Sería uno de los mejores medios para proteger a esta especie amenazada, concluyen
Necesaria, la caza de leones: expertos
La derrama económica resultante posibilitaría el crecimiento de las reservas en que habitan
Ampliar la imagen Es conveniente que los lugareños vean estas fieras como un recurso y no un antagonista Foto: Reuters
Johannesburgo, 26 de enero. La cacería de leones en Africa debe ser alentada, ya que, paradójicamente, es uno de los mejores medios para proteger a esta especie animal cada vez más amenazada, según los especialistas reunidos durante una semana en Johannesburgo.
Enmarcada y reglamentada en forma estricta, la caza del león contribuye a su protección gracias al enorme caudal financiero que genera, lo que posibilita el crecimiento de las reservas en que estas grandes fieras viven, lo que favorecería su reproducción.
Según los partidarios de esta postura, la caza permitiría además que las poblaciones locales se beneficien económicamente de la presencia del león, incitándolas en consecuencia a intentar protegerlo y no eliminarlo.
Los leones africanos han perdido ya 80 por ciento de sus territorios en los últimos 100 años, y en los pasados 20, su número disminuyó entre 30 y 50 por ciento y se sitúa actualmente entre 23 mil y 40 mil.
La "caza del trofeo", que implica a un número estrictamente limitado de fieras, en función de un sistema de cuotas, es practicada principalmente por clientes muy ricos de Europa y América del Norte. Autorizada en países como Tanzania y Sudáfrica, este tipo de cacería, que suscita debates apasionados, está prohibida en otros, como Kenia.
Impacto social de la propuesta
Durante una semana, unos 50 especialistas estudiaron, a iniciativa de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), los medios para proteger eficazmente a estas fieras míticas y detener su declive. Subrayaron que la cacería no debe ser considerada "una amenaza", sino "un medio para generar beneficios económicos para los más pobres, con el fin de incitarlos a apoyar los esfuerzos de protección".
Más allá de los grandes parques nacionales, como el Kruger en Sudáfrica, o el Serengueti en Tanzania, donde son preservados, los leones están amenazados. La expansión de tierras agrícolas disminuye sus zonas de cacería y los empuja a buscar su alimento en el ganado, por lo que muchos ejemplares mueren envenenados o por los disparos de los granjeros exasperados.
En algunos casos, la población local es la que está en peligro. "Sólo en Tanzania, los leones atacan a más de 100 personas por año y matan a más de 70", afirma Craig Packer, profesor de la Universidad de Minnesota.
En cuanto a si la caza no contribuye a la desaparición de las fieras, Kristin Nowell, de la UICN, afirma que "todo el mundo está de acuerdo en reconocer que no es la causa del declive del número de leones", aunque subrayando que debe ser estrictamente enmarcada. Según Craig Packer es posible elaborar "modelos conceptuales" para escoger los leones que deben ser cazados, en principio los machos viejos, para "eliminar el riesgo de perturbaciones sociales".