Usted está aquí: lunes 6 de febrero de 2006 Opinión ¿LA FIESTA EN PAZ?

¿LA FIESTA EN PAZ?

Leonardo Páez

Otro toro en el tendido

UNA VEZ QUE la imaginativa empresa de la Plaza México celebró el 60 aniversario del degradado inmueble con otro guatecazo taurino de cuatro horas y media de duración y un suntuoso desfile de 10 inválidos 10 de cuatro prestigiadas (?) ganaderías para una de las figuras de México, otro joven en vías de serlo y dos de los tres toreros españoles a que esa empresa ha reducido la fiesta de los toros en el país; enterados asimismo de que el zar de Mixcoac no dará festejo el próximo domingo y comprobado que el entradón hasta la bandera obedeció más que al predecible cartel y a la enlodada fecha al etéreo toro Pajarito, que el domingo antepasado saltó hasta las localidades de barrera, lastimando a una docena de espectadores, bueno es informarle al paciente lector que, contra lo afirmado por los medios de que ese era el primer toro que visitaba los tendidos de la monumental, don Lázaro Martínez, quien fuera juez de dicho coso en los comienzos de su funcionamiento, dejó escrito entre sus apuntes personales, con motivo del segundo aniversario de la plazota, el siguiente, conmovedor y casi inverosímil relato:

"MARTES 5 DE febrero de 1947. Por primera vez presido abajo. Se instala un templete de madera sobre el túnel que queda abajo del palco de la autoridad y si no es mucho lo que se ha bajado es bastante para apreciar mejor lo que sucede en el ruedo. Toros de La Laguna...

"CAGANCHO (NEGRO Y oro) nada notable fuera de mucha voluntad. Chucho Solórzano (blanco y oro) se defendió, aunque no pasó a la historia lo que hizo. Emiliano de la Casa Morenito de Talavera (bugambilia y plata) banderilleó con Gregorio García en forma grande cuatro toros, estando valiente en el séptimo, y Gregorio García (celeste y oro) estuvo imponente, principalmente en el octavo, al que toreó superiormente a la verónica en ocho ocasiones provocando el consiguiente alboroto. Banderilleó a su oponente sobre todo por el izquierdo y muleteó y mató bien, concediéndole la oreja...

"EL TORO QUE era pasado de un corral a otro se aventó contra unas láminas del alambrado que cierra las rampas... arremetió contra la lámina y la derribó. Luego, al hablarle del otro lado se llevó la lámina contraria. Eran como las 13:30 horas. Escapando por la rampa hizo irrupción en la parte alta de la plaza, sobre la entrada principal, cuando la policía, parte del público y empleados estaban ya entrando.

"EL TORO -AGREGA Lázaro Martínez-, por perseguir a un gendarme, subió la escalera más corta que da acceso al tendido general de sombra, y se arrojó desde allí al tendido numerado, cayendo como en la fila 12 o 13.

"AL INCORPORARSE, el toro rodó desde allí hasta la séptima fila y luego entre las butacas fue a dar hasta la segunda de barrera. Allí fue lazado, volteado sobre tablas y arrojado al callejón, donde parecía que el toro ya no se levantaría o cuando menos estaría quebrado de una pata. ¡No tenía nada! El toro se lidió esa misma tarde y dio juego aunque con mansedumbre." (Como puede verse, nuestro subdesarrollo taurino ya tiene tiempo.)

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.