Durante unos minutos se olvidó la tensión del juego
Los Rolling Stones unieron a los aficionados
Ampliar la imagen
Mick Jagger en acción
Foto: Ap
Detroit, Mich., 5 de febrero. La mejor forma de recordar los 40 años del Súper Tazón, que disputaron Acereros y Halcones Marinos fue conmemorarlos con un grupo que movió el mundo allá por 1966: los Rolling Stones.
El espectáculo de medio tiempo, producido por el canal musical VH1, encendió en verdad el Ford Field con la presencia de sus Satánicas Majestades. Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts pusieron de cabeza a los aficionados de Pittsburgh y Seattle con un concierto corto, pero emotivo.
El escenario recreó la tradicional imagen de la banda inglesa: una boca con la lengua de fuera, y desde su aparición prendieron a los más de 60 mil aficionados con uno de los clásicos de todos los tiempos, Start me up.
Con una majestuosa producción visual y de sonido, los Rolling Stones, lidereados por Jagger, pusieron a cantar por igual a seguidores de uno y otro equipo.
Los Stones siguieron prendiendo al público con una interpretación de su más reciente producción, Rough Jutice.
Para terminar y como el mismo Jagger anunció: "Esta es una canción que se dio a conocer en el mismo año en el que se jugó el primer Súper Tazón", y los acordes de una de las canciones más tocadas de todos los tiempos, I can't get no (satisfaction), sacudió a todo el Ford Field.
Jagger se paseó por el escenario mientras los fanáticos olvidaban por unos minutos la angustia de saber que el partido de campeonato iba 7-3 en favor de los Acereros.