ENTORNO TECNOLOGICO
Ciberadicciones o los riesgos de la red
En el ámbito de la tecnología se ha lanzado una grave advertencia: el uso anormal de Internet puede crear adicción. Incluso, algunos sicólogos han llegado a recomendar que la conexión a la red no debe prolongarse más de dos horas diarias.
Aunque en Estados Unidos ya existen grupos de apoyo para adictos a Internet, en países como México no se ha entendido este fenómeno en su profundidad.
Entre los recursos que existen en Internet destaca el Center for On-Line Addiction (www.netaddiction.com), la primera firma privada que se especializa en el comportamiento electrónico (e-behavior) y en las condiciones y problemas relacionados con este medio de información. Fue fundada por Kimberly Young, profesora de sicología de la Universidad de Pittsburg, quien ha conjuntado un grupo interdisciplinario que proporciona servicios profesionales, como consulta, seminarios y ayuda personalizada.
Este centro virtual distingue cinco variedades de comportamientos y problemas para controlar impulsos relativos a Internet:
- La adicción cibersexual: practicada por adultos mediante charlas en tiempo real (chats) o visita a sitios web pornográficos.
- La adicción a las relaciones en línea: esto significa el establecimiento de amistades mediante chats, grupos de noticias, etcétera, que llegan a remplazar los amigos y familia de la vida real.
- Los compulsivos a Internet: no pueden evitar hacer compras y más compras. La obsesión por el comercio electrónico y las subastas en línea es una de sus principales características.
- Profundizar en la información: son las personas que se pasan las horas navegando por la red o haciendo búsquedas en numerosas bases de datos.
- Adicción a las computadoras: se le llama así a la obsesión por los juegos o por la programación excesiva en computadoras. Aquí se incluye todo tipo de público: adultos, niños y adolescentes.
Los síntomas más frecuentes de los afectados por la adicción a Internet son:
- La privación de sueño para "engancharse" a la red.
- El descuido de otras actividades importantes (como el tiempo para la familia o las relaciones sociales).
- El hecho de pensar constantemente en Internet cuando no se está conectado a ella.
Si bien la idiosincrasia y calidez de los países de habla hispana puede salvarnos de este comportamiento, la pregunta es: ¿hasta cuándo?
Enrique Echeburúa, catedrático de sicología clínica de la Universidad del País Vasco, señala que el público más vulnerable son personas introvertidas, con baja autoestima y con una vida familiar pobre en relaciones, por lo que corren más riesgo de experimentar conductas adictivas a la red informática.
En una entrevista concedida a la agencia EFE, el sicólogo español -quien actualmente realiza un estudio sobre la adicción a las redes de informática- explicó que estas personas encuentran en la computadora "algo que les da 'cosa' y no les pide nada a cambio. Además, la máquina tampoco les valora si están teniendo un comportamiento correcto o no, por eso estos usuarios de Internet son capaces de crear un mundo virtual que les compensa de las insatisfacciones que tienen en el mundo real".
Pero, ¿por qué las subastas, los juegos y el comercio en línea pueden ser adictivos? El modelo ACE -acrónimo de accesibilidad, control y emoción-, ideado por dicho centro, intenta explicar las razones.
Accesibilidad: antes de Internet, jugar era un riesgo que bien valía un viaje a los casinos de Las Vegas; comprar era una experiencia que involucraba invertir todo el tiempo necesario para cotejar precios, adentrarse por pasillos en grandes centros comerciales, conocer vendedores, mercancías, descuentos...; las inversiones en la bolsa también eran sinónimo de llamadas telefónicas, conversaciones con corredores bursátiles, sudor, especulación colectiva y un largo etcétera.
Con el arribo de Internet tenemos acceso directo a cientos de sitios virtuales de juego, de compra y de subastas en línea que nos proporcionan reportes más rápidos y confiables. Todo esto se puede hacer tanto de día como de noche. De esta forma, las limitaciones de la vida real han sido rebasadas y una nueva cultura nos satisface con gratificaciones inmediatas a un ritmo vertiginoso. Nadie puede culparnos. Es fascinante.
Control: se refiere al control personal que se ejerce en las actividades de uno mismo, dispuestas en la red. Esto sobresale particularmente en las transacciones en línea. En el pasado la gente debía relacionarse con corredores de bolsa para promover, hacer subastas y llevar estadísticas en sus monitores. En la actualidad, el inversionista tiene el potencial para remplazar las labores de todos los involucrados por un control personal, que puede convertirse poco a poco en una obsesión. La facilidad y comodidad para efectuar estas acciones desde casa u oficina agrega un ingrediente sin precedentes: el anonimato, que llega a convertirse en agresividad para ganarles a sus competidores.
Emoción: se relaciona al espíritu de competencia que todos tenemos, pero que en Internet llega a multiplicarse. ¿Por qué? Desde su solitaria interacción con la máquina es posible jugar, ahorrar dinero, verificar sus ganancias y entablar relaciones efímeras o estables, según su ánimo o disposición.
Se afirma que esto último puede considerarse como una respuesta a la crisis emocional: "hay mucho miedo de entregarse emocionalmente. El misterio de efectuar una conversación a distancia les resulta fascinante, se descubren más creativos. En lo general se toma esta alternativa cuando se ha cansado de las relaciones del mundo real. Ante esta frustración constante, el abuso de Internet es un modo de respuesta".
Cabe señalar que este tipo de comportamiento ha preocupado no sólo a los sicólogos. Tampoco puede considerarse un fenómeno nuevo. A finales de 1997 la agencia de noticias Reuters patrocinó un estudio independiente en varios países, el cual reveló el surgimiento de una nueva generación de personas adictas a la información, a quienes se denominó "datahólicos".
El documento, titulado Pegado a la pantalla: una investigación mundial sobre la adición a la información, tomó como base una encuesta con mil personas del Reino Unido, Irlanda, Alemania, Singapur, Hong Kong y Estados Unidos. Casi la mitada de ellos declararon que si la información fuera reconocida como una droga, ellos debían ser considerados adictos. El 75 por ciento prevé que la computadora personal, Internet y la información se convertirán en adictivas en el futuro.
Andrew Nibley, vicepresidente ejecutivo de Reuters America Holdings, señaló que dicho reporte demostraba que las personas de todo el mundo estaban teniendo dificultades para relacionarse con la información, sobre todo cuando tratan de hacer su trabajo. "Es algo sugerente que nuestros niños tengan que enfrentar los mismos problemas en el futuro. Reuters quiere alertar a las compañías de esta problemática emergente, de manera que puedan manejar y priorizar la información a su personal", aseveró.
Según Echeburúa, "un claro ejemplo de adicción es cuando una persona no recurre a la red para obtener información, sino como una forma de huir de sus problemas cotidianos o cuando sufre una necesidad imperiosa de ejecutar lo que le apetece con una pérdida de control importante".