Ignoran el número de establecimientos y la cantidad de residuos peligrosos que generan
Acapulco: grave contaminación del subsuelo por apatía de autoridades
Semarnat de Guerrero y Ecología del puerto se deslindan de la responsabilidad operativa
Ampliar la imagen Cientos de desechos tóxicos son arrojados al río La Sabana, el más contaminado de Acapulco Foto: Javier Verdín
Acapulco, Gro., 4 de febrero. La contaminación del subsuelo de Acapulco ocurre por falta de educación ecológica entre la población, pero principalmente porque la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) apenas tiene 12 encargados de vigilar todo el estado, mientras que la Secretaría de Ecología del ayuntamiento porteño sólo cuenta con 11 inspectores.
La dependencia ignora no sólo el número de establecimientos generadores de residuos peligrosos que operan en el municipio, también los tipos y volúmenes, reconoció Carlos García, funcionario de la dependencia, quien turnó la responsabilidad a la Dirección de Ecología Municipal. "Ellos deben reportar los establecimientos, pero no lo hacen", dice.
"La Semarnat tiene ese dato", revira el encargado de Ecología municipal, Luis Enrique García Cuevas, quien critica que la dependencia federal no tenga capacidad para hacerse cargo de la parte operativa, pero se niega a delegar la función en la municipal. "Ellos tienen 12 inspectores para todo el estado; Ecología municipal tiene 11 sólo para Acapulco, y está por contratar tres más", argumenta.
El hecho es que nadie sabe con precisión, por ejemplo, cuántos talleres mecánicos arrojan los lubricantes usados al suelo o al drenaje -es usual que los negocios pequeños operen casi en la clandestinidad y no tengan piso de cemento-; nadie sabe con exactitud cuántas baterías de automóvil o linterna son tiradas en terrenos baldíos o van al relleno municipal.
Tampoco se sabe qué destino tienen los gases de los equipos de aire acondicionado. Lo cierto es que refrigeradores viejos se pueden ver por cientos en la orilla costera de la carretera a Pie de la Cuesta, así como miles de toneladas de escombros que particulares han depositado ahí por años, con lo cual causaron daños irreversibles a la vida marítima subacuática de esa franja.
Los mantos freáticos están contaminados por la filtración de sustancias tóxicas al subsuelo. En caso del río La Sabana, el gobierno del ex alcalde López Rosas nunca hizo algo para detener el depósito de desechos.
Otra visión
Entre Mozimba y Cantiles al Mar, hacia Pie de la Cuesta, se depositan chatarra, escombros, electrodomésticos usados, equipos de aire acondicionado, lubricantes usados...
"La Semarnat no tiene un confinamiento. Se han hecho esfuerzos para recolectar aceite usado. Antes se vertía directamente al suelo y al drenaje", dice Ramiro Gómez Pardillo, presidente de la Asociación Ecológica Subacuática.
Otro ejemplo: al finalizar sus jornadas, "los taqueros vierten el aceite usado al drenaje pluvial. Este problema, que compete a la Capama (Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco), sólo ha sido mitigado, no eliminado. El drenaje de Acapulco está obstruido por las grasas".
Explica por qué en las aguas de Caletilla fueron hallados residuos de metales pesados: "Ahí hay estacionamientos, talleres y fondas".
Señala: "No existe en Acapulco un programa de control de residuos industriales peligrosos. Se perdió cuando Octavio Klímek Alcaraz llegó a la delegación de la Semarnat en Guerrero; vetó todos los programas, impulsado por una animadversión personal, pues Klímek era procurador del Medio Ambiente en el gobierno de René Juárez Cisneros cuando Raúl López López era subdelegado, y criticó la política ambiental del entonces gobernador".
Según la Semarnat, en Guerrero funcionan nueve industrias de jurisdicción federal, debidamente registradas y autorizadas, y que cumplen con sus obligaciones ambientales: central termoeléctrica Las Cruces, Pemex Refinación y Ionic (envasadora de hidrógeno), todas en Acapulco; central termoeléctrica de Petatacalco; Cementos Apasco, en Las Cruces -tiene autorización para reciclaje de líquidos y sólidos como combustible alterno-; Compañía Minera Nukay, en Eduardo Neri; Minera Rey de Plata, en Teloloapan; Pemex Refinación Iguala, e Industrial Minera México, en Taxco.
En cuanto a otros generadores de residuos peligrosos, la dependencia informa que en 2005 hubo 2 mil 542 establecimientos registrados, mil 383 de los cuales producen residuos biológico-infecciosos y, según sus reportes, en 2004 produjeron un millón 834 mil 350.3 kilogramos de residuos industriales; 41 toneladas 446 kilos de sólidos e impregnados, y 479 toneladas 463.527 kilogramos de biológico-infecciosos.