La flota norteña mata y desecha miles de toneladas de barrilete, acusa la CEOPA
Agoniza la pesca oaxaqueña por competencia desleal de atuneros
Desde 1995 la producción cayó 60 por ciento
Amenazan afectados con incendiar barcos
Ampliar la imagen Descarga de atún en el puerto de Ensenada, Baja California Foto: Archivo / La Jornada
Puerto Angel, Oax., 3 de febrero. La flota pesquera proveniente del norte del país captura cada año en las costas de Oaxaca, además de unas 30 mil toneladas de atún, miles de toneladas de barrilete, una especie que por ser de color negro no tiene valor comercial y la tira al mar, denunció la Confederación Estatal de Organizaciones Pesqueras y Acuícolas (CEOPA).
Sergio Fabila Meléndez, coordinador de pesca ribereña de la agrupación, advirtió que sus agremiados incendiarán esas embarcaciones si continúa la pesca incidental indiscriminada, pues va en detrimento de los ribereños, quienes tienen más de 25 días sin ejercer su actividad.
Explicó que el problema, que data de hace 10 años, puede hacer crisis en esta temporada de captura, porque la pesca indiscriminada de atún y barrilete que efectúan las aproximadamente 40 embarcaciones de la flota proveniente del norte está dejando sin empleo y alimento a unos 300 pescadores de la costa oaxaqueña y a sus familias.
Explica que en 1995, antes de que llegara la flota atunera, los pescadores ribereños lograban una producción anual de hasta 450 toneladas de atún, pero a partir de 1996 el rendimiento decayó paulatinamente y la pesca del barrilete se volvió más importante.
Cada mes unos 15 mil barriletes por mes (entre 25 y 30 toneladas) se procesaban al alto vacío y se vendían en centros comerciales de la región, pero ahora la producción cayó 60 por ciento, y con la llegada de los atuneros la pesca es nula porque atrapan a la especie en sus redes pero se deshacen de ella porque no tiene valor comercial.
En protesta, los pescadores empezaron a cortar las redes en 1999, y en 2000 el entonces diputado federal Jaime Larrazábal Bretón organizó una reunión entre los directivos de los atuneros y los pescadores ribereños de Oaxaca.
Allí explicaron que la norma oficial mexicana estipula que los barcos deberán reducir hasta en 10 por ciento la pesca de atún juvenil, "pero, en clara desobediencia a la Secretaría de Pesca, capturan atún juvenil a sólo tres millas de la costa, cuando deberían tirar sus redes 25 millas mar adentro".
Alfonso Rosiñol, dirigente de los atuneros en la Cámara Nacional de la Industria Pesquera, entendió la situación y la flota atunera pescaba a 25 millas de la costa de Oaxaca, "no en la orilla, y menos entre las lanchas que en ocasiones quedan en el cerco".
Sin embargo, explica Fabila Meléndez, con el cambio de directiva de los atuneros y la llegada de Carlos Hussong, el conflicto entre pescadores se aggravó en 2004 porque los barcos pescan a unas cuantas millas de la costa, y al depredar otras especies como barrilete, dorado y pez vela afectan a los ribereños.
Como prueba de que las cosas pueden empeorar, recordó que en 2005 los pescadores cortaron las redes de varios barcos atuneros y en respuesta fueron perseguidos con un helicóptero desde el que les lanzaron petardos de los que hacen estallar en el mar para concentrar los bancos de atún.
"Los pescadores ribereños estamos atravesando la peor crisis de nuestra historia. Si el gobierno no soluciona el problema nos iremos a las instancias internacionales, porque aunque tenemos el apoyo del gobierno del estado, no tiene la solución", advirtió éste.
Además, añadió, la capitanía de puerto y el personal de la armada de México comisionados en este lugar protegen a los barcos atuneros; "los cuidan para que no los vayamos a agredir, pero la gente esta cada día peor, sin pesca y sin comida", indicó.
Respecto al permiso de la flota atunera para pescar en el litoral del Pacífico mexicano, aclaró que no están en contra de que se lleven el atún, "porque están en su derecho", pero sí exigen que respeten el atún juvenil y las demás especies, como el barrilete, el dorado y el pez vela.
Anselmo López Villalobos, coordinador de los pescadores de altamar en la CEOPA, lamentó la crisis que atraviesan los pescadores ribereños y más que las aproximadamente 30 mil toneladas de atún que se capturan cada año en las costas de Oaxaca se registren ante la Comisión Nacional de Pesca como producción del norte del país, ya que el producto se descarga en los puertos de Manzanillo, Colima; Mazatlán, Sinaloa; La Paz, Baja California Sur, y Ensenada, Baja California, donde están las plantas procesadoras.
La gravedad del asunto, explicó, es que al ser registrada la producción como de las costas de Sinaloa y Sonora, esas entidades obtienen los beneficios de los programas de apoyo del gobierno federal, pues son considerados puertos altamente pesqueros, mientras la Federación considera que Oaxaca no tiene una flota que produzca suficientes alimentos y divisas.
Darío Pacheco Venegas, presidente del club de pesca deportiva de Bahías de Huatulco, que cada año organiza el torneo internacional de pesca del pez vela, dijo que el dorado y el vela son especies consideradas parte importante del desarrollo turístico de Huatulco y la costa oaxaqueña, que con la llegada de la flota atunera está siendo diezmada de manera alarmante.
El también presidente del Comité Estatal de Pesca Deportiva indicó que ya informaron de la situación a Francisco Javier Obregón Espinosa, presidente de la Comisión de Pesca del Congreso de la Unión, a Carlos Hussong, presidente de los atuneros de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera, y al comisionado nacional de pesca y acuacultura del gobierno federal.
Al problema que padecen los ribereños se agrega la próxima llegada de unas 500 embarcaciones de la flota camaronera del norte del país, las cuales capturan en promedio unas mil 500 toneladas de camarón de consumo nacional y unas mil 200 toneladas que los dueños de las embarcaciones exportan.