UN EDITOR EN LA CARCEL

''Va para largo''

La errónea interpretación del artículo 424 bis de la Ley Federal del Derecho de Autor mantiene en el Reclusorio Norte a Fernando Valdés.

El auto de formal prisión que se le dictó en agosto de 2005 señala que en la editorial Plaza y Valdés se encontraron, durante un cateo, ''copias ilícitas'' del cuaderno Gader de caligrafía, de Graciela Rincón, lo cual no es correcto.

Así lo explica la especialista en propiedad intelectual María Teresa Romero y agrega que ''ya se determinó que las obras son y fueron elaboradas en virtud del consentimiento de la autora, mediante un contrato''.

Romero colaboró en la conformación del expediente para solicitar en diciembre la libertad de Valdés por desvanecimiento de pruebas, recurso que el juez de la causa rechazó por considerar que no se aportaban elementos nuevos, ''no porque los argumentos no vayan a ser tomados en cuenta al dictar sentencia'', explicó la perito en propiedad intelectual e industrial de la Procuraduría General de la República (PGR).

El meollo del asunto, según la directora de la Agencia Nacional de Propiedad Intelectual, es que al dictar el auto de formal prisión, al juez segundo de distrito en materia penal, César Flores, ''se le olvidó'' decir que los cuadernos Gader de caligrafía que decomisaron elementos de la Agencia Federal de Investigación en las oficinas de la editorial ''son copias lícitas'', como ya lo habían determinado peritos de la PGR.

Como el propio editor ha señalado, su estancia en prisión ''va para largo''.

Mónica Mateos-Vega