LOS INTOCABLES | 6 de febrero de 2006 |
La demanda en México de vehículos particulares
con diferente capacidad
de blindaje ha ido en aumento hasta colocar al país como el
tercer
mayor mercado de América Latina.
Ricardo Blanco Velázquez
Es uno de los rostros que muestran la inseguridad que campea en algunas regiones del país. Es también la muestra de que las oportunidades de negocio aparecen por doquier. De la mano de la violencia creció en la última década la industria del blindaje de autos, mercado selecto que cobra precios de 23 mil a 150 mil dólares por hacer del vehículo una fortaleza. Cifras de la industria indican que en México circulan unos 15 mil vehículos particulares con diferentes grados de blindaje. Desde los más sofisticados, resistentes a disparos de armas de fuego de grueso calibre y pequeños cohetes, hasta unos que sólo protegen las puertas laterales y los vidrios contra armas de bajo impacto. Desde 2000 ha ido en aumento el número de vehículos blindados en el país. Las empresas del sector calculan que el valor de este mercado en más de 4 mil millones de pesos anuales. Después de Brasil y Colombia, México ocupa el tercer lugar en el mundo en ventas de automóviles blindados. El crecimiento ha generado una oferta variada: desde hace tres años algunas armadoras ya entregan directo de fábrica en México autos con cierto grado de blindaje. El año pasado se adquirieron 300 de estos vehículos. También la tecnología ha hecho posible que crezca la disponibilidad. Hasta hace una década los blindajes más pesados digamos para resistir disparos de rifles R-15 o de los llamados cuernos de chivo añadían un peso de casi 1.5 toneladas que hacían al vehículo tan pesado que era difícil maniobrarlo. Ahora esa carga se ha reducido. No todos los compradores de estos autotransportes temen ser atacados con armas de grueso calibre. Por eso recurren a blindajes intermedios, que teóricamente los pueden proteger de secuestros y asaltos. En 2005, se vendieron unos mil 800 vehículos con esta protección. En el país operan 40 empresas dedicadas al blindaje. Los precios son muy variables y dependen de la calidad del material usado, si es nacional o importado y el cilindrada del vehículo. En promedio, un blindaje medio cuesta 23 mil dólares; un intermedio, 38 mil dólares, y los más altos de 50 mil a 120 mil dólares. El más resistente, llamado nivel 6, tiene un costo mínimo de 150 mil dólares. Los tipos de corazas que se demandan en este mercado son: 68 por ciento para niveles medio y bajo; 15 por ciento de nivel 4 y los niveles 5 y 6 se dividen el resto. Siempre hay la posibilidad de caer en manos de imitadores. "Hay un número indeterminado de negocios hechizos, que van de un lugar a otro, defraudando a los clientes," comentó Alberto Soto Armenta, presidente de la Asociación Mexicana de Protección a Usuarios de Vehículos Blindados. Aseguró que se ha observado la aparición de un mercado negro de autopartes blindadas, procedentes de robos a contenedores y tráileres en las principales ciudades del país. Con esas partes originales robadas, explicó, operan las empresas "hechizas", y sus clientes no tienen a dónde acudir para quejarse porque no existe ninguna instancia legal que los atienda. "No les sirve de nada quejarse ante la Procuraduría Federal del Consumidor, ya que carece de peritos balísticos que certifiquen la estafa". Agregó que "los defraudadores actúan con toda impunidad debido a que saben de la indefensión en que se encuentran los potenciales clientes. Les ofrecen trabajos a precios menores a los del mercado formal, por lo que resultan atractivos y aceptados a cambio de no emitir factura y garantía." Ricardo Torres, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP) dice que la actividad de protección privada en general tiene una de las mejores perspectivas en México. En los últimos años ha registrado un crecimiento de 400 por ciento en América Latina. "México sigue siendo un nicho para la llegada de materiales diversos para la protección y seguridad personal e industrial. Además del potencial de equipamiento de las fuerzas públicas policiacas, las cuales tienen un grave déficit en artefactos, por ejemplo en chalecos blindados. Hay un policía público por 12 uniformados de corporaciones privadas protegidos con este artefacto", informó el dirigente del CNSP. Para exhibir la evolución tecnológica en materia de seguridad privada y pública, los días 7, 8 y 9 de febrero se desarrollará en el Centro Banamex la feria más importante del ramo en México. Se contará con la participación de los principales importadores de productos y equipamiento, además de algunas representaciones de las firmas más prestigiadas a escala global § |