Inauguran su exposición Correspondencias, con pintura y dibujo
Jordi Boldó lleva la búsqueda de su arte primigenio a la galería Pecanins
Suprimo formas, depuro el color y realizo un ejercicio de la memoria, explica
Recuperar la inocencia pictórica primigenia es la búsqueda que ocupa a Jordi Boldó (Barcelona, 1949 y naturalizado mexicano en 1957), como se aprecia en Correspondencias, exposición integrada por las series Hallazgos a la deriva, de pintura, y Correspondencias, de dibujo, que hoy será inaugurada a las 19:30 horas en la Galería Pecanins.
Boldó lo llama ''esencializar" su pintura: ''Lo que hago últimamente es regresar un poco a lo original, a lo esencial, al quitar formas, depurar el color y hacer un ejercicio de la memoria para reconocer emociones originales que tuve alguna vez: cuando vi mi primera víbora, mi primer árbol, una montaña o mi pequeña casa que vi alguna vez en el campo. Casi todas son cosas ligadas con la naturaleza. A partir de allí elaboro mis dibujos o pinturas".
La ''simplicidad infantil", anota Boldó, se relaciona con un momento en el que la pintura está bastante despreciada o ninguneada, pues a muy pocas personas les interesa. ''En la actualidad me interesa más que nunca, tal vez porque es una forma de supervivencia para mí. A estas alturas -llevo muchos años pintando- tengo que seguir haciendo eso. Ya estaba un poco cansado de trabajar en series siempre con un concepto. Inclusive, trato de romper con el concepto y pintar con absoluta libertad, de no pensarlo tanto y recuperar esa inocencia con la que empecé a pintar, sorprenderme a mí mismo".
Boldó expuso la serie Correspondencias inicialmente en una galería particular en Miami, donde le pideron que el soporte fuera papel. Trabajar sobre papel ''me dio la idea de que tenía que ser como una especie de cartas". Los primeros dibujos que hizo para la serie fueron un poco como grafismos, y pues escribía pequeñas frases. Eso le dio la idea de que se llamara Correspondencias.
Ubicado en el contexto del abstraccionismo lírico, Boldó reconoce tres grandes influencias en su trayectoria pictórica: los abstractos estadunidenses de mediados del siglo pasado, la generación de Ruptura en México y los informalistas catalanes. De alguna forma ha desarrollado su pintura al tratar de constituir un espacio en esas tres corrientes.
Predilección por la sorpresa
-¿Cómo se acerca a la tela o el papel?
-Primero pinto y después pienso. Primero saco de manera espontánea lo que sale y después pienso mucho lo que hice. Ese pensamiento me sirve para pintar el cuadro o la serie que sigue. Pero no me acerco con una idea muy clara o definida. Inclusive si alguna vez he hecho algún boceto, sale también, como ya demasiado predeterminado. Me gusta la sorpresa de lo que voy a hacer.
Respecto de su paleta, Boldó explica que antes había más colorido, aunque la base de casi todo su trabajo está en el blanco, con pequeños acentos de color. Pero ''de repente también me cuesta restringir demasiado el color, porque lo necesito. Los 'azules' son un acento muy fuerte dentro de la obra que está en la Galería Pecanins. Es un acento, inclusive, de un tiempo en que tenía éxito con cuadros azules, que dejé de pintar cuando supe que gustaban tanto. Se había convertido en algo muy fácil de pintar. En esta serie retomo el azul en la medida que estoy en el proceso de regresar al principio de mi pintura".
-¿El colorido se relaciona con los estados de ánimo?
-Sí, pero también son una idea. No quiero exagerar en el color. De alguna forma tengo que manejar una paleta muy restringida, porque siento que lo que plantean todos los minimalistas, menos también es más, menos color, menos línea y me cuesta mucho llegar a un minimalismo puro, porque por mi carácter no funciona a veces el minimalismo; hago un esfuerzo por hacerlo.
-¿Su carácter va a contracorriente de su obra?
-A veces sí, a veces es mucho más excesivo que lo que ves allí. Aunque la pintura me ha servido para hacerme una persona muy serena y tranquila.
(Correspondencias se puede ver en la galería de Durango 186, colonia Roma.)