Rescatan otros 22 cuerpos; autoridades señalan que mil personas están desaparecidas
Dispersan policías a familiares de víctimas del ferry que se hundió en el mar Rojo
Aseguran sobrevivientes que el accidente se debió a un incendio en el segundo piso
Ampliar la imagen En el puerto de Safaga, agentes antidisturbios de Egipto lanzaron gas lacrimógeno a las personas que pedían informes sobre sus familiares Foto: Ap
El Cairo, 4 de febrero. La policía egipcia antidisturbios dispersó hoy con gas lacrimógeno a familiares de las víctimas del ferry que se hundió en el mar Rojo. Sobrevivientes al naufragio atribuyeron el accidente a un incendio, que intentó apagarse con agua bombeada del mar.
Se calcula que entre 900 y mil personas podrían haber muerto. En el segundo día de búsqueda, cientos de familiares que exigían informes de sus parientes fueron dispersados por la policía en el puerto de Safaga. Muchos se defendieron y lanzaron piedras y palos a los uniformados.
Algunos familiares, concentrados frente al hospital de Safaga, dijeron que las autoridades sólo han dado nombres de 30 sobrevivientes que están siendo tratados en el nosocomio, pero no se les ha permitido entrar al sanatorio.
Reportes de la autoridad portuaria en Safaga, adonde debía llegar la embarcación procedente de Arabia Saudita, sostienen que 389 personas sobrevivieron a la tragedia, de los más de mil 400 pasajeros del buque Al Salam Boccaccio 98. No hay confirmación oficial de ello. En todo caso, este día fueron rescatados 22 cuerpos y hay unas mil personas declaradas desaparecidas.
Aunque una de las hipótesis de las autoridades sobre las causas del accidente es que la nave llevaba sobrecupo, pues tenía capacidad para sólo unas mil 300 personas, un oficial de la tripulación de la nave afirmó ante el fiscal general Maher Abdel Wahid que la causa del hundimiento fue la gran cantidad de agua bombeada del mar para apagar el incendio.
Según reportes, el fuego se desató hora y media después de que el ferry zarpó del puerto saudita de Duba, en el segundo de los nueve pisos. El capitán propuso regresar a Duba, pero se le informó que el incendio había sido controlado, por lo que decidió continuar.
Se citó también que sobrevivientes al naufragio denunciaron que el capitán huyó del barco en llamas en una lancha salvavidas y que abandonó a los pasajeros a su suerte. No hubo reacción de la compañía propietaria del buque a dichas acusaciones. El papa Benedicto XVI expresó su pésame a los familiares de las víctimas.