Complicado, defender a consumidores de monopolios y compras en el exterior
Evitar abusos por ventas en Internet, reto inmediato de Profeco: Arce Macías
Con los cambios impuestos por la economía abierta, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) llega a su tercera década con el reto de adecuarse a las nuevas transacciones comerciales, como las realizadas por Internet o el "comercio móvil" -con el que se pretende sustituir la tarjeta de crédito por el celular- para continuar garantizando que quien compra un producto o contrata un servicio obtiene lo ofrecido, manifestó Carlos Arce Macías, titular del organismo.
La Profeco fue creada en 1976, y aunque ha tenido que transformarse y responder al cambio de una economía cerrada a una abierta para defender al consumidor, algunos sectores no han cambiado, como los monopolios que encabezan Pemex, Teléfonos de México, Comisión Federal de Electricidad o Luz y Fuerza del Centro, que mantienen la supremacía de quejas en su contra.
"¿Cómo se defiende de un monopolio? Es muy complicado. Se tiene la ventaja de contar con Profeco y hemos podido realizar ese trabajo con cierta efectividad, pero la verdad es que la potencia de los monopolios es muy grande, aunque llegamos a resolver 70 por ciento de casos siempre que no se trate de precios, porque contra eso no podemos hacer nada", señaló.
Arce Macías manifestó que Profeco -que atiende más de 150 mil quejas por año- ha perfeccionado los mecanismos de defensa de los consumidores y reforzado su labor preventiva por medio de la difusión sobre la calidad de las mercancías, para que la gente sepa qué le conviene comprar. Esta información la proporcioan en su página electrónica o en el número telefónico 5568 87 22.
"Próximamente tendremos información disponible sobre el comportamiento comercial de casi cualquier proveedor establecido en el país (una especie de listas negras)", dijo.
El funcionario manifestó que la dependencia a su cargo es un "magnífico ejemplo de acceso a la justicia", porque cualquier persona, de la condición social o económica que sea, puede presentar una queja sin importar el monto del bien o servicio reclamado (la mayoría de casos no rebasan 7 mil pesos), y en un mes obtiene una resolución.
"Solucionamos asuntos muy pequeñitos, desde una plancha que no jaló, hasta otros mayores, como la inversión en un departamento o automóvil, que representan el patrimonio de la gente", dijo
Rechazó que Profeco sea una institución de ornato y sin poder, pues dijo que las multas que imponen -que pueden llegar a 2.5 millones de pesos y el doble en caso de reincidencia- demuestran lo contrario. No obstante, el procurador reconoció que existen problemas de corrupción en el área de verificación.
Insistió en que "el gran reto del siglo XXI es la tecnología, aunque actualmente podemos presumir de nuestro laboratorio (donde se verifica la calidad de diversos productos), pero los requerimientos cada día son mayores con las tendencias tecnológicas", señaló.
Acepta que la aparición de nuevos productos -aquellos destinados supuestamente a la salud, como la limpieza de arterias, o de embellecimiento-, de formas innovadoras de hacer negocios, transferencias y transacciones mercantiles con el uso de Internet, "con todos los problemas e inseguridad que implican", carecen de regulación en nuestro país.
El funcionario se refirió a tecnologías que aún no existen en México, pero que tarde o temprano aparecerán, como el llamado comercio móvil, que ya existe en países escandinavos, para el cual se utiliza el teléfono celular para hacer pagos.
Esta tecnología, indica, coexistirá muy pronto con el decimonónico tendejón de la esquina, y la Profeco deberá prestar atención para atender al consumidor.
Al ser cuestionado sobre el poder o injerencia que tiene Profeco para defender los derechos del consumidor cuando adquiere mercancías cuyo productor es extranjero, Arce Macías manifestó que por la cantidad y variedad de productos el consumidor puede obtener "grandes ventajas" en precio, aunque también ahí es complicado protegerlo.
Esta tendencia permite que los productores nacionales entren en competencia y no se encarezcan la mercancías, destacó, de otra manera tendríamos mercados oligopólicos, y eso si daña mucho a los consumidores nacionales.