Dice que construyó un gobierno "para impedir todo intento de retroceso" al pasado
Fox arremete contra el presidencialismo exacerbado que imperó hasta 2000
Ampliar la imagen El presidente Vicente Fox y su esposa, Marta Sahagún, a su llegada, ayer, a la Catedral Metropolitana Foto: Notimex
Al conmemorarse el 89 aniversario de la Constitución mexicana, el presidente Vicente Fox sostuvo que la Carta Magna "no es ya sólo un catálogo de dogmas y mitos fundadores", sino que es, "como lo desearon los constituyentes", la norma que obliga al gobierno a sujetar sus actuaciones a las necesidades de la sociedad. En este contexto, convocó a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial a "renovar nuestro compromiso con el fortalecimiento de la gobernabilidad en un marco de completa autonomía y pluralidad", ya que "aún le debemos a México mayores acuerdos que permitan una verdadera reforma del Estado".
En un desangelado acto que se llevó a cabo ayer por la mañana en el Patio de Honor de Palacio Nacional ante parte de su gabinete presidencial y algunos gobernadores panistas, priístas y de extracción perredista (Amalia García, Zeferino Torreblanca y Lázaro Cárdenas Batel -sólo faltó Alejando Encinas, jefe de Gobierno del Distrito Federal-; los líderes del Senado y la Cámara de Diputados, Enrique Jackson y Marcela González Salas, respectivamente, y el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Mariano Azuela, Fox sostuvo que la participación corresponsable de sociedad y gobierno, federalismo, división de poderes e imperio de la ley son hoy parte de la realidad del país.
Orador único en una celebración que no duró ni media hora, el mandatario arremetió en contra del "presidencialismo exacerbado" -que duró hasta el año 2000, cuando arribó al poder-, que impidió que el país progresara con una auténtica división de poderes, contexto en el que el centralismo "condujo a la atrofia de los gobiernos locales, impidiendo que éstos combatieran con eficacia y autonomía la marginación y la pobreza en sus comunidades.
"Aquellos principios con los que se planeó reconstruir la República se fueron convirtiendo, en muchos casos, en una arquitectura jurídica sin sustento en la realidad", afirmó.
El jefe del Ejecutivo señaló que si bien la Constitución es el punto de partida para la consolidación de un país de instituciones y de leyes, el nuevo orden jurídico no puede quedar al margen del cambio que el pueblo de México está impulsando y por ello defender la Constitución "es revisar la vigencia de sus disposiciones frente a la evolución de la sociedad".
La llegada de la democracia, añadió, trajo consigo nuevos deberes y retos para todos los actores públicos. "Los avances son logros de todos; los retos también son compartidos", expresó.
Siempre tomando como referencia la importancia de su gobierno, Fox subrayó que "hoy, como nunca antes", la Constitución es el punto de partida para la consolidación de un país de instituciones y de leyes; "ahí está el camino y el rumbo a seguir, ahí está el proyecto de nación", subrayó, tras destacar que "ahora" las políticas y decisiones de gobierno son tomadas con la participación y el escrutinio de la sociedad, ya que "democracia, transparencia y rendición de cuentas son la moneda de cambio entre sociedad y gobierno".
En este tenor, insistió en que "siguiendo la letra y el espíritu de nuestra Constitución", se ha puesto en marcha "una política social de Estado con visión humanista y fundamento ético; una política justa y con mayor equidad".
Y fue más allá, al señalar que "hemos construido un gobierno de instituciones para impedir todo intento de retroceso a los tiempos del gobierno de un solo hombre", ya que "pasamos de un sistema presidencial, de control absoluto del poder, a un Ejecutivo legitimado y fortalecido con la plena vigencia de la división de poderes".
En éste que es el último festejo del Día de la Constitución que encabezará Fox como mandatario, destacó que "hoy México y los mexicanos contamos con una nueva generación de leyes e instituciones nacidas de la democracia (es decir, de su gobierno)"; con leyes como la de Desarrollo Social, como la que da sustento al Seguro Popular o la que combate la discriminación, y "la que protege los derechos indígenas". Sostuvo que su gobierno cumplió con el proyecto social plasmado en la Carta Magna: "leyes como la Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, la de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, la del Servicio Profesional de Carrera, han sido fundamentales para la transformación de la administración y para una mejor defensa de los derechos ciudadanos frente al gobierno".
La función de la ley, aclaró, no es perpetuar la voluntad de una generación; las transformaciones sociales y la evolución de los pueblos son las que exigen la revisión de los sistemas legales. Mencionó que el Poder Legislativo ha asumido el compromiso de proveer a la República de leyes que respondan a la realidad nacional.
"Ejecutivo y Legislativo estamos llamados a privilegiar el acuerdo y la corresponsabilidad, para poner al servicio de nuestra democracia mejores leyes y mejores instituciones", enfatizó.
Por otra parte, entrevistado al término del evento, el gobernador priísta del estado de México, Enrique Peña Nieto, cuestionó el discurso del Fox al señalar que no comparte la visión que se tiene de que el pasado necesariamente fue malo.
"No es una visión compartida. Yo lamento mucho la cerrazón de esa visión." Sin embargo, dijo, hay que ver para adelante, "porque lo que nos permitirá avanzar es la visión de futuro, privilegiando acuerdos entre las distintas fuerzas políticas.
"Es cierto -declaró-: no es lo mismo que ayer, pero estamos construyendo las condiciones para hacer política en nuestro país a partir de esta nueva realidad y tenemos que buscar no cómo nos peleamos por el pasado, sino cómo privilegiamos los acuerdos en objetivos de futuro", porque "no nos puede rebasar ni el tiempo ni la exigencia social."