Dijo: "prefiero perder votos a mentirle a la gente, y van a contar conmigo. Yo no voy a decir que tengo una religión no teniéndola o teniendo otra", en aparente alusión a López Obrador, cuya ausencia provocó comentarios de desilusión de los consejeros interesados en conocer sus propuestas.
El PAN aprovechó su reunión anual con la diplomacia para presentar a su candidato presidencial. En la sede nacional panista se encontraron lo mismo el nuncio apostólico Giuseppe Bertello que el embajador cubano y el encargado de negocios de Venezuela, Nestor González.
Tanto Calderón como el presidente del PAN, Manuel Espino, insistieron en que su partido es defensor de los derechos humanos, tema que el blanquiazul ha esgrimido para criticar a los gobiernos de Fidel Castro, en Cuba, y de Hugo Chávez, en Venezuela.
Aunque el abanderado declaró que cuando gane la Presidencia tendrán en México un amigo, pareció poco diplomático al advertir que se propone competir con sus países. "Les digo con respeto que me preparo para dirigir el país con el propósito de competirles y ganarles a sus países", expresó. Luego explicó que no quería que el tema fuera motivo de discordia.
Al final recordó a Benito Juárez y los invitó "cordialmente" a Los Pinos como si ya hubiera ganado la Presidencia.
La senadora Cecilia Romero, secretaria de Asuntos Internacionales del PAN, consideró un éxito la reunión, y dijo que la presencia de Bolaños demuestra que no hay problema entre ambos países.
Pero Calderón apenas destinó unos segundos a los embajadores que se acercaron a conversar con él. Con Bolaños tuvo un frío intercambio de palabras.
El diplomático cubano le dijo que había un embajador de apellido Arozamena encargado de contactarlo. "Yo hablo con Arozamena", respondió el michocano.
"Así que cuando se pongan de acuerdo, con mucho gusto", respondió Bolaños. "Le agradezco mucho haber venido. Que esté muy bien, suerte", expresó Calderón para despedirse.
Cuando los fotógrafos insistieron en que se tendieran la mano para captar la imagen, el michocano accedió dos veces y concluyó: "Ahí está, ya, maestro, ya con eso".