Movimientos sociales, culturales y de izquierda nos organizamos y tomamos acuerdos
Marcos: ya no resistimos; el mensaje claro es que vamos por "los de arriba"
Traeremos la bandera nacional, hasta que sea lavada de toda la mierda de políticos y ricos, dice
Ampliar la imagen El subcomandante Marcos se tomó la foto del recuerdo con sexoservidoras y sexoservidores aderidos a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, al finalizar la reunión en la ciudad de Orizaba, Veracruz Foto: Víctor Camacho
Orizaba, Ver. 3 de febrero. Tlanipa mo opocha katki moyolo ("abajo a la izquierda está el corazón" en lengua nahua), escrito en una pobre cartulina a espaldas del delegado Zero y sus acompañantes, fue la divisa de la tarde en el igualmente pobre pero abarrotado local donde se reunieron los adherentes de la Sexta en la ciudad de los patrones de una de las regiones más pobres (y ricas) en el país. Los muros estaban húmedos del sudor de tanta gente tan de abajo. Indígenas, madres solteras, sexoservidoras, sexoservidores, obreros, taxistas, campesinos, en la región de las fábricas donde los trabajadores hicieron historia hace 100 años, en los albores de una Revolución que unos llaman inconclusa, otros traicionada, y otros nada más institucional (y son los que mandan).
El propio subcomandante Marcos lo resumiría al final: "En este cuarto está reunido todo lo que los de arriba desprecian". Las mujeres nahuas de Zongolica, con sus rebozos y huipiles y, a ratos una chichi fuera, amamantando, eran la estampa de la dignidad y el sufrimiento. Como lo era una señora que expresó: "Ya me cansé de trabajar, ya no puedo más. Tengo 15 años de agotarme con trabajo doméstico para mantener yo sola a mis hijos".
Magdalena, representante de las prostitutas organizadas, repitió esa eterna acusación sin salida: "Las autoridades nos agreden, nos sacan dinero, y ahora hasta hacen que nuestros clientes nos maltraten y denuncien. En los hoteles nos obligan a pagar por los condones de la Secretaría de Salud, que son gratuitos, y las sábanas están sucias. Y con mi trabajo mantengo a mis hijos". Claudia, transexual, con una cicatriz en el rostro que decía más que mil palabras, sencillamente dijo estar en la otra campaña porque "los sexoservidores luchamos contra la discriminación; también nosotros tenemos derechos ciudadanos". Marcos se diría "honrado" de tener estos compañeros, y hasta se retrató con ellos.
Un hombre ya mayor, representante de un grupo de taxistas, decente en el mejor sentido de la palabra, y que expresó simpatía profunda por "los indígenas que sufren en la sierra", dijo: "Hemos buscado por muchos lugares, hasta que encontramos este árbol que nos ha cobijado, la Coordinadora de la Sociedad Civil de la Región de Orizaba", y dijo estar "con todo ardor" en la otra campaña.
Un profesionista de origen nahua deploró la "limosna institucionalizada" que reciben los pueblos, y llamó al Procede "el asalto más sofisticado del gobierno para despojar a los campesinos, encubierto por la ley". Más adelante, una muchacha leyó la carta, escrita a mano y enviada por Gloria Arenas Agis (coronela Aurora), quien junto con Jacobo Silva (comandante Antonio, del ERPI) se encuentra en prisión; ambos son ahora adherentes de la Sexta, y por tanto compañeros de los zapatistas, de los estudiantes, los textileros y las prostitutas.
Originaria de Orizaba, Gloria Arenas inició su trabajo social y político en las comunidades de la sierra. Ahora escribe desde lejos: "Todos estamos aquí porque es el momento de escucharnos. Sólo podremos triunfar uniendo nuestras experiencias". En su turno, Marcos llamó "compañeros nuestros" a Gloria y Jacobo. Los llamó presos políticos, y la concurrencia coreó "¡libertad!"
Al terminar el encuentro, en la Casa de la Mujer Ziwuakatzitli, refugio de mujeres agredidas, los orizabeños dieron alojamiento al delegado Zero por esta noche.
La bandera enlodada
El recorrido de la otra campaña por el centro de Veracruz fue ayer de Xalapa a Tomatlán, donde Marcos habló ante decenas de adherentes reunidos anoche en la amenazada casa de la cultura, y también fue escuchado desde la calle por al menos cien personas más de Tomatlán y un buen número de orejas del gobierno, antes de caminar por las calles del poblado, cerca de la medianoche, seguido por muchísima gente mientras un potente equipo de sonido despertaba a los que pudieran estar durmiendo con el himno zapatista en versión local. Durante la reunión, Marcos había definido así a los políticos: "Tienen la lengua larga y tapado el oído".
Hoy, la otra campaña fue recibida en Córdoba por decenas de banderas rojas con la hoz y el martillo, agitadas por las Juventudes Comunistas. Sostuvo allí dos reuniones, una pública, y otra sólo con adherentes a la Sexta. Un orador gritón y exaltado reclamó por la presencia del "obsoleto" símbolo de la hoz y el martillo, y la ausencia de la bandera nacional. Con tono prepotente, demandó mayor "espiritualidad" a la otra campaña y se dijo creyente cristiano como quien lanza una bofetada. Este doctor Federico dio pie a la intervención del delegado Zero, quien empezó por reclamarle el "gritoneo" de presunta superioridad:
"En manos de nuestra finada comandanta Ramona, en 1994, en la catedral de San Cristóbal de las Casas, sacamos la bandera nacional que habíamos lavado con nuestra sangre, nuestro sudor y nuestras lágrimas. Esa bandera la volvió a enlodar Ernesto Zedillo, la volvió a enlodar Vicente Fox y la volvieron a enlodar los partidos políticos electoreros, los partidos institucionales con las leyes que han hecho para despojarnos a todos de lo que tenemos, de nuestra patria. Si la bandera de México no está ahorita aquí es porque la estamos lavando de la mierda que le han puesto todos esos políticos y grandes ricos.
"Y la estamos lavando con nuestro sudor de trabajadores, con nuestras lágrimas de mujeres, de jóvenes, de niños, de ancianos, de indígenas. Con esa sangre que hemos vertido porque hay que recordar aquí que quienes ahora aducen el nacionalismo ese, son los que tienen presos a Jacobo Silva y a Gloria Arenas. El mismo que ha llenado de presos políticos las cárceles, mientras los verdaderos criminales están gobernando o en las grandes empresas. La bandera de México la estamos lavando en la otra campaña para la hora que este país se vuelva a levantar de nuevo".
En una mención inesperada, Marcos dijo: "No nos vamos por ese cuento de mal gusto de Enrique Krauze y Carlos Abascal de que somos un país mestizo. Esa es la justificación para que nos repriman y nos desprecien como pue- blos indios. Nos quieren decir que los pueblos indios no existimos, que fuimos mezclados con la sangre española y que somos iguales que los grandes ricos".
Curiosamente, el historiador Enrique Krauze casi coincidió en Jalapa con el paso de la otra campaña. Según declaró el historiador en la prensa local, acababa de celebrar un convenio con el gobernador Fidel Herrera para editar una lujosa historia de Veracruz, con recursos y archivos del gobierno priísta. Bueno, se trata de dar continuidad en sus relaciones productivas con la entidad que hasta hace poco gobernó uno de los dueños de Televisa, empresa para la que también trabaja Krauze.
El delegado Zero añadió: "Hay quien se espanta por la hoz y el martillo, quien se espanta por la mano izquierda levantada, por la palabra socialista. Nosotros somos los zapatistas. Nos alzamos en armas. Desafiamos al supremo gobierno y lo derrotamos. Derrumbamos el gran sueño de Salinas del primer mundo. Y así como a nosotros nos identifica el pasamontañas, hay compañeros que los identifica la hoz y el martillo, el brazo izquierdo levantado, el socialismo.
Y así como ellos reconocen en nosotros al compañero, nosotros reconocemos al compañero en el Partido de los Comunistas, en Uníos, en la CUT, en el Partido Comunista Marxista Leninista, en el Partido Obrero Socialista, en la corriente En Lucha y en todas las organizaciones políticas que reivindican el socialismo. Hemos aprendido a reconocerlos como compañeros. Los respetamos, ellos nos respetan y es para nosotros un honor tenerlos en la otra campaña".
Y agregó en su mención a las comunidades eclesiales de base, "los cristianos que se dieron cuenta que no es posible cambiar el mundo encerrado en una iglesia sino que dentro de su creencia se organizan y encuentran nuevos caminos de liberación aquí en la tierra sin cuestionar lo que pase después allá en el cielo. Y a las ONG que luchan por los derechos humanos, así como hombres y mujeres que no tienen militancia partidaria, grupo ni colectivo, pero sienten la misma rabia e indignación que nosotros".
Señaló que "el responsable de todo eso es el sistema capitalista y tiene como tenderos a esos partidos políticos que ahora se están disputando las elecciones. Nosotros podemos elegir. Podemos decir que todo lo que hemos escuchado y lo que vivimos cada día es responsabilidad de que no hemos desarrollado nuestro espíritu, nuestra buena vibra o porque no hemos puesto suficientes veladoras.
"No podemos permitir que la imagen de la izquierda sea la de un individuo con traje, lamentando que no tiene más bolsas en el saco para meterse los dólares que le están pagando. La izquierda no se vende. Y lo que se está construyendo en la otra campaña es la unidad de todas esas fuerzas de izquierda, todos esos movimientos sociales, entre todo ese movimiento cultural, toda esa juventud a la que sólo se le pide paciencia para ver cuándo se le va a acabar la rebeldía."
Con evidente irritación, Marcos manifestó: "Nosotros ya no podemos soportar ese país, no sé ustedes".
De lo que trata la otra campaña es de hacer algo que no tiene precedente ni en México ni en el mundo. "Este movimiento no es nada más del EZLN, es nacional. Lo que hacemos ahorita es ponernos de acuerdo y conocernos. Porque allá arriba nadie nos mira".
Remató: "No está a discusión cuál es el destino de este movimiento. El destino es la victoria y la victoria es construir un nuevo país. Entonces sí, levantar la bandera tricolor, con el águila devorando una serpiente, pero ya limpia, y nunca más permitir que otro la enlode. Ya no vamos a estar resistiendo. Estamos pasando a la ofensiva. Estamos diciendo claramente que vamos por ellos".