Las presentaciones terminan hoy en el Teatro de la Ciudad con duelo de improvisaciones
Béla Fleck sacude la noche en el regreso del ciclo Contemporánea
El músico estadunidense presentó temas de su más reciente disco, Hidden land
Ampliar la imagen Béla Fleck y Jeff Coffin en pleno diálogo musical Foto: José Carlo González
La noche es el espacio donde suelen deambular almas y oídos en busca de algo que los sacuda. Si se tiene suerte, la vida manda una caricia repentina, un rasguño en la espalda, el lamento de un saxofón como animal herido.
Estas hordas nocturnas tienen buenos motivos para celebrar el regreso del ciclo Contemporánea en vivo, festival de jazz y ritmos libres que se celebra por segunda ocasión en la ciudad de México, y que el pasado viernes dio inicio con la presentación de la banda estadunidense Béla Fleck y los Flecktones, en el escenario del Teatro de la Ciudad.
Luego del éxito generado por la anterior versión del encuentro, en febrero del año pasado, un público conocedor y entusiasta llenó las 2 mil butacas del recinto de Donceles 36 en un ambiente muy distinto al que reinó en 2001, cuando el propio Fleck tocó frente a muchos lugares vacíos
En esta ocasión, Contemporánea se dio a la tarea de reivindicar al bajo, la voz más ronca y profunda de los instrumentos musicales, con la presentación de algunos de sus exponentes actuales más destacados.
El encargado de levantar el telón fue el bajista sueco Jonas Hellborg y su Metal Art Trío, compuesto por Mattias Eklundh en la guitarra y el húngaro Zoltan Csörsz en la batería. Dueño de una extraordinaria potencia, a un tiempo metalera y jazzística, el conjunto demostró en cuatro temas que el papel de abridor sólo fue una cuestión de orden en el programa. Su calidad los hizo ver como parte de un mismo "plato principal".
En contraste con Eklundh, quien fungió como un improvisado y desenvuelto maestro de ceremonias, Hellborg manifestó en un estilo más contenido -pero igualmente intenso- las maravillas que aprendió junto a músicos como Miles Davis, John McLaughlin y Michael Brecker.
Ensimismado en su diálogo con el bajo, por momentos el sueco parecía estar a varios kilómetros de ahí. Su mirada era la de un sonámbulo que de pronto se hubiera descubierto en medio de la calle, absorto, dando pasitos de baile con sus calcetines azul marino. Pero de esa concentración brotaron solos llenos de virtuosismo y emotividad que lograron romper una cuerda del instrumento.
Después de un breve intermedio llegó el turno de Béla Fleck y los Flecktones en su versión original: Victor Wooten en el bajo, Jeff Coffin en el saxofón, la flauta transversa y el clarinete y Roy Woten, Future Man, empuñando una suerte de motosierra -mitad guitarra, mitad sintetizador- y tocando también las percusiones.
El cuarteto presentó su más reciente disco, titulado Hidden land, del que interpretó Kaleidoscope, Rococo, Sex in a Pan y Sleeper. De la base rítmica de todas ellas, partieron para hacer lo que mejor saben: improvisar. Imposibles de encasillar en un solo género o corriente, los Flecktones pasan por el jazz, folk, country y el bluegrass, y se lanzan a explorar cada uno su selva personal, hacia adentro y hacia arriba.
Tal vez uno de los principales méritos de la agrupación, tres veces ganadora de los Premios Grammy, es poner en el centro de su propuesta musical a instrumentos que parecían condenados al simple acompañamiento, como el bajo y el banjo. Don Béla, como dijo el bajista Victor Wooten, es el hombre "que sabe tocar el banjo en más de 12 idiomas".
Para cerrar, Fleck dio una auténtica sinfonía para banjo. En sus manos, el instrumento sonó a jazz, country, gitano y hasta un poco con la voz de una cítara, para deleite de un auditorio que salió a todas luces complacido.
Contemporánea en vivo concluirá este domingo a las 18:30 hrs., con un duelo de improvisación entre todos los músicos participantes en el ciclo. Boletos de 50 a 350 pesos en las taquillas del teatro o a los teléfonos 5325-9000 y 5510-2197.