Rota, la promesa de no recibir respaldo de gobernadores

Apoyo oficial y acarreo para Felipe Calderón en Tlaxcala

Agricultores califican de mejoralitos los programas del foxismo

CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA

Tlaxcala, Tclax., 5 de febrero. En respuesta a reclamos de productores agropecuarios que llamaron ''mejoralitos'' los programas sociales del foxismo, el candidato presidencial del Partido Acción Nacional, Felipe Calderón, aseguró que pugnará por acabar con el clientelismo de las organizaciones campesinas y que, en vez de estar encadenadas al PAN o al PRI, sean libres.

El panista rompió con la promesa de no apoyarse en los gobernadores de su partido, porque el mandatario de Tlaxcala, el ex priísta Héctor Ortiz Ortiz, lo acompañó al mitin en el zócalo de la capital del estado, y su hermano, Serafín Ortiz, recientemente nombrado rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, estuvo a su lado en una reunión con alumnos y maestros de esa institución y de la Universidad Politécnica.

El aparato PAN-gobierno dejó sentir su fuerza en este acto, uno de los más concurridos de sus dos giras, no sin recurrir al acarreo de pobladores transportados en un centenar de autobuses, que recibieron como obsequio tortas y refrescos. Así, ante unas 8 mil personas, Calderón repartió críticas abiertas a su contrincante del PRI, Roberto Madrazo, y referencias veladas al perredista Andrés Manuel López Obrador.

Ofreció que será el presidente que tendrá ''los tamaños suficientes'' para cumplir con la ley, sin importar que alguien ande ''chayoteando'' a los ministerios públicos, sea pariente de ''quién sabe quién'' o porque sea ''muy popular y esté arriba en las encuestas''.

Su primera actividad fue una comida con más de mil productores agropecuarios y pobladores del oriente de Tlaxcala. En el centro expositor de la Unión de Crédito Agrícola de Huamantla, después de escuchar críticas de los campesinos, prometió que va a ''apretar las tuercas a la Financiera Rural, para que suelte los créditos y no se haga guaje, porque ahora sí tiene un montonsote de lana y nomás la están sobando los funcionarios''.

En este lugar, el candidato panista fue recibido con una retahila de críticas. Ignacio Limón le dijo: ''Voy a hablar rancheramente'', y le pidió que las dependencias del sector dejen de ser ''instituciones de estadística para ser aliadas de los productores''. Criticó que instituciones financieras gubernamentales, como Financiera Rural, se dobleguen a la política de la banca comercial.

Abel Hernández Limón, productor de duraznos, fue más duro en sus señalamientos al ''burocratismo'' del gobierno y a los programas asistencialistas sociales que, dijo, se convierten en ''barril sin fondo. Antes nos daban atole con el dedo, ahora ni eso'', expresó.

''Le pedimos que se ponga en nuestros zapatos y no continúe con mejoralitos para el campo'', expresó el productor, y luego hizo un severo cuestionamiento al tono de las campañas políticas presidenciales, al señalar que es ''triste'' ver cómo los candidatos ''intercambian descalificaciones''.

Después de escuchar la voz de los agricultores y ganaderos, el michocano prometió que hablaría con ''franqueza y sinceridad'', y enumeró las propuestas panistas para abaratar los insumos en el campo, ya sea permitiendo la inversión privada en la generación de electricidad o en la transformación del petróleo. La clave para poner fin al rezago, según el candidato, es poner ''valor agregado'' a los productos agrícolas.

Calderón les aseguró que quienes pagan los ''platos rotos de la demagogia'' son los campesinos, y enseguida aseguró que promoverá la organización en el campo, ''no para los votos, como era siempre. Esa ha sido la tragedia de organizaciones campesinas, que estaban muy bien armadas para los votos, pero muy mal para los granos. Muy bien armadas para los mítines, pero muy mal para llevar riqueza a sus campesinos''.

En alusión a la Confederación Nacional Campesina, que está corporativizada al PRI, señaló que no les pedirá que la abandonen ni que se alfilien al PAN o se brinquen de una agrupación del PRD, sino que ''dejen de ser siervos''. Aunque se declaró en contra de programas sociales que hacen dependiente a la gente, afirmó que mantendrá los programas del foxismo como Oportunidades, Seguro Popular y Procampo, porque, como en este país hay tanta miseria, tienen que seguir dichos esquemas. Más tarde, en una concentración en el centro, reafirmó ese compromiso y dijo que por más que critiquen al Presidente él va a seguir muchos de los programas ''valiosos'' que implantó su correligionario.

Día de San Felipe de Jesús, primer santo mexicano

El mandatario de Tlaxcala, Héctor Ortiz, no escatimó apapachos para Calderón. Además de que la plaza principal casi se llenó, el candidato presidencial se encontró con un macropastel para celebrar su santo y con porras de la pandilla azul, conformada por niños. Emocionado, el abanderado se enorgulleció de que era el día de ''San Felipe de Jesús, del primer santo mexicano de la historia''.

Insistió en que está ''empatado'' con López Obrador e hizo sorna de Madrazo, porque sus asesores quieren que se identifique sólo como Roberto. ''Van tan mal, tan mal, que le quieren quitar el Madrazo y nomás dejarle el Roberto.''

Aun cuando su coordinador de campaña, Juan Camilo Mouriño, había dicho que los gobernadores panistas no iban a asistir a los actos en los estados, Calderón estuvo acompañado por el mandatario tlaxcalteca, a quien describió como ''gran líder y gran amigo'' con el que va a trabajar codo con codo. En el día en que se conmemora la promulgación de la Constitución de 1917, señaló que él sí respetará la Carta Magna en aspectos como la educación laica, obligatoria y de calidad.

Al final, su hijo Luis Felipe, de siete años de edad, expresó por el micrófono: ''Yo quiero decirles que mi papá le va a ganar a Roberto Madrazo y a López Obrador''.

El último acto tuvo lugar en el Salón Azul, del sindicato del IMSS, donde fueron congregados miles de maestros, trabajadores administrativos y estudiantes, quienes dijeron que fueron invitados por el rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, Serafín Ortiz, hermano del gobernador.