"¿Qué tiene de malo negociar con el enemigo?", comenta Julio Frenk
Minimiza Ssa críticas al convenio con tabacaleras; sólo vale la opinión de la OMS
Destaca logros para desalentar el consumo
El titular de la Secretaría de Salud (Ssa), Julio Frenk Mora, tachó de "comentarios irresponsables" las opiniones emitidas por organizaciones civiles respecto a que la dependencia viola las disposiciones del convenio marco contra el tabaco, promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), al haber suscrito con las tabacaleras un acuerdo mediante el cual éstas donan un peso por cajetilla vendida para atender enfermedades relacionadas con el consumo de ese producto, cuyos efectos generan gastos catastróficos en salud.
Según Frenk Mora, antes de atender esas críticas, se debe distinguir cuáles son las instancias que las emiten. "No hay que confundir a los organismos internacionales reconocidos con algunos grupos que de pronto hacen afirmaciones temerarias sin conocer la realidad del país, y no son organizaciones internacionales".
Para el funcionario, las que valen son las opiniones de la OMS y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las cuales, señaló, han "reconocido que México fue el primer país del continente americano en refrendar el convenio marco (el 21 mayo de 2003), lo cual derivó en diversos cambios en materia de las políticas antitabaco".
En entrevista otorgada durante la presentación del estudio Diagnóstico de la Familia Mexicana, el secretario desglosó las principales acciones que la actual administración ha emprendido en la materia, muchas de las cuales, aseveró, requirieron de "una mano muy firme con las tabacaleras" y también "mucho temple".
Enumera hazañas
Entre éstas, mencionó el alza de los gravámenes al tabaco sin filtro, los cuáles se han "quintuplicado", al pasar de 20 por ciento a 110 por ciento este año. De igual forma resaltó la prohibición de la publicidad de estos productos en los medios electrónicos y haber conseguido que la leyenda de advertencia haya pasado de ser "minúscula y apenas legible" a ocupar "50 por ciento de la cara posterior de las cajetillas".
El acuerdo que la dependencia, por conducto de la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios y el Consejo Nacional contra las Adicciones, suscribió en julio de 2003 con las tabacaleras, fue criticado por organizaciones civiles, las cuales acusaron a Frenk de estar negociando en términos no aceptados; pero el funcionario consideró que esto no violenta el convenio marco de la OMS.
"Yo fui funcionario del más alto nivel en la OMS cuando se negoció el convenio marco, lo conozco como la palma de mi mano, porque tuve el gran orgullo de ser partícipe en su configuración; lo conozco muy bien, mucho más que la gran mayoría de los ministros de Salud, y les puedo decir que todo lo que se ha hecho en México no sólo cumple, sino que va más allá del convenio marco".
Cuando se le expuso que el gobierno estaba negociando con el enemigo, Frenk Mora respondió: "Ajá, ¿qué tiene de malo?", y resaltó que lo importante es no sólo que no se ha violentado el convenio marco, sino que se ha desalentado el consumo de tabaco en "15 por ciento desde principios de esta administración".
Agregó que en razón de lo anterior y por lo que ha realizado México en este aspecto, el país se ha convertido "en un modelo para otras naciones", Frenk insistió que lo que debe "importar al final del día" es la baja en la demanda, "todo lo demás me parece que son afirmaciones un poco irresponsables".
El convenio entre la Secretaría de Salud (Ssa) y la industria tabacalera impedirá nuevos avances en la legislación para el control del tabaquismo en México, entre otros que se siga aumentando el monto de los impuestos, advirtieron la Fundación Interamericana del Corazón y la Alianza para el Convenio Marco.
Ambos organismos internacionales resaltaron que en otros países el incremento de los gravámenes a los cigarrillos ha demostrado ser una de las mejores alternativas para desalentar el consumo de estos productos; sin embargo, en México ya no será posible echar mano de esta estrategia por el acuerdo entre los fabricantes y la Ssa, por el que ésta última obtendrá 4 mil millones de pesos en un periodo de dos años.
Los recursos que se acumulan en el fondo de gastos catastróficos de la dependencia, otorgan a la industria el poder para dictar las políticas gubernamentales de México, señalaron las agrupaciones internacionales, que ayer también dijeron que el convenio interfiere con la aplicación efectiva e inmediata de los principios y estrategias del Convenio Marco para el Control del Tabaco, promovido por la Organización Mundial de la Salud.
México fue el primer país latinoamericano en ratificar este tratado de salud pública y, de hecho, señalaron las agrupaciones, la Ssa realizó diversas acciones encaminadas a reducir el consumo de cigarrilllos, tal como lo informó el lunes pasado Luis Alfonso Caso, comisionado de Fomento Sanitario de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
Justamente esas acciones motivaron a la industria tabacalera a firmar el acuerdo de referencia, dijo Stanton Glantz, profesor de la Universidad de California. En unos cuantos años, el gobierno mexicano logró subir a 110 por ciento el impuesto a los cigarros y eliminó toda la publicidad del producto en radio y televisión. También consiguió que las empresas aceptaran aumentar el tamaño de las leyendas en las cajetillas, con las cuales se advierte a los usuarios sobre los daños a la salud que ocasiona el tabaquismo.
Estas acciones son loables, pero, advirtió, Eduardo Bianco, de la Fundación Interamericana del Corazón, "cuando el gobierno cede su poder a la industria tabacalera está faltando a su compromiso de proteger la salud de los mexicanos".
Así respondieron las organizaciones civiles a la postura planteada por Caso González y el titular del Consejo Nacional contra las Adicciones, Cristóbal Ruiz Gaytán, quienes el pasado lunes rechazaron la posibilidad de anular el acuerdo entre la Ssa y las tabacaleras, tal como lo plantearon las agrupaciones civiles.
Estas también advirtieron que en la primera Conferencia de las Partes del Convenio Marco para el Control del Tabaco, a efectuarse en Ginebra, Suiza, este asunto será tema de discusión entre los países participantes. En opinión de los organismos de la sociedad civil, "estos acuerdos con las empresas trasnacionales del tabaco no pueden coexistir con las obligaciones del convenio marco".