Carlos Abascal "se burla" del estado de derecho: bancada del PRD
La bancada del PRD en la Cámara de Diputados respaldó el discurso que pronunció el escritor Carlos Monsiváis durante la entrega de los premios de Ciencias y Artes 2006, al considerar que la defensa de la laicidad es un deber republicano que permite la libertad de credo. Los representantes del Estado, independiente de la religión que profesen, deben gobernar sin privilegiar a grupo alguno, consideró.
El calificativo de "fundamentalista" que Carlos Abascal, secretario de Gobernación, dirigió a Monsiváis, no fue la respuesta de un hombre de Estado, sino la de un gobernante católico que se burla del estado de derecho, refiere el texto emitido por los perredistas.
"En este sexenio el gabinete presidencial ha lastimado de manera recurrente y no sólo retórica al Estado laico. Así lo muestran, entre otros casos, la entrega del oratorio de San Felipe Neri a una asociación subordinada a la arquidiócesis de México; la exoneración -en 15 minutos- del obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, al ser demandado por violar el artículo 29 de La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, así como el artículo 130 constitucional, que prohíbe a los ministros de culto hacer proselitismo político en favor o en contra de algún candidato, partido o asociación política."
La descalificación a Monsiváis da cuenta de la confusión histórica en la que se desenvuelve el gabinete de Vicente Fox, porque carece de prudencia ante la crítica de la sociedad, señala el PRD.
"Tildar de fundamentalista a Monsiváis, uno de los más destacados y reconocidos intelectuales, por el simple hecho de manifestarse en defensa del Estado laico, es un acto irresponsable, intolerante y peligroso para la democracia."
El secretario de Gobernación, Carlos Abascal, pidió a su vez "dejar atrás rencillas personales, pugnas decimonónicas y los conflictos históricos que hicieron de México un espacio de lucha de facciones". Pidió avanzar hacia una "conciliación nacional" en la que todos hagan valer la libertad, incluida la referida al terreno religioso.
Un día después de calificar a Monsiváis de "fundamentalista", Abascal trató de no abonar al debate, pero enseguida refrendó sus conceptos religiosos.
Dijo, por ejemplo, que "Estado laico no es sinónimo de Estado ateo" y que la autonomía legítima entre la esfera espiritual y la temporal no significa una eliminación de las iglesias y de las religiones en la vida pública.
Como se difundió, el ensayista defendió el Estado laico y, un día después, pidió al funcionario pruebas acerca del supuesto fundamentalismo que achaca a sus críticos.
En entrevistas para dos empresas de radio, Abascal señaló que en una democracia existen las religiones porque el ser humano es trascendente y busca encontrar sentido a su vida.
"En una democracia ya desarrollada como la nuestra, teniendo perfectamente claro el tema del Estado laico, debe haber un esquema de colaboración entre las religiones y el Estado", expresó.